Esta investigadora, experta en nanotecnología, se integra en el Departamento de Química Analítica e Ingeniería Química de la UAH tiene en su haber un tr35 del MIT, un premio que cada año elige a los 35 jóvenes investigadores de menos de 35 años de mayor potencial innovador del mundo, las personas que más impacto van a generar en el futuro a nivel tecnológico. Ana Díez, que hasta ahora ha trabajado en el Instituto de Ciencia y Tecnología de Polímeros del CSIC, se incorpora al grupo de investigación Micro y

Ana Díez.

Nanoestructuras de Tensioactivos, MYNATEN, para continuar desarrollando su labor, gracias a un contrato Ramón y Cajal.

-Para la UAH es todo un lujo poder incorporar a una investigadora tan prometedora. Cuéntenos con qué proyecto consiguió el TR35 del MIT
-El proyecto premiado consiste, básicamente, en el diseño de un método simple y escalable a nivel industrial para producir nanocompuestos termoplásticos que incorporan otros materiales que los refuerzan. El objetivo es conseguir materiales muy resistentes y ligeros a la vez . Yo he trabajado en la integración de nanotubos de carbono, que tiene muy buenas propiedades eléctricas, térmicas y mecánicas, en dos tipos de polímeros de gran interés en la industria aeronáutica: las resinas epoxy y la polieter éter cetona (PEEK).. En este proyecto he estado trabajando en los últimos años, con muy importantes resultados. De hecho, tenemos muchas publicaciones y también una patente, que estamos negociando con varias empresas.

-¿Por qué va a dar el salto a la UAH?
-La situación actual impide mi continuidad en el CSIC y mi mejor opción era incorporarme a una universidad. La concesión del contrato Ramón y Cajal coincidió con la estancia en el CSIC de la profesora Soledad Vera, que coordina el grupo de investigación MYNATEN. Ella me planteó la posibilidad de incorporarme a la UAH y me pareció muy buena opción. Este grupo trabaja con tensoactivos, que fue mi investigación de origen, y creo que la elección ha sido adecuada.

-¿Qué espera de esta nueva etapa que se abre?
-Yo estoy muy ilusionada, sobre todo porque me gusta dar clases, y creo que voy a tener la posibilidad de impartir docencia, dar prácticas y tener contacto con los estudiantes.
Espero, por otra parte, poder incorporar nuevas líneas de investigación al grupo, trabajando con nanotubos de carbono y grafeno, para ver la posibilidad de crear sensores ópticos que incorporen vitaminas, nanotubos de carbono y polímeros.

-Su carrera investigadora ha sido muy buena, hasta el momento, ¿cómo ve el futuro?
-En investigación, muy mal. España ha perdido a toda una generación de investigadores en la que el Estado había invertido muchísimo dinero. Yo me siento una gran afortunada por poder continuar investigando en mi país, compaginando mi vida profesional y personal, pero desgraciadamente soy una excepción. Y los pocos que quedamos estamos envueltos en la incertidumbre y en la inseguridad. Es una situación muy difícil… pero si te gusta, haces todo lo posible.

-¿Qué le atrae de la investigación?
-Yo me confieso una enamorada de la investigación aplicada, aunque reconozco que la investigación fundamental es necesaria. Creo que la incorporación a la UAH puede ser una oportunidad para colaborar con otros grupos de investigación para desarrollar sensores biomédicos que fueran útiles para la sociedad a cualquier nivel.

TRAYECTORIA INVESTIGADORA

Ana Díez Pascual estudió Química en la Universidad Complutense, donde se licenció en el año 2001. Allí realizó su tesis doctoral, en el Departamento de Química-Física, sobre caracterización de fluidos complejos.
Durante la tesis y el posdoctorado realizó varias estancias en el extranjero, entre ellas, en el instituto de Coloides e Interfases del Max Planck de Alemania y en el Instituto de Físico-Química de la Universidad de Aquisgrán, también en Alemania.
Ana Díez ha trabajado en el CSIC, dentro del Grupo de Física de Polímeros, desde el año 2008, y ha colaborado con varios grupos de investigación extranjeros, entre ellos el instituto de Investigación Aeroespacial y el Instituto de Ciencias moleculares del NRC Canadiense, donde realizó estancias postdoctorales durante el 2009 y 2010, y ahora da un paso más, incorporándose al grupo de investigación MYNATEN de la UAH.

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