R. de Elvira, profesor de la UAH: ‘Es más barato acondicionar los ríos que paliar las riadas'



Las últimas inundaciones causadas por el río Ebro han vuelto a ‘remover’ las aguas de la polémica en relación tanto a las razones que las provocan como a las posibles soluciones.

El catedrático del departamento de Física y Matemáticas de la Universidad de Alcalá, Antonio Ruiz de Elvira, habla sobre las causas de las inundaciones en un entorno ‘intervenido’ por el ser humano y cuáles son, en su opinión, las medidas a adoptar para evitar catástrofes que, en el caso de las últimas inundaciones del Ebro, las peores en 20 años, han afectado a 20.000 y desalojado a unas 1.500 personas de sus casas.

Antonio Ruiz de Elvira.

-Profesor, parece que el ser humano no se acostumbra nunca a un fenómeno como las inundaciones que provocan las crecidas de los ríos…
-Las inundaciones han sido fenómenos naturales durante muchísimo tiempo. Esencialmente porque un aumento de temperaturas brusco rompe las barreras que retienen la nieve en las cordilleras y ésta pasa a los ríos. Si esto sucede cuando se producen precipitaciones intensas, las cuencas de los ríos no pueden mantener el caudal y se desbordan. Esto ha ocurrido en España, especialmente con los ríos Ebro y Segura, desde siempre. Pero las inundaciones se intensifican y se producen con más asiduidad desde que el hombre ha intervenido en los cauces y en las riberas. El hombre quiere vivir cerca de los ríos porque es muy cómodo: hay agua para el riego, para las necesidades industriales, para transportar mercancías. Hemos modificado los ríos, las riberas, hemos construido puentes… y unas inundaciones que antes eran algo natural, ahora son producto, en parte, de la intervención del hombre sobre la superficie del planeta. En España esto viene ocurriendo desde hace más de 3.000 años, pero no nos acostumbramos.

-¿Qué podemos hacer para paliar los efectos de las crecidas descontroladas, como las que han sucedido recientemente en el Ebro a su paso por Zaragoza?
- Hay una corriente de opinión que considera que debemos dejar que los ríos sigan su curso y, cuando aumentan su caudal, ‘soportar’ con estoicismo las inundaciones. Pero yo creo que si dejásemos hacer a la naturaleza lo que ha hecho siempre, los seres humanos sobraríamos. Debemos ser racionales y si queremos vivir en armonía, lo que tenemos que hacer es tomar algunas precauciones, que son muy sencillas: tener limpios los cauces de los ríos, porque de este modo el agua fluye y es más difícil que se produzcan los desbordamientos. Con los ríos ocurre lo mismo que con los incendios forestales. Si el bosque está limpio de maleza seca, de sotobosque, es menos habitual que se produzca un incendio.
Se trata de vivir con los ríos y que estos nos ayuden a cubrir las necesidades económicas, industriales y sociales de los seres humanos y para el disfrute natural. En este caso, la propuesta que yo comparto es que los cauces de los ríos en los que habitualmente se producen inundaciones se protejan con paredes suficientemente altas para evitar los desbordamientos. Y esto no tiene que ser un problema, porque en las riberas se pueden poner parques que la gente disfrute, aunque haya que bajar y subir por unas escaleras y, al mismo tiempo, estamos impidiendo que se inunden los pueblos y las ciudades.
Porque la otra solución, la construcción de embalses, es antiecológica pero también inútil, ya que cuando los embalses se llenan hay que abrir las compuertas y las avenidas se producen igualmente e, incluso, de forma más virulenta.

-Sea cual sea la solución, parece que es más ‘barato’ prevenir que curar
-Siempre tenemos la idea de que este tipo de soluciones son muy caras, pero si ponemos en una balanza el coste de las inundaciones y en otra el coste de construir los muros y los parques, es seguro que es más barato. Entre otras cosas porque las inundaciones se destruyen explotaciones agrícolas, se destruyen riberas, se destruyen viviendas y comercios… y del otro modo, incluso, estamos generando empleo y, por tanto, riqueza.