El profesor Juan Junoy, en la final nacional del concurso de monólogos científicos, Famelab



El profesor de la UAH, Juan Junoy, se enfrenta a un nuevo reto: la final española de Famelab, un concurso de divulgación científica promovido por la FECYT.

Fotos cedidas por la organización.
Juan Junoy, profesor del departamento de Ciencias de la Vida de la UAH y coordinador del grupo de investigación en Biodiversidad Marina UE-ES, es un buscador. Busca nuevas especies, busca nuevos parajes donde puedan anidar nuevas especies y busca también nuevas experiencias. Este ansia de encontrar le ha llevado al concurso de monólogos científicos Famelab, organizado por la FECYT y el British Council, donde ha alcanzado la final, que se celebra esta tarde en la sala Galileo Galilei de Madrid en medio de una gran expectación.

Junoy, el científico más veterano de los 8 que compiten en la final nacional de Famelab, se enfrentará en el escenario con ingenieros, físicos y matemáticos procedentes de universidades e institutos de investigación de toda España que persiguen un objetivo común: demostrar que la ciencia, cualquier tipo de ciencia, puede ser entendida y aprendida de forma amena.

En esta entrevista cuenta cómo surgió la oportunidad de participar en este evento que, no por inusual en España, resulta menos atractivo, y prueba de ello es el aforo completo que consiguió la gala de la semifinal en Barcelona.

-¿Cómo se enteró del concurso de monólogos científicos?

-Un amigo se enteró de la convocatoria y me pasó la información, sabiendo que me gustan estas cosas. Había que enviar un vídeo para una primera fase y fui seleccionado. Participé en la semifinal, el día 21 de marzo, en el teatro Poliorama de Barcelona y fue muy divertido, porque llenamos el teatro y el público se entregó, y la verdad es que fue sorprendente ver el interés de la gente por este tipo de eventos. Pasé a la final con otros 7 participantes y hoy se decidirá en Madrid quién pasa a la final internacional que se celebrará en Inglaterra

-¿Y por qué decide participar?
-Fundamentalmente por diversión. Me encanta hablar en público, las conferencias me parecen una de las cosas más atractivas para enseñar. Hacer un monólogo científico en 3 minutos era un reto y sobre todo una diversión, un buen ejercicio. Este concurso además permite conocer a otros científicos, todos más jóvenes que yo, e intercambiar modos y formas de divulgar. De hecho, los participantes de la primera edición de Famelab, del año pasado, han creado un grupo de monologuistas científicos, la Big Van Theory, que han dado charlas por toda España en colegios e institutos, teatros, museos, en eventos científicos…

-Son 3 minutos de monólogo científico y la única exigencia es que llegue al público, que sea capaz de atraer la atención…

-Sí, en mi caso yo he adornado el monólogo con algunas piececitas de humor que lo hacen más atractivo. Tal vez porque la escasa tradición de monólogos que existe en España está fundamentada en el humor. De hecho, en la semifinal, tuve que parar varias veces porque la gente aplaudía y se reía, y yo temía no poder terminarlo en los 3 minutos. La verdad es que fue una experiencia muy enriquecedora.

-La divulgación científica es fundamental, profesor
-Desde luego. Pero a mí me parece un poco penoso que las conferencias en la Universidad española se hayan convertido en un medio para obtener créditos. Creo que la conferencia, la charla, el congreso, la clase es un medio excelente para asimilar conocimientos y adquirir otros nuevos.
Y, por otra parte, tampoco hay mucha tradición de divulgación científica en España, pero es que lo cierto es que algunos conferenciantes son muy aburridos y sus charlas son insoportables. La comunicación científica tiene que ser atractiva y, sobre todo, el conferenciante tiene que hacerse entender, se trate del asunto que se trate.

-Pero, ¿cómo se hace?
-Bueno, cada uno tiene sus propias herramientas. Yo doy clases de 13,00 a 15,00 horas y soy consciente de que o mis clases son amenas o los estudiantes se me duermen o se van a comer. Así que pongo mucho empeño en preparar las clases con ciertas dosis de humor, y para mí es muy satisfactorio captar la atención de mis alumnos o de las personas que acuden a mis conferencias.
La mejor improvisación, por otra parte, es la que está mejor preparada. Yo trabajo a conciencia mis clases, igual que estoy haciendo con el monólogo. Tengo aburrida a mi mujer, a mis hijos, a mis amigos… Hay que estar bien preparado, como lo están mis compañeros de concurso.

-Usted es un experto en nemertinos, pero su monólogo va de ostras… Sin desvelarnos el secreto, coméntenos qué cuenta en sus 3 minutos de monólogo
-Pues sí, hablo de la ostra y utilizo ese juego de palabras que todos utilizamos, ‘estar aburrido como una ostra’, para demostrar que este molusco es de todo menos aburrido. Hablo de las ventajas evolutivas del ciclo biológico de la ostra. Pero hasta ahí puedo contarte Podréis seguir todo el monólogo en streaming , no puedo desvelarte más.

-Le deseamos mucha suerte en la final, profesor
-Lo más importante es que vamos a divertirnos y a divulgar ciencia, que es de lo que se trata.

La final se celebra esta tarde en la sala Galileo Galilei de Madrid.