Pedro P. Herrero: ‘las relaciones sociales y educativas entre México y España necesitan mejorar'



El catedrático de Historia de América de la UAH y director del IELAT, Pedro Pérez Herrero, llegó a México en el año 1977, becado para realizar su tesis doctoral en El Colegio de México, cuando España no mantenía relaciones diplomáticas con ese país. Desde entonces ‘nunca he dejado de trabajar por y para México’, dice.

Ahora ha recibido la Condecoración de la Orden Mexicana del Águila Azteca en grado de Insignia, que otorga el presidente de la República de los Estados Unidos Mexicanos a los extranjeros que ‘prestan servicios prominentes a la nación

Pedro Pérez Herrero.
mexicana o a la humanidad’.

-Profesor, imaginamos que está muy satisfecho por esta condecoración que acaba de recibir…
- Estoy muy contento. Llevo toda mi vida dedicado al estudio de la historia de México. Allí realicé mi tesis doctoral en El Colegio de México y me formé como docente e investigador. Así que solo puedo agradecer este gesto del gobierno de México. Es un honor recibir esta condecoración.

-Tanto es así que su último libro habla, precisamente, de la historia de las relaciones entre México y España, ¿qué enseña este libro?
-Hemos avanzado mucho desde que en 1977 México reanudó las relaciones diplomáticas con España y en estos momentos la relación entre los gobiernos es excelente; hemos avanzado también en el aspecto comercial: hay mucha inversión empresarial de España en México y viceversa; pero en el ámbito social y educativo la relación es escasa. España no recibe ni a 5.000 estudiantes mexicanos al año, y estamos hablando de un país de 120 millones de habitantes, con universidades muy potentes.
Creo que debemos potenciar las relaciones en el ámbito educativo, y mi trayectoria es un ejemplo claro de lo positiva que puede ser la internacionalización de la educación universitaria, tanto para promocionar las relaciones internacionales como para mejorar las redes sociales y crear sociedades más integradas.

-¿Qué hace que un joven estudiante de Historia de América se interese por México en el año 1977?
-La universidad en España, en 1975, cuando muere Franco, era muy pobretona. La mayoría de los profesores de Historia de América no habían viajado nunca a América y solo la conocían por referencias bibliográficas…Esos fueron mis ‘factores de expulsión’: por un lado, la dictadura de Franco, que aún persistía después de su muerte y, por otro, la búsqueda de centros de estudio de calidad. Yo llegué al Colegio de México en 1977 a realizar el doctorado. Éramos 5 estudiantes (un ecuatoriano, tres mexicanos y un español) seleccionados entre decenas de propuestas, y teníamos 25 profesores. Aterricé en un país moderno, democrático y modélico. Allí aprendí valores como la disciplina, el trabajo, el sacrificio... Pasé de un paisaje del siglo XIX a otro del siglo XX y quedé cautivado.

-¿Qué ha cambiado en México en estos últimos 40 años?
-El país ha crecido mucho demográficamente, pero la economía no ha generado los suficientes puestos de trabajo de calidad y las instituciones no se han modernizado como debieran. En México, como en muchos otros países democráticos, se han desvirtuado principios tan básicos como la participación y la transparencia. La gente se piensa que democracia es votar una vez cada 4 o 6 años. Pero para generar y mantener un Estado de Derecho no solo basta con abrir las urnas periódicamente; hay que promover la participación y también la transparencia de las instituciones. Por otro lado, en México queda por solucionar la desigualdad. Todavía hay un porcentaje de pobreza muy elevado y eso no comulga con el Estado de Derecho. Igual que en España no se puede hablar de Estado de Derecho real si hay un 25% de desempleo.

-La imagen exterior de México no vive sus mejores horas: narcotráfico, crimen organizado, estados declarados ‘intransitables’ para los extranjeros…
-Si preguntamos por la imagen que España tiene en México nos dirían algo parecido: corrupción, políticos ladrones, el 50% de la población juvenil en el paro… Las noticias que trascienden suelen ser las negativas. En México suceden cosas negativas, pero hay que poner las cosas en perspectiva. Igual que aquí no somos todos Rato, en México no todo es narcotráfico.

-Este curso no ha comenzado para usted solo con una condecoración; también está en tránsito la transformación del IELAT en instituto universitario de investigación…
-Sí, estamos a la espera de que la Comunidad de Madrid dé vía libre a este proyecto, una vez realizados los trámites oportunos en el seno de la UAH. Estamos muy ilusionados porque este proceso va a significar una potenciación de las actividades del Instituto. Vamos a conceder este curso 4 becas de investigación y vamos a impulsar cursos de posgrado y títulos propios, con el objetivo de generar recursos que nos permitan mejorar la actividad investigadora.
Cuando recibí la Condecoración lo dije en mi discurso: gracias a que alguien confió en mí y me becó yo pude hacer mi tesis doctoral en México. Desde entonces he trabajado por la mejora de las relaciones entre este país y el nuestro y con el resto de Europa. Creo que las becas de investigación son fundamentales para generar conocimiento y no debemos permitir que las tesis doctorales se realicen en los tiempos libres, porque los estudiantes se ven obligados a trabajar en otras cosas por falta de fondos… La investigación es lo que proporciona innovación y desarrollo a un país y en eso vamos a continuar trabajando en el IELAT.