Durante los próximos años, el grupo centrará su actividad en el objetivo del proyecto: desarrollar alimentos funcionales - aquellos que son elaborados no solo por sus características nutricionales sino también para cumplir una función específica como puede ser el mejorar la salud y reducir el riesgo de contraer enfermedades-. En este caso, el grupo se dedicará a la

Gemma Montalvo, Carmen García y Sofía Praceres.

producción y conservación del queso.
Es la primera vez que la UAH participa en un proyecto International Training Network (ITN), que tiene como objetivo la formación y la empleabilidad de jóvenes investigadores. En este caso, con una inversión total de casi 4 millones de euros, se han contratado 14 investigadores -11 estudiantes de doctorado y 3 post doctorales- por parte de las empresas y los grupos de investigación europeos implicados. Estos jóvenes recibirán una formación interdisciplinar y puntera destinada a mejorar sus posibilidades de empleo y también a fomentar en ellos el emprendimiento, mediante la creación de empresas biotecnológicas de alimentos.
En esta entrevista, las profesoras Carmen García Ruíz y Gemma Montalvo y la investigadora, Sofía Praceres, exponen en qué consistirá su trabajo.

-¿Qué es la red Bibafoods?
-Gemma Montalvo: el objetivo de la red, en la que están implicados empresas y grupos de investigación de distintos países europeos, es la formación de 14 jóvenes investigadores en el desarrollo de alimentos funcionales novedosos que servirán para promover la salud y el bienestar en la Unión Europea, mejorar sus posibilidades de empleo y favorecer la creación de empresas biotecnológicas de alimentos.
Si nos centramos en el ámbito científico, en la UAH nos vamos a dedicar a la preparación de enzimas de interés prebiótico. La hipótesis de partida es que los materiales de estos sistemas son sensibles a las condiciones químicas externas y, por lo tanto, pueden ser adecuados para liberaciones controladas de un componente activo concreto, en un momento determinado del proceso de fabricación de un alimento o en el tracto intestinal. En este caso, vamos a centrar la aplicación en el proceso de maduración de quesos.Esta investigación se va a implementar, se va a materializar en realidades, y por eso también están implicadas varias empresas del ámbito de la alimentación.

-Ya existen en el mercado productos prebióticos, ¿cuál sería la novedad?
-Carmen García Ruíz: Estos sistemas se van a aplicar en el proceso de maduración del queso, de forma que éste sea más rápido, por lo que el producto podrá estar en el mercado en menos tiempo con el beneficio económico que esto tiene. Además, la enzima estudiada permite eliminar residuos de lactosa, generando una serie de beneficios para la salud, en particular para las personas intolerantes.
Por otra parte, también se trata de desarrollar nuevos alimentos funcionales que favorecen el tránsito intestinal, que también son muy demandados por los consumidores en los países desarrollados.

-Sofía, ¿cómo afrontas tú, como investigadora, esta nueva aventura en la UAH?
-Vengo de la Universidad de Coimbra, soy ingeniera biomédica y experta en técnicas de caracterización de biomateriales. Cuando supe de la existencia de este proyecto, gracias a mi orientador de máster, enseguida me entusiasmó porque considero que es una oportunidad muy buena para complementar mi carrera investigadora. La ITN facilita una formación puntera, excepcional, interdisciplinar, con estancias en distintos países durante 3 años de doctorado. Alcalá será mi sede-base, pero también voy a realizar estancias de investigación en Suecia y en Francia. Para mí es una gran satisfacción poder involucrarme en este proyecto y en este grupo de investigación.
Además, la ITN tiene el atractivo adicional del emprendimiento, ya que nos forman para desarrollar nuestro proyecto empresarial y nos prepara para un mercado laboral cada vez más exigente.

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