Disruptores hormonales: el precio del desarrollo



Este año la propuesta es reducir el consumo de sustancias que puedan actuar como disruptores hormonales, provocando alteraciones hormonales en el organismo.

En esta entrevista, el profesor de la UAH, Alejandro Reyes, pediatra en el hospital Príncipe de Asturias, habla sobre los disruptores hormonales y explica qué efectos causa, cada vez con más prevalencia, entre los más pequeños.

Alejandro Reyes.


-Profesor, ¿qué son los alteradores hormonales?
-Son una serie de sustancias muy heterogéneas que pueden alterar el metabolismo, ya que tienen capacidad para variar el equilibrio hormonal, y pueden afectar a todos los seres vivos, incluido el ser humano, desde su etapa embrionaria.
Se trata de sustancias muy variadas, presentes en algunos alimentos. Por ejemplo, se sigue publicando mucho sobre la soja y su capacidad como disruptor hormonal, sobre hasta qué punto los fitoestrógenos de la soja están implicados en la disrupción hormonal.

-¿Qué sustancias son disruptores hormonales?

-Pues un paradigma serían las dioxinas. Sustancias artificiales cada vez más frecuentes en nuestra civilización. Esas sustancias generan disrupción hormonal, con una expresión clínica determinada y una serie de manifestaciones, incluso, que generan consultas hospitalarias.

-¿Qué productos tienen que despertar nuestra ‘alerta’?

-Pues cualquier sustancia que tenga derivados del petróleo pueden estar implicados en la disrupción hormonal: alimentos, productos de higiene personal, productos de limpieza, insecticidas, ambientadores, derivados del plástico...

-¿Cuáles son los efectos comprobados?
-Cada vez es más frecuente en las consultas hospitalarias la visita de parejas infértiles, que necesitan ayuda técnica para poder procrear; la oligoespermia o espermas ‘vagos’; niños que desarrollan el tejido mamario y niñas que lo desarrollan de forma prematura, lo que se denomina ginecomastia en los varones; malformaciones en los genitales de los bebés, pubertad precoz... Este tipo de patologías son cada vez más frecuentes en las consultas médicas y la investigación apunta que pueden estar relacionadas con los alteradores endocrinos.

-¿Cómo se previene?

-Lo fundamental es saber que este tipo de sustancias existen y, desde luego, cuanto más natural sea la dieta, mucho mejor. Y no alarmarse, claro: no hay que acudir a urgencias porque un niño ingiera un gel con parabenos, porque el efecto no es inmediato.
Pienso que lo importante es estar informado: cualquier producto puede generar una intoxicación en grandes cantidades. Lo que define el veneno es la dosis...Así que nada de alarmas y sí información y conciencia para tener una vida lo más saludable posible.