El trabajo presentado por Amelia Calonge García, catedrática de Paleontología de la UAH, ha ganado el primer premio 'ex aequo' del concurso ‘Ciencia en Acción’ en la modalidad ‘Laboratorio de Geología’. El trabajo se titula ‘¡Prevenir las catástrofes! Simulando la gestión de los riesgos naturales’.

Amelia Calonge García.

En esta entrevista, Amelia Galonge explica en qué consiste el trabajo ganador, que la profesora de la UAH ha realizado en colaboración con Marta González, del Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya I; David Brusi, del Departament de Ciències Ambientals/GEOCAMB de la Universitat de Girona y Pedro Alfaro, del Departamento de Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente de la Universidad de Alicante.

-Cuéntenos en qué consiste el proyecto ganador y cómo se integra en las enseñanzas que se imparten en la UAH
-El taller ‘¡Prevenir las catástrofes!’ es un juego 'online', completamente gratuito, con el que trabajamos en la clase de Informática, en el Máster de Formación del Profesorado de Secundaria y en el Grado de Magisterio de Educación Primaria. El juego simula una catástrofe, ya sea un tsunami, un incendio o un terremoto, y los estudiantes tienen que tomar decisiones para tratar de paliar los efectos y analizar cómo prevenirlos. Ofrece un marco teórico y sugiere actividades didácticas para el aula sobre cómo gestionar los riesgos naturales de forma eficiente. Es una actividad que está muy bien valorada por los estudiantes.
Ganar la partida en el juego significa entender que no se puede impedir que ocurran inundaciones, terremotos, 'tsunamis', huracanes y otros fenómenos naturales y que ante estas tragedias las únicas estrategias posibles para reducir sus efectos y protegernos son la prevención, la mitigación y la preparación ante los riesgos.

-Es muy importante desarrollar iniciativas de este tipo e incorporarlas a la docencia
-La preparación de esta actividad se ha inspirado en diversas consideraciones: por una parte, la importancia de saber que todos los años se producen fenómenos naturales con consecuencias catastróficas en el planeta y que casi todas las zonas están expuestas. Y, por otra, la movilidad de la población hace que, con relativa facilidad, las personas puedan desplazarse a entornos menos conocidos, afectados por fenómenos naturales. Muchas veces, el desconocimiento sobre los fenómenos geológicos y cómo actuar frente a ellos pueden poner en peligro nuestra vida (tenemos reciente las consecuencias del terremoto de Lorca). Una población formada e informada sobre los riesgos geológicos consigue reducir considerablemente el número de víctimas y de daños materiales y, consecuentemente, es la base de una sociedad más preparada y resiliente.

El tema de los riesgos naturales es de gran interés en el aula, no solo porque las catástrofes salpican recurrentemente las noticias de actualidad (en estos últimos días el volcán de Ontake en Japón, los desprendimientos de tierras sobre el funicular de Montjuïc o las inundaciones en el AVE de Gerona), sino porque su tratamiento conlleva un enfoque multidisciplinar en el que se relacionan aspectos geográficos, biológicos, sociales, sociológicos, económicos o sanitarios.

En las primeras jugadas se pueden escuchar comentarios como ‘¡me he quedado sin dinero y el 'tsumani' ha arrasado!’, ‘he intentado mejorar las estructuras de las casas para que fuesen más seguras pero me he olvidado de utilizar recursos ambientales como barreras para la protección de esas viviendas’, pero según van jugando actúan de forma más responsable e intentando minimizar los daños.

-También es necesario formar a los profesionales que se encargan de la docencia en asuntos relacionados con las catástrofes…
-Nuestros estudiantes de hoy serán los políticos, arquitectos e ingenieros del mañana. Ellos serán los que construirán nuestras ciudades, nuestras infraestructuras, y en sus manos está el reducir drásticamente nuestra vulnerabilidad frente a los fenómenos naturales. La ciencia y la tecnología han avanzado mucho en las últimas décadas y, por fortuna, el ser humano dispone de los conocimientos científicos suficientes y de la tecnología necesaria para evitar que terremotos como los que pueden ocurrir en nuestro país causen una catástrofe. El número de víctimas puede reducirse drásticamente. Para ello disponemos de una herramienta muy poderosa, la educación.

El concurso ‘Ciencia en Acción’ es una iniciativa del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, el Instituto de Ciencias Matemáticas, la Real Sociedad Española de Física, la Real Sociedad Española de Química, la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular, la Sociedad Geológica de España y la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Está dirigido a estudiantes, profesores, investigadores y divulgadores de la comunidad científica, en cualquiera de sus disciplinas.

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