La UAH refuerza su investigación con un nuevo contrato Ramón y Cajal



Patricia García García
se ha incorporado al grupo de investigación de Química Biológica con un contrato Ramón y Cajal. La UAH sigue así reforzando su investigación.

Patricia García García se licenció en Química en la Universidad de Oviedo y se incorporó al grupo de investigación de Química Orgánica y Organometálica dirigido por el investigador José Barluenga. Premio extraordinario de licenciatura y de tesis doctoral, dos años de investigación en el Max Planck de Alemania y un contrato Juan de la Cierva en la Universidad de Burgos preceden la trayectoria de esta investigadora que se ha incorporado al grupo de Química Biológica de la UAH.

Patricia García García.


-Eres una investigadora muy joven, pero con una trayectoria impecable, ¿en qué has trabajado durante los últimos años?
-Durante la tesis me dediqué fundamentalmente a la investigación básica, a estudiar la reactividad de complejos ‘carbeno de Fischer’, es decir, a desarrollar metodologías, a diseñar transformaciones de forma más eficiente a la hora de sintetizar compuestos. Posteriormente realicé una estancia de 2 años en el Instituto Max Planck de Alemania. Allí también me dediqué a la metodología, pero en el ámbito de la organocatálisis, que utiliza moléculas orgánicas libres de metales para llevar a cabo reacciones químicas. Esto tiene sus ventajas, sobre todo si estamos hablando de productos como fármacos, porque evita que en el producto final haya restos de metales.
Tras mi estancia en Alemania obtuve un contrato Juan de la Cierva en la Universidad de Burgos y allí he trabajado en catálisis con complejos de oro, un metal que tradicionalmente se ha considerado poco reactivo, pero que en los últimos años se ha descubierto que tiene propiedades muy atractivas.

-¿Por qué has optado por el contrato Ramón y Cajal en la UAH?
-Mi idea inicial era quedarme en la Universidad de Burgos, pero al final las cosas se torcieron y surgió la oportunidad de incorporarme al grupo de investigación de Química Biológica del profesor Juan José Vaquero y no tardé en decidirme. Pensé que podría adaptarme bien por mi trayectoria investigadora, y me pareció que la política de la UAH en materia de investigación es muy interesante, ya que se está apoyando la incorporación de investigadores Ramón y Cajal y eso es muy positivo para una universidad que piensa en el futuro.

-¿En qué se va a centrar ahora tu actividad investigadora?
-En el equipo de Química Biológica se abordan varias líneas de investigación. Yo voy a colaborar en dos proyectos: por un lado, formamos parte de la Red de Investigación Renal REDinREN, y nuestro grupo se ha incorporado al ámbito de la química sintética, con el objetivo de diseñar y desarrollar nuevas moléculas que actúen frente a las dianas implicadas en la enfermedad renal, que tiene una prevalencia muy importante en la sociedad. Por otro lado, vamos a iniciar otra línea relacionada con el desarrollo de energías más limpias. Se trata de diseñar y sintetizar moléculas que se puedan incorporar a los dispositivos empleados en la captación y almacenamiento de la energía solar para aumentar su eficiencia.

-¿Qué perspectivas de futuro tienes?
-Espero poder aportar una nueva perspectiva al grupo con mi conocimiento. Me gustaría aplicar mi formación de metodología básica a la síntesis de compuestos, con una orientación más de investigación aplicada.

-Ser una joven investigadora en España se hace duro…

-La investigación vive unos momentos duros, la disminución de inversión que se está produciendo va a tener unas consecuencias fatales, porque no es algo que se pueda recuperar de inmediato. Habíamos avanzado de forma apreciable, nos habíamos puesto a un nivel aceptable, y parece que ahora se percibe como un espejismo. Pero los que tenemos la oportunidad de continuar trabajando en nuestro país tenemos que hacerlo con un compromiso mayor, si cabe.