María Castro: 'Enfrentar un problema, buscar mil alternativas y hallar la solución es lo mejor'



María Castro Puyana
ha obtenido el Premio a Jóvenes Investigadores de la UAH en Ciencias Experimentales. Miembro del grupo ‘Técnicas de (micro)-separación’, uno de los más punteros de esta universidad, la joven investigadora acaba también de firmar con la UAH un contrato Ramón y Cajal.

Esta investigadora, experta en el ámbito de la calidad y la seguridad alimentarias, estudió la Licenciatura en Química en la UAH y aquí realizó su tesis doctoral, centrada en el desarrollo de metodologías analíticas avanzadas para la separación

María Castro.
enantiomérica de compuestos quirales por 'electroforesis capilar'. Tras la presentación y defensa de su tesis doctoral, que obtuvo la máxima calificación y el Premio Extraordinario de Doctorado, hizo las maletas para realizar varias estancias en otros centros nacionales y extranjeros: el Instituto de Química Orgánica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Vrije Universiteit de Ámsterdam, el Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (instituto mixto del CSIC y la Universidad Autónoma de Madrid), el HelmholtzZemtrum de Múnich… Desde el mes de abril trabaja en la UAH con un contrato postdoctoral del programa propio del Vicerrectorado de Investigación y Transferencia. Y aquí se va a quedar, ya que es una de las pocas investigadoras que han obtenido un contrato Ramón y Cajal en la última convocatoria. Emocionada y consciente de las aventuras y desventuras que entraña dedicarse a la investigación, habla de sus proyectos.

-María, imaginamos que estás muy contenta con este reconocimiento
-Muy contenta. Recibir un premio de la Universidad en la que has empezado y en la que has desarrollado tu vocación de investigadora es una gran satisfacción. En este momento solo puedo acordarme de las personas que me han acompañado y apoyado en este duro camino, en todo lo que me han enseñado, porque gracias a todos ellos soy lo que soy.

-Háblanos de tus líneas de investigación
-Mis líneas de investigación están centradas en el ámbito de la calidad y la seguridad alimentaria. El impacto que tienen las investigaciones en este ámbito es muy importante tanto a nivel científico como social dada la preocupación creciente de los ciudadanos por los alimentos que consumen. Me propongo desarrollar métodos analíticos avanzados que permitan caracterizar los alimentos y los ingredientes alimentarios, proponer nuevos marcadores de calidad, detectar adulteraciones, identificar nuevos ingredientes bioactivos, es decir, con propiedades beneficiosas para la salud, etc. Para alcanzar estos objetivos utilizaré técnicas micro-separativas que por sus características se consideran técnicas analíticas limpias, es decir, con bajo coste económico y bajo impacto medioambiental.

-¿Y cómo va esa investigación?
-Muy bien, estoy ilusionada. En estos momentos trabajo en la detección de adulteraciones alimentarias y acabo de presentar un proyecto de investigación relacionado con la calidad y seguridad alimentaria al Ministerio de Economía y Competitividad. Aunque la situación es muy complicada, intentaré conseguir financiación en todas las convocatorias a las que pueda acudir, incluyendo las europeas. De momento, tendré la financiación que va asociada a mi contrato Ramón y Cajal, lo que me va a permitir iniciar los proyectos de investigación en los que quiero trabajar.

-En este momento, ¿cuáles son los productos que más se adulteran?
-Hay diversos estudios al respecto que indican que el azafrán, la leche, los zumos (naranja y manzana), la miel y el café son los alimentos más adulterados. La detección de estas adulteraciones es necesaria tanto por el fraude económico que pueden suponer como por los potenciales riesgos para la salud que puedan provocar.

-María, ¿qué recomiendas a los jóvenes doctores que se plantean continuar su carrera investigadora?
-Paciencia y mucho ánimo. La carrera investigadora es muy sacrificada, hay que dejar atrás muchas cosas, coger las maletas muchas veces, en ocasiones de forma voluntaria y en otras no tanto, y prueba de ello es lo que está sucediendo ahora en España con los jóvenes investigadores que, en muchos casos, se ven obligados a marcharse por falta de oportunidades en nuestro país. Las experiencias posdoctorales en centros de investigación extranjeros son muy enriquecedoras para cualquier investigador, pero deberíamos tener todos la oportunidad de poder regresar si así lo deseamos. La impotencia es tremenda cuando ves que un contrato se acaba y no ves horizonte hacia dónde mirar. Pero hay veces que el sacrificio, la constancia y la dedicación dan sus frutos y eso es lo que me ha pasado a mí. Desde mi perspectiva, la investigación es dura y a la vez satisfactoria y enriquecedora. Enfrentarte a un problema, buscar mil alternativas y encontrar la solución al final del camino es la mayor recompensa.