"El voto nacionalista no vale más y estas elecciones lo demuestran"

España acaba de celebrar una elecciones nacionales y entre otras reflexiones que se escuchan a diario es continua aquella que tiene que ver con el funcionamiento del sistema electoral español, sistema que provoca que algunos partidos políticos, teniendo más votos que otros, al final lo que tengan es menos representación en las Cortes. Pablo Santolaya Machetti, catedrático de Derecho Constitucional, Vocal de la Junta Electoral Central desde 2004 y actual Secretario General de la UAH es una de las personas que mejor conoce el sistema electoral español y quién mejor puede aclarar todas las dudas que el sistema provoca.

 

- ¿En primer lugar qué le parece, ¿nuestro sistema electoral es bueno, o podría ser mejor, o podría ser como el italiano?
- Bueno, yo creo que nuestro sistema electoral en líneas generales es bueno. Y es bueno desde tres puntos de vista: es bueno, en primer lugar, porque es un sistema que produce mucha legitimidad. Celebramos elecciones que son indiscutidas. No hay ninguna conflictividad jurídica, los partidos políticos reconocen desde el primer momento los resultados, unos resultados que son dados por el Ministerio del Interior. No hay ningún tipo de recursos judiciales y, en fin, tienen un amplio reconocimiento tanto nacional como internacionalmente como unas elecciones libres y justas y bien organizadas. Desde ese primer punto de vista yo creo que es un buen sistema electoral.
También creo que es un buen sistema electoral en la medida que ha contribuido, a lo largo de estos años, a que haya gobiernos más o menos estables y alternantes en el poder. Hemos tenido desde 1977 gobiernos primero de centro-derecha, después de izquierdas con mayoría absoluta, después del PSOE con mayoría simple, después del Partido Popular con mayoría simple, después del PP con mayoría absoluta, después otra vez del Partido Socialista…es decir, es un sistema que ha sabido recoger de forma bastante adecuada las oscilaciones sociológicas y políticas de los españoles.
Lo que creo que merece un punto más de discusión, y es probablemente el objeto más polémico, es desde el punto de vista de su representación en dos concretos aspectos: en primer lugar, si los partidos nacionalistas están excesivamente representados en España y, en segundo lugar, la particular posición del tercer partido del sistema nacional, que ha sido siempre, y va a seguir siendo, tengo la impresión, Izquierda Unida, que es el gran perjudicado por el sistema. Sobre esos dos puntos podemos hablar con más detalle.
-Claro, ¿Izquierda Unida es la víctima de la Ley DON?
-Bueno, Izquierda Unida, vamos a ver algunas cifras para contestar a esto. Es cierto, es verdad que, en las elecciones que acabamos de celebrar, eh, Izquierda Unida, con el 3,80% de los votos, ha obtenido 2 escaños, y que Convergencia i Unió, con el 3,05% de los votos, ha obtenido 10 escaños, tras la corrección de los votos emitidos en el extranjero. Hay una notable diferencia. Es verdad que parece que con más votos se ha obtenido muchos menos escaños. También es cierto que, y lo ha denunciado públicamente Izquierda Unida, que en un sistema estrictamente proporcional habría obtenido 3 escaños en lugar de 2. Es decir, son unos malos resultados en cualquier caso, porque ha obtenido solamente el 3,80% de los votos, pero no es lo mismo tener 3 escaños en lugar de 2. Lo que ocurre es que estas cuentas son sobre un modelo de circunscripción nacional que no existe en España. No existe en España para las elecciones generales. Cuando Izquierda Unida dice que obtendría 13 escaños en un sistema proporcional, esto sólo es cierto si aplicáramos los resultados a todo el territorio nacional. Y, por tanto, hay que matizar muchísimo este asunto.
-¿Y eso no sería, una circunscripción nacional?
-Bueno, sería posible tanto como dejar sin representación provincial a Guadalajara, Ávila, Soria, Segovia…y sería obligar al ciudadano a votar con una única lista de 350 personas, alejando absolutamente al ciudadano de sus representantes. Tendría, a mi entender, muchos más inconvenientes que ventajas. Pero déjeme ponerle un par de ejemplos, con las dos provincias en las que nos movemos en la Universidad de Alcalá. En Madrid Izquierda Unida ha obtenido representación, eh, su 4,9% de los votos le ha dado suficientes votos populares para obtener un escaño. Y se ha quedado lejos de obtener el segundo: hubiera necesitado 35000 votos para llegar a tener otro escaño más. Eh, el resultado de Izquierda Unida en Madrid es, por tanto, proporcional. Tiene el número de escaños que le corresponde según sus votos. No hay ninguna diferencia en Madrid porque es una circunscripción lo suficientemente grande para ello. Si lo vemos en Guadalajara, sin embargo, es un desastre, porque Guadalajara elige sólo 3 diputados e Izquierda Unida tiene 4351 votos, que evidentemente no produjeron ninguna representación porque el último de los diputados asignados fue al Partido Popular con 33726 votos. Es decir, que para que Izquierda Unida hubiera tenido representación en Guadalajara tendría que haber multiplicado su voto por 7,5, lo que es literalmente imposible.
-Pero, ¿no estamos ante una especie de trampa? Partiendo de la base de que nuestro sistema electoral es bueno, la Constitución Española dice que todos los españoles somos iguales pero, sin embargo, esto es así. A lo mejor es algo extremista pero si es verdad que el voto de un votante de Izquierda Unida o de UPD vale bastante menos que el voto de un votante de CIU o el PNV.
-No, no es verdad. La Constitución también dice que votamos por provincias y la diferencia entre CIU e IU se debe únicamente a que CIU ha conseguido representación en cuatro de las cuatro provincias a las que se ha presentado, es decir que no ha desperdiciado un solo voto, pero sin embargo IU sólo ha obtenido representación en 2 de las 50, es decir que sus votos se han perdido en 48 provincias. Por otra parte, es absolutamente incierto que el voto de los nacionalistas valga más que el de los demás. En estas elecciones, los partidos nacionalistas han obtenido 24 escaños, si como pide IU se hubiera utilizado la circunscripción nacional hubieran obtenido 25, sólo uno más. Resultaría que el PNV tendría 2 menos, ERC el BNG y CIU ganaría 1 más. Es decir que si pusiéramos una circunscripción nacional, algo que no es del gusto de los nacionalistas, resultaría que estarían más representados en el Congreso. No es un problema de que tenga más o menos representación sino del valor qué esos escaños tienen en la gobernabilidad del país teniendo en cuenta la igualdad que hay entre el Partido Popular y el PSOE.
- ¿Estamos hablando de un sistema electoral que favorece el bipartidismo?
Estamos hablando de un sistema electoral que favorece la gobernabilidad y con ello el bipartidismo. Me gustaría reflexionar un poco sobre la reacción de los diferentes partidos sobre este marco normativo que no se ha modificado desde 1977 y que fue aprobado por 348 de los 350 diputados, sólo IU se opuso. Ha ocurrido una cosa, la derecha se ha unificado y no pierde ni un solo voto. Sin embargo, esa misma reagrupación de votos no se ha producido en la izquierda española, donde todavía siguen subsistiendo una partido socialista y un partido de izquierda, partido que está sometido a una enorme paradoja política: obtendrá sólo buenos resultados cuando pierda la izquierda.

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