‘La secuencia del ADN mitocondrial abre una revolución en el estudio de la evolución humana’



Un equipo de investigadores de la UAH, capitaneados por Ignacio Martínez Mendizábal, ha participado en el descubrimiento del ADN humano más antiguo.

El equipo de investigadores de Atapuerca, entre los que se incluye un grupo de profesores y doctorandos de la UAH, dirigidos por Ignacio Martínez Mendizábal, y el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Alemania, ha logrado extraer del fémur XIII de la Sima de los Huesos el ADN humano más antiguo de la historia gracias a la secuencia del genoma mitocondrial.

Ignacio Martínez Mendizábal.


Mediante esta investigación, publicada en el último número de la revista especializada Nature, se ha datado el fémur XIII en unos 400.000 años –el fósil humano más antiguo datado hasta el momento mediante ADN tenía unos 100.000 años-. La trascendencia del descubrimiento es importante desde el momento en que abre una nueva ventana por la que adentrarse en los orígenes de la evolución humana.

En esta entrevista, el profesor Ignacio Martínez ayuda a solventar dudas y genera expectativas sobre lo que este proyecto de investigación implica.

-¿Qué significa, profesor, que esta investigación haya logrado secuenciar el genoma humano mitocondrial más antiguo conocido hasta el momento, que data de hace 400.000 años?
-Hay que explicar que el ser humano tiene dos tipos de ADN: uno se encuentra en el núcleo de las células y es responsable de nuestras características genéticas; y otro, el mitocondrial, se encuentra en múltiples copias en las mitocondrias de las células y se transmite por línea materna. Este último ADN es más fácil de encontrar porque hay muchos, no solo una copia en el núcleo de las células. La investigación ha logrado secuenciar el genoma mitocondrial gracias a unas técnicas y metodologías muy complejas que han permitido trabajar con segmentos muy pequeños de ADN que, debido a la antigüedad de los huesos, estaban muy degradados.

-La lectura de este ADN mitocondrial ha deparado alguna sorpresa ... Ha dejado en evidencia que el fémur XIII de la Sima de los Huesos está más cerca de un denisovano que de un neardental, en contra de lo que se preveía
-Yo no sería tan contundente...Para explicarlo, voy a poner una analogía: en España, generación tras generación, el apellido que pervive es el paterno y puede ocurrir cosas como que mi primo hermano, hijo de la hermana de mi madre, no sea reconocido como mi pariente próximo y alguien que sí tiene mi mismo primer apellido, aunque el parentesco sea muy lejano, sea reconocido como mi pariente. Estas cosas también pueden ocurrir con el ADN mitocondrial... Por eso, yo creo que la sorpresa ha sido relativa, porque sabíamos que esto podría ocurrir, que aunque los individuos de la Sima tengan un parentesco mayor con los neandertales, como prueban las similitudes anatómicas, el ADN mitocondrial, en este caso, acerca este fémur XIII más a los denisovanos y, además, como hay tanto enigma en torno a esta especie, pues la intriga está servida... Pero pienso que cuando consigamos ADN mitocondrial de otros individuos de la Sima tendremos más linaje, más ‘apellidos’ que cuadren con los neardentales.

-¿Y si se ha conseguido extraer ADN mitocondrial, sería posible extraer el nuclear?
-Es posible, pero está en el límite de lo posible... Se dan dos circunstancias clave: tenemos la colección de fósiles más numerosa –28 individuos- y mejor conservada del mundo, hasta este momento. Hasta ahora era impensable recuperar ADN mitocondrial de un fósil de 400.000 años, pero se ha logrado gracias a técnicas informáticas muy complejas desarrolladas por el Instituto Max Planck. Por tanto, igual que se ha recuperado ADN mitocondrial, tal vez podría recuperarse ADN nuclear.

-Este descubrimiento abre puertas, profesor
-Sí, abre la puerta a la esperanza, porque se puede obtener más información; podríamos, en un momento dado, relacionar el ADN con la anatomía, y eso es imposible en cualquier otro yacimiento. Es carísimo y muy difícil, pero es una revolución en la investigación de la evolución humana. Más allá de los resultados de la investigación, lo importante es lo que se anuncia: se abren nuevas posibilidades en el estudio de la evolución humana.

-¿Cómo se prevé que será 2014 en Atapuerca?
-Pues aventuramos que va a ser muy productivo, porque aunque las investigaciones se prolongan durante décadas a veces, estamos culminando algunas de ellas y van a cristalizar entre este año y el próximo. Y, además, en temas de mucho impacto...

-La UAH tiene ya un equipo de expertos en evolución humana muy importante
-Pues sin falsas modestias, sí, la UAH dispone de un grupo de investigadores importante y formamos parte de un club bastante exclusivo de universidades españolas. Ya se ha leído la primera tesis doctoral y se están iniciando otras... Poco a poco se está formando un núcleo, de forma ordenada y de forma coordinada con el equipo que dirige Arsuaga.
Y no me resisto a decir otra cosa: me siento muy orgulloso de nuestros alumnos. Allá donde van, sea a Atapuerca o a otros yacimientos, son reconocidos. Todo lo que recibimos de los equipos de excavación son halagos, porque son estudiantes implicados, muy trabajadores y muy entregados.

-Profesor, ¿el ser humano es capaz de mantener la emoción a lo largo de décadas de investigación?
-Cada vez más. Hay 2 tipos de emoción: la emoción ante el hallazgo que, en este campo siempre es igual de fresca, porque todo lo que encuentras es tan único... y luego está la emoción del descubrimiento, que es la que crece con las preguntas, con el desafío que el hallazgo supone. Yo creo que este tipo de emociones se genera en cualquier investigador y siempre crece con los nuevos retos. Para mí es mucho más emocionante mi trabajo ahora que hace 20 años, porque sé más.