Concepción Carrasco, profesora de la UAH: ‘las fronteras más preocupantes son las imaginarias’



Hoy se celebra el Día Internacional del Migrante. Con motivo de esta conmemoración, la profesora de la UAH, Concepción Carrasco, analiza los movimientos migratorios en la actualidad.

-En un mundo cada vez más globalizado, los movimientos migratorios parecen haberse acentuado en los últimos años, ¿cree que en este tiempo ha cambiado el concepto de frontera?
-Esta concepción no ha cambiado porque siempre ha existido movilidad humana, ya sea por necesidades económicas,

Concepción Carrasco.
políticas o sociales. Es cierto que con la globalización el movimiento es mayor, porque hay más conocimiento, más tecnología y más facilidades a la hora de trasladarse, aunque la idea que se tiene de esta movilidad es generalmente errónea. Se suele pensar que los movimientos migratorios se producen exclusivamente desde los países menos desarrollados a los más desarrollados, cuando la realidad es que la mayoría de ellos se realizan dentro de las propias regiones.
Las fronteras mundiales pueden ser físicas o imaginarias, pero son estas últimas las más preocupantes porque provocan nacionalismos extremos y prejuicios hacia lo diferente, de manera independiente a la globalización económica, que ha difuminado las fronteras físicas. La palabra inmigrante se utiliza únicamente desde el punto de vista económico o sociológico, pero realmente la frontera la establece la propia población, con estereotipos sobre empleo, inmigración o nacionalismo.

-Si es la población la que establece las fronteras, ¿de qué manera afectan a la sociedad los movimientos migratorios?
-Depende del modelo de integración de cada país. En algunos países priman los derechos individuales de las personas sobre los colectivos, y esto puede perjudicar a la cohesión social y dejar de lado la igualdad de derechos o de oportunidades entre los individuos.
En el caso de España, se contaba con una serie de derechos que se han reducido a causa de las reformas en las leyes de extranjería y los recortes derivados de la crisis económica. Las medidas de sostenibilidad del sistema público dejan fuera de la sanidad pública a extranjeros irregulares o a jóvenes españoles que no han cotizado; es una huida hacia atrás en la que se están perdiendo recursos y se están negando derechos sociales universales.

-A comienzos del siglo XXI, ¿el movimiento migratorio es mayor que en otras épocas?

-El movimiento ha crecido porque ha aumentado la población, aunque es algo que depende de las circunstancias concretas de cada territorio.. No es especialmente intenso, porque cuando la inmigración aumenta en un país, está disminuyendo en otro, siendo la capacidad de acogida todavía muy amplia--. En España, lo que se puede esperar de estos movimientos es que desciendan, sin llegar nunca a anularse,. En el caso de los más jóvenes, especialmente en España, el apego al país no es tan intenso como en la generación anterior, por cuestiones educativas y sociales, por lo que les supone menos esfuerzo emigrar al extranjero.

-Estos jóvenes españoles que se encuentran en el extranjero representan la fuga de talentos, ¿es un fenómeno específico de España o se produce también en otros países?
-Es bastante común a nivel mundial. En sociedades muy desiguales o en situaciones de riesgo es lógico que haya emigraciones y concretamente la fuga de cerebros es algo que ha existido siempre. Precisamente, las personas más formadas son las más conscientes de sus posibilidades en otros países y en España ha aumentado la salida de jóvenes talentos. En los últimos años, el saldo migratorio en España ha empezado a ser negativo (el número de emigrantes es mayor que el de inmigrantes), pero esto no es indicativo de una fuga masiva, ya que en ocasiones la alta cualificación de los jóvenes no garantiza su validez en el extranjero, por dificultades de convalidación o de puesta en práctica.

¿Es necesario frenar este aumento de la salida de jóvenes talentos?
-La emigración debería ser voluntaria. Es respetable que una persona con capacidades y talentos destacables quiera irse, pero aquellas personas que se ven forzadas a hacerlo y dejar su vida o su familia en España para trabajar en el extranjero en condiciones cuestionables es algo distinto. En este caso se deberían tomar medidas para que nadie se viera obligado a emigrar y pudiera tomar decisiones en libertad, sin estar condicionado por el contexto socioeconómico en el que vive. La movilidad humana es positiva si se realiza desde la libertad y es por tanto voluntaria.