Descubriendo algunas de las patologías raras de la voz
Ignacio Cobeta habla en esta entrevista de la consulta de patologías de voz que dirige en el hospital universitario Ramón y Cajal, centrada en patologías neurológicas.
Es catedrático de Otorrinolaringología de la UAH y en ocasiones se ha asomado a esta ventana porque, además de profesor, doctor e investigador, es asesor de la Escuela Superior de Canto y es el médico de cabecera de grandes voces de este país. En esta entrevista vamos a conocer más de cerca la labor investigadora y profesional que desarrolla Ignacio Cobeta.
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Ignacio Cobeta. |
-La consulta de voz que usted dirige en el hospital universitario Ramón y Cajal está muy centrada en determinadas patologías neurológicas, poco frecuentes
-En esta consulta de voz se admiten los casos complejos, suelen ser pacientes de servicios de Otorrinolaringología de toda España con patologías poco frecuentes, como las parálisis laringeas o las disfonías espasmódicas, una patología neurológica, de origen desconocido, que impide que el paciente hable de una manera fluida. Nosotros hacemos tratamientos, bien con infiltraciones o con cirugía, para tratar de mejorar la calidad de vida de este tipo de pacientes.
También trabajamos en patologías de la voz relacionadas con los mayores, que tienen problemas específicos de voz. Estas son nuestras 2 líneas de investigación fundamentales, que están permitiendo el desarrollo de tesis doctorales en la UAH.
Asimismo, hacemos cirugías poco frecuentes en relación con la voz que, difícilmente, se realizan en otros centros.
-Háblenos del proyecto de investigación relacionado con la disfonía espasmódica
-El objetivo es tratar de ahondar en este tipo de patologías, que son desconocidas, que son de carácter neurológico y afectan mucho a la calidad de vida de las personas que las sufren, porque no pueden hablar de una forma natural. No es una disfemia, es una contracción involuntaria del músculo de las cuerdas vocales y se habla de forma entrecortada, como si le dieran golpes en la laringe mientras habla.
Parece que afecta un poco más a las mujeres a partir de los 45-50 años, pero en realidad es una enfermedad que afecta también a jóvenes y hombres, y parece que está relacionada con lo que conocemos con los tics faciales.
Hay una asociación muy activa, con sede en Cádiz, y la mayoría de los pacientes que sufren esta enfermedad pasan por nuestra consulta. En España habrá unos 2.000 enfermos de disfonía espasmódica y en muchos casos llevamos a cabo cirugías.
-Cuéntenos también en qué consiste el proyecto relacionado con los mayores
-Es un asunto importante porque, conforme va avanzando la edad, se va produciendo una atrofia muscular generalizada que también afecta a las cuerdas vocales y a los músculos respiratorios y, como la voz es vibración del aire que nosotros expelemos de los pulmones, cuando la fortaleza pulmonar disminuye y hay una atrofia de la laringe, la voz es más débil, es más aérea y hay dificultad para emitir sonido vocal. Esta patología se está incrementando a medida que se incrementa la esperanza de vida y es un problema de comunicación que afecta cada vez a más personas. Lo que estamos viendo es que las personas ancianas que llegan a esta edad con buena salud y hábitos saludables de vida, logran que se retrase mucho lo que denominamos presbifonía, que podría afectar en torno al 20% de las personas con más de 65 años.
Lo mejor que podemos hacer es prevenirla, evitando el tabaco, haciendo una vida saludable, con ejercicios respiratorios regulares que ya se ejercen al realizar cualquier actividad física.
-La voz sigue siendo el instrumento fundamental de comunicación del ser humano, al menos de momento, ¿nos cuidamos la voz, doctor?
-Más allá de lo que cuidemos o no la voz, tenemos que ser conscientes de que cada uno tiene sus limitaciones y no hay que cruzar los límites. Por ejemplo, hay muchas estadísticas realizadas en profesores y se ve que 1 de cada 4 profesores pueden llegar a tener problemas de la voz, sobre todo entre los que trabajan con niños pequeños.
Luego, hay que aprender algunos trucos para evitar que nuestra actividad diaria perjudique a nuestra voz.
-Denos algunos de esos trucos para la comunidad universitaria de la UAH
-Hay que aprender a impostar la voz, es decir, hablar en un tono un poco más agudo que el normal y tratando de hablar sicológicamente para el fondo de la sala. Cuando se habla, también es muy importante no contraer todos los músculos del cuello y no agotar todo el aire; a veces hablamos como si lleváramos 2 bolsas de las compras en la mano, es lo que se denomina hiperfonación, y eso es muy perjudicial. Y luego, es muy importante hablar cuando el resto guarda silencio. Así es como los profesionales docentes deben cuidarse la voz.
Las pequeñas recomendaciones de un logopeda siempre vienen bien, sobre todo para personas que han tenido alguna alteración en la voz.
Y para los estudiantes también es recomendable que no hablen en ambientes ruidosos o con mucho humo. Una de las peores cosas para la voz es hablar en ambientes ruidosos. Siempre preguntamos a nuestros pacientes si la voz es peor el viernes o el lunes: si es el viernes, suelen ser profesores; si el es lunes, suelen ser estudiantes... Hablar por encima de los 85 decibelios de ruido es gritar y debemos ser conscientes de que eso nos hace mucho daño.
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