Alex Duro, un arquitecto de la UAH en uno de los estudios arquitectónicos más prestigiosos del mundo



Alex Duro
se ha graduado en la Escuela de Arquitectura de la UAH , un centro del que destaca la cercanía de sus profesores y su creciente prestigio. En la actualidad, prepara las maletas para formarse durante 6 meses en el estudio Foster and Partners, en Londres, gracias a una beca de prácticas otorgada por la Fundación Arquia.

La UAH ha logrado incluir a dos de sus estudiantes, Alex y Virginia de Jorge Huertas, entre los 20 becados por la Fundación Arquia para que realicen prácticas en estudios europeos de gran prestigio. Virginia, que estudia el Doctorado Europeo en la UAH, se formará en el estudio ‘Miralles Tagliabue’, en Barcelona, y ha accedido a la beca

Alex Duro.
mediante la convocatoria al mejor expediente; Alex Duro, por su parte, ha obtenido la beca de prácticas presentándose al concurso, que este año invitaba a los participantes a crear ‘Una torre para volar’. El saldo no puede ser más positivo para la UAH, ya que estos dos estudiantes competían con otros 981 candidatos.

Este estudiante destaca varios aspectos de su formación en la UAH: la cercanía de los profesores, un mayor contacto con los compañeros del grado y, sobre todo, el gran prestigio que está alcanzando la ETS de Arquitectura y Geodesia de la UAH en los últimos años a nivel nacional. ‘Antes había gente que utilizaba esta Escuela como puente para saltar a la Politécnica de Madrid y ahora hay gente que viene de la Politécnica a Alcalá’, dice.

El futuro arquitecto del estudio Foster and Partners ahora colabora en la revista ‘Metalocus Arquitectura’ y en el estudio José Juan Barba Arquitectos y también ha obtenido recientemente el 2º premio en el concurso de ‘Arquitectura y Empresa’ con su Proyecto Fin de Carrera, titulado ‘Infraestructura de condensador social en NYC. Ciudad obstáculo VS ciudad flotante’.

-Has optado a la becas de prácticas a través del concurso.
-Sí. En la fase de concurso hay un tribunal único y se propone un enunciado, siempre muy imaginativo y no estrictamente arquitectónico…Este año pedían una reflexión sobre por qué nos subimos a la alturas, con un enunciado titulado ‘Una torre para volar’. En definitiva, se trataba de dar una imagen de ti mismo más allá de tus concepciones sobre la arquitectura y creo que lo conseguí respondiendo con mis reflexiones a otra pregunta: ¿cómo no nos vamos a subir a las alturas si podemos hacerlo?

-La Fundación da varias opciones para elegir estudio de arquitectura, ¿por qué Foster and Partners?
-Fue mi primera elección, porque había bastantes opciones y todas ellas muy buenas. Me apetecía salir, tener una experiencia de contacto con el exterior, de ver España desde fuera, y dentro de los estudios ofertados fuera, Foster era una buena alternativa, porque comparto concepciones sobre la arquitectura con este arquitecto. Él aparece como el paradigma de lo tecnológico, pero propone un modelo en el que la tecnología se pone a disposición de las personas, se humaniza, digamos. Creo que es un ejemplo de cómo un pequeño estudio que nació hace unos 50 años ha crecido hasta convertirse en una gran empresa con más de mil trabajadores.

-¿Qué expectativas te genera vivir esta experiencia?
-La beca de Arquia es una oportunidad tremenda para que los jóvenes puedan formarse en grandes estudios, algo que siempre han hecho los mejores arquitectos… Espero aprender un montón, conocer gente y que me sirva como un complemento a la formación académica que he recibido. La oportunidad de Arquia es un paso hacia adelante, ¿hacia dónde?, pues no lo sé muy bien, pero pienso aprovechar todo lo que pueda estos 6 meses.

-La arquitectura vive un proceso de reinvención, de reconceptualización…
-Creo que estos años de atrás el arquitecto ha jugado un papel que no era el más apropiado y ahora se está replanteando su función en la sociedad. El arquitecto es un agente más del diseño de la ciudad y debería haber una concepción más horizontal de su papel. No puede estar en la cúspide de la pirámide, admirado por todos.
Hay muchas concepciones en este momento: el arquitecto como cooperante, el arquitecto como no arquitecto, que pasa a ser casi un constructor…Yo estoy construyendo mi propia práctica, mi propio concepto en este momento, pero me identifico más con el arquitecto que se acerca al usuario final; porque la arquitectura es muy bonita, y a veces muy cara, pero está hecha para las personas y eso es lo más importante.

-¿Qué te ha aportado la UAH?
-Empecé la carrera en el año 2008 y estoy muy contento de haber estudiado aquí. Creo que esta escuela tiene algo diferente a otras que hay en España. Es más pequeña y eso favorece un mayor contacto con los profesores y también un mayor conocimiento entre estudiantes de la carrera. En esta Escuela también hay profesores jóvenes y eso favorece otra visión. Antes había gente que la utilizaba como puente para saltar a la Politécnica de Madrid y ahora hay gente que viene de la Politécnica a Alcalá. Eso dice mucho del prestigio que ha obtenido en los últimos años.