Gonzalo Pérez Suárez, Defensor Universitario: ‘La mediación es la mejor forma de evitar conflictos'



El nuevo Defensor Universitario, Gonzalo Pérez Suárez, acaba de tomar posesión de su cargo. Un cargo al que llega con toda la ilusión y con la firme convicción de que la mediación, en muchas ocasiones, es la mejor forma de evitar el conflicto.

Pérez Suárez es veterano en la UAH. Llegó en 1981 y es profesor titular del Departamento de Ciencias de la Vida, que ha dirigido hasta este momento. Su actividad investigadora siempre ha estado vinculada a la zoología. Es experto en murciélagos (quirópteros) y a ellos ha dedicado su vida como investigador en ámbitos como la genética

Gonzalo Pérez Suárez, Defensor Universitario.
molecular, la conservación o la identificación de especies. También colabora en líneas de investigación relacionadas con artrópodos subterráneos, junto con otro profesor de la UAH, Vicente Ortuño.

Durante su trayectoria académica también ha ostentado distintos cargos de representación en diferentes órganos: Juntas de Facultad, Comisiones de Estatutos de la UAH, Claustro, Consejo Social, Comisiones Docentes… El Defensor Universitario llega a este cargo tras ser propuesto por la Mesa del Claustro y elegido mayoritariamente por este órgano de la Universidad.

En esta entrevista habla de sus expectativas y de los retos que afronta.

-Imaginamos que está muy ilusionado con sus nuevas responsabilidades
-Sí, estoy muy contento con esta nueva responsabilidad. Para mí, por la edad que tengo –dice entre risas-, esta nueva responsabilidad es el colofón de mi carrera universitaria y eso me despierta una gran ilusión, porque consiste en colaborar en la resolución de problemas en mi Universidad, a la que me siento muy orgulloso de pertenecer. Es cierto que el Defensor Universitario no tiene un poder ejecutivo, podemos tramitar consultas y quejas, pero nuestra labor es fundamentalmente de mediación a propuesta de las dos partes. También realizamos recomendaciones para mejorar la vida de la comunidad universitaria. Creo que se trata de una labor muy importante.

-¿Cuáles son los retos que afronta?

-El papel del Defensor del Universitario está muy bien establecido en los estatutos de la UAH y también aparece en el estatuto de los estudiantes. Mi labor fundamental será asesorar a las partes que planteen cualquier tipo de consulta y también tramitar las quejas. Por fortuna, el porcentaje de quejas que se produce en nuestra Universidad es muy bajo: entre un 15 y un 20% de las consultas que llegaron al Defensor en los últimos 6 años son quejas que afectan a derechos, y eso es muy significativo, porque quiere decir que la UAH funciona bien y lo ha hecho en una situación complicada en la financiación como la que hemos atravesado en los últimos años.

-Le he oído decir que el listón lo tiene muy alto…
-Sin duda. Si en estos últimos años, con los recortes a los que nos hemos enfrentado en la universidad española, no ha habido una explosión de quejas, se lo debemos a las buenas políticas de la UAH - esta Universidad ha apostado por apoyar a sus estudiantes y ha establecido medidas de todo tipo para afrontar situaciones sobrevenidas-, y a la labor desarrollada por el anterior equipo de defensoría, liderado por la profesora Enriqueta Arias, que cuenta con todo mi reconocimiento.

-¿Qué tipo de problemas le preocupa más en el ámbito universitario?

-Fíjese, lo que más me preocupa en este momento son problemas que no son medibles y son difíciles de resolver, como la formación con la que los estudiantes llegan a la Universidad en ámbitos como la expresión escrita o la presentación de trabajos. También poder hacer efectiva la adecuación de la guías docentes a la actividad docente cotidiana, estimular la participación de los estudiantes en las encuestas docentes, hacer entender la crítica como labor de mejora… Creo que el Defensor del Universitario tiene que trabajar en este tipo de actuaciones, recomendando el desarrollo de programas específicos para mejorar las situaciones. Mi intención es trabajar en la detección de este tipo de problemas ‘intangibles’, sin olvidar la cotidianidad de las actuaciones de asesoramiento e intervención mediadora en la resolución de conflictos académicos labores.