José Carlos Díez: ‘la crisis griega mezclada con la crisis bursátil china es una bomba de relojería'



Mientras la situación griega centra toda la atención mediática en el mundo occidental, en Oriente se han disparado las alarmas con el desplome sufrido por la Bolsa en China en las últimas semanas.

El profesor de la UAH, José Carlos Díez, trata en esta entrevista de despejar el humo de este nuevo ‘fuego financiero’ que puede ocasionar grandes desperfectos en una economía global ya maltrecha.

-Profesor, ¿qué está ocasionando el desplome de la Bolsa en China?

-Ventas en pánico después de que la Bolsa doblara su valor desde enero hasta mayo. En junio y julio se ha desplomado un 30%, y ha vuelto a niveles de abril. La economía china y los beneficios empresariales se desaceleran y la subida no estaba justificada. Todo era una burbuja y ahora se está pinchando.

-En torno al 85% de los inversores en bolsa son pequeños y muchos de ellos se han endeudado para comprar acciones, ¿qué puede significar esto para la economía ‘doméstica’ en China?
-Son pocas familias las que invierten en bolsa y el consumo privado en China es el 35% del PIB, la mitad que en España, por lo tanto el impacto será pequeño. Más preocupante es la inversión empresarial. Las empresas chinas están muy endeudadas y esa bajada de la bolsa dificulta su acceso al crédito y encarecerá el coste de financiar su deuda. Por lo tanto el impacto es negativo sobre el PIB y el empleo, aunque en menor medida que si fuera en EEUU o Europa.

-¿Qué opina sobre las medidas que se están aplicando desde el Gobierno Chino para intentar frenar esta crisis?
-Son medidas inéditas y perjudiciales. Fue el gobierno el que alentó la burbuja para aumentar el capital de las empresas sin necesidad de meter dinero público. Ahora ha prohibido a los principales accionistas y ejecutivos vender acciones durante seis meses. Esto tendrá efectos duraderos y dificultará que las empresas puedan financiarse en la bolsa como lo hacen sus competidoras americanas o europeas.

-¿Hay diferencias entre la capacidad intervencionista del gobierno chino ante los problemas del mercado bursátil y lo que sucede en las bolsas europeas?. Es decir, China tiene más posibilidades como Estado de intervenir que la U.E.?
-China es una dictadura. Pero como explico en libro ‘La Economía no da la Felicidad’ es un mito que las dictaduras gestionen mejor la economía. Si China quiere llegar a la renta por habitante europea o de EEUU tendrá que mejorar su democracia y sus instituciones. ‘La crisis de los paraguas’ en Hong Kong es una señal que algo empieza a cambiar en China.

-Europa, centrada en el problema griego, ¿debería preocuparse por lo que está ocurriendo en China?
-La crisis China mezclada con la griega es una bomba de relojería. China ha intervenido en política interna en la crisis griega. Europa debería pedir al gobierno chino mayor diligencia en resolver su crisis.

-¿Cómo puede influir en la economía occidental este desplome financiero?.
-La clave es que la inestabilidad se contagie a la bolsa de Nueva York y de allí al resto de bolsas mundiales. De momento el contagio es mínimo, pero el riesgo existe y hay que gestionarlo activamente.