Álvaro Navas, antiguo alumno de la UAH, publica la novela 'Paraíso denegado'



Álvaro (Gómez) Navas
acaba de publicar 'Paraíso denegado', su segunda novela. Estudió Filología Inglesa en la Universidad de Alcalá entre el 2006 y 2010. Las lecturas que realizó -muchísimas, a su juicio- en los años de carrera marcaron sus aficiones lectoras, pero también desarrollaron un interés creciente por poder contar sus propias historias, que bullen en la cabeza, sin casi tiempo de desarrollarlas. En esta entrevista nos cuenta más sobre él y su obra.

- Acabas de publicar tu segunda novela y se ha presentado, aquí, en Alcalá de Henares, en los ciclos de presentación de libros que organiza el Ayuntamiento. ¿Cómo te sientes?
-La verdad es que estoy muy contento. No me esperaba tanta repercusión con el lanzamiento de la segunda novela. Con el tiempo, va ganando en permeabilidad y voy viéndola en diferentes tiendas como 'Casa del Libro', donde se puede adquirir en cualquier tienda del país y otras tantas. Uno siempre quiere ser reconocido por algo y pienso que escribir es una rutina muy sana.

- Cuéntanos, ¿de qué trata 'Paraíso denegado'?
-Es la historia de un sacerdote que lleva cuarenta años sin salir de su catedral, donde actúa como vigía en la noche y ejerce la homilía durante el día. Su mente está maltrecha y sus reacciones hostiles contra los feligreses no tardan en aparecer por su manera de ser.
A partir de dos quintos de la novela, algo sucede que obliga al hombre a salir de su zona de confort y, por ende, encontrar fuera algo aún más horrible de lo que encierran aquellos muros.

- ¿Por qué escribes?

-Es una pasión que he encontrado con el tiempo. Me invita a desoxigenar el cerebro de los quehaceres del día y me permite evadirme de la realidad contando historias de corte fantástico. También es muy bonito que la gente pueda leer historias propias y que te asocien a ellas.

- ¿Crees que tus dos novelas se han visto influidas por los estudios que has realizado?
-Definitivamente, sí. Durante los años en los que cursé la carrera, los profesores nos daban muchos textos para leer, desde clásicos hasta modernos. Todos ellos, además de tus propias aficiones, suman a la hora de forjar la propia identidad como escritor.

- ¿Cómo te organizas para escribir?
-Ciertamente, no tengo ningún tipo de organización. Suelo escribir, sencillamente, cuando tengo algo de tiempo libre. Digamos que no dispongo de un modus operandi distinto de escuchar música e intentar elaborar la historia de manera natural.

- ¿A quiénes van dirigidas tus dos novelas?
-Son novelas de corte adulto y de temática compleja, pero ya la han leído algunos alumnos de mi centro con edades comprendidas entre los 14 y los 18 sños y ninguno de ellos ha hecho comentario alguno sobre la dureza o la crudeza de las historias que componen las novelas. Por tanto, tengo la convicción de que a partir de 14 años se pueden leer sin alarmarse.

- ¿Qué es lo que más te cuesta cuando estás desarrollando una novela?
-Hay algunos tramos, sin tener que ser necesariamente inicio o final, que se traban durante el proceso de creación. A veces, puede ser una escena sencilla, pero que tiene un peso importante en el desarrollo de algún personaje o situación; y otras, sencillamente, es una descripción larga que se tuerce por cualquier motivo de concentración y no hay más remedio que dedicarle más tiempo.

- ¿En qué trabajas?
-Soy profesor de inglés y alemán en un centro concertado del norte de Madrid.

- ¿Cuántas horas dedicas al día a escribir?
-No tantas como quisiera. Este año, por ejemplo, por cuestiones de carga lectiva, estoy limitado a los fines de semana y a algún día laboral suelto.

- ¿Cuáles son los requisitos para ser un buen escritor?
No sé si estoy en condiciones de contestar, al afirmar con ese adjetivo… Para mí, es ocio. Por tanto, intento crear historias que me gustaría obtener como lector. Si te gusta mucho lo que haces, estoy casi seguro de que esa pasión se verá reflejada en lo que escribes.

- ¿Qué consejo le darías a un chico que quiere redactar su primera novela?
Quizás, que tenga claro que lo que está haciendo le gusta y lo identifica. No hay sentimiento mejor que haber terminado una novela y ver que la gente está deseosa de leerla, ya sea porque te conocen y pueden ponerte cara, o bien porque, de verdad, has conseguido un mínimo grupo de personas que se ha aficionado a la manera que tienes de contar unas historias.

- ¿Estás ya escribiendo la siguiente? ¿De qué trata?
Sí, aunque como decía antes a menor ritmo. La novela saldrá al mercado con el sencillo, pero inquietante título de 'Oscuridad' y trata de la supervivencia del mundo como nunca se podría pensar. Un día cualquiera, la humanidad se despierta sumida en la total negrura. Sin saber qué ha sucedido, una serie de personajes tendrá que luchar contra lo que vive dentro de la oscuridad y buscar más seres humanos, para poder combatir la soledad que los rodea.

- ¿Te preocupas del uso del lenguaje o te dejas llevar por el desarrollo de la historia?
Intento controlar que los errores no sean graves, pues a veces es inevitable cometerlos. Sin embargo, he recibido buenas instrucciones de varios profesores de la universidad, amén de otros tantos ayudantes de la editorial, así que el trabajo final es digno de elogio.

- ¿Qué significa para ti contar una historia?
Evadirme de la realidad que nos azota en la mayoría de los casos. Mientras tecleas en el ordenador, estás creando unas vidas ajenas al ojo humano. Es equiparable a elaborar un dibujo extraído de tu propia imaginación y que ha sido creado por tu propia voluntad de hacerlo.

- Cuando comienzas a redactar, ¿llevas un guion y te ciñes a él o dejas que la historia fluya?
Ambas opciones se pueden combinar a la perfección. A veces, una situación te lleva a otra por una cuestión meramente natural del proceso de desarrollo de los personajes; otras, solo tienes un ángulo de visión determinado para otro momento crucial de la historia. Hay que ser perseverante en ambos lados, aunque nunca sabes dónde está el acierto y dónde está el error.

- ¿Qué esperas alcanzar con tus novelas?
No tengo ningún tipo de meta, pero sé apreciar lo bonito que es que gente desconocida te escriba un correo diciéndote que la novela le ha encantado y que, a partir de ese momento, te seguirá por las redes sociales en pos de siguientes capítulos. Cuando escribí la primera fue algo increíble. Unas sensaciones bastante intrigantes y muchas mariposas en el estómago. Ahora, con la segunda, creo que la responsabilidad es aún mayor, pero también un desafío que tomo como natural y con ganas.

- ¿Qué comentario le harías a un posible lector?
Le diría que se deje envolver por la historia sin más pretensión que la de entretenerse. Al ser tan 'cinematográfica' (las primeras críticas me dicen que parece una película contada en un libro), los detalles más gráficos serán de gran ayuda para extrapolar y proyectar las imágenes en las diferentes mentes que lo procesen…

- ¿Dónde se puede adquirir 'Paraíso denegado'?
En cualquier tienda de la 'Casa del Libro' de España, en la propia web de la editorial www.eraseunavez.org (sin gastos de envío) y en la web internacional www.agapea.com, donde también se reciben pedidos de (y se hacen envíos a) Latinoamérica.

- Tus dos novelas llevan prólogo de profesores de esta casa (Juan Elices y Marisol Morales, ambos del Departamento de Filología Moderna), ¿por qué?

Es indudable que la calidad humana y profesional de la mayoría de los profesores de la Universidad de Alcalá ha calado hondo en mi formación profesional. Aparte, de manera afectiva y personal, también han sellado un amplio abanico de permutas positivas. La mezcla de ambos aspectos, personal y profesional, me llevó a proponerlos como participantes de esta aventura tan especial. ¡Qué mejor manera de meterte en ella que contar con su inestimable experiencia y buen consejo! Es un gran honor ver sus nombres asociados al mío y, desde aquí, aprovecho para agradecérselo de nuevo en público.

- Por último, ¿cuál sería el mayor elogio que querrías conseguir? ¿Y la peor crítica que no querrías recibir?
El mejor elogio va acompañado del anonimato de los mensajes que llegan… Independientemente de que los comentarios sean positivos o negativos, el simple hecho de que alguien desconocido haya invertido un par de minutos en escribirme para darme su opinión sincera a título personal, es ya digno de mención.
Por último, pero no menos importante, aprovecho la oportunidad que me brindáis para daros las gracias por estas líneas. Un saludo afectuoso para todos los lectores.