Beltrán se entusiasma cuando habla de Africa y enseguida acepta opinar sobre las consecuencias que puede tener la celebración del mundial de fútbol para el continente, el más desconocido de todos, según él mismo se encarga de recordar. En esta entrevista, el profesor opina sobre este fenómeno que revoluciona emociones y mueve millones de euros cada 4 años.

Cartel oficial del Mundial de Sudáfrica.

-Profesor, ¿cree que habrá un antes y un después para Africa tras la celebración del mundial, que esto va a servir para que el mundo conozca más y mejor al continente?
-Yo diría que un antes y un después habrá, pero con minúsculas. No habrá cambios relevantes, ni se producirá en el exterior un cambio de mentalidad con respecto a Africa. Este mundial no ha supuesto grandes emociones para los africanos, porque lamentablemente los equipos del continente han sido eliminados con bastante antelación y, por tanto, el entusiasmo está bastante rebajado, y tampoco creo que la comunidad internacional apueste más o se involucre más en los problemas de Africa por la celebración de este evento.

-¿Cree que el mundial servirá para dar a conocer más la cultura africana?
-En realidad, la celebración de este tipo de eventos en países llamados periféricos o del Tercer Mundo, siempre implican un aumento de la atención mundial, pero no más allá del país de celebración, en este caso Sudáfrica. De hecho, se eligió este país porque nunca se había celebrado un mundial en Africa y también porque ofrecía garantías para su organización, pero a nivel cultural no creo que nos esté aportando demasiado. Por ejemplo, aquí en España, lo único que ha motivado este mundial ha sido la celebración del Día de Africa, aquí en Madrid y en otras ciudades, y desde luego la repercusión mediática de esta conmemoración, que fue en mayo, ha sido casi nula.
De todos modos, yo no hablaría de cultura africana, sino de culturas, porque en Africa hay 49 estados y hay cientos de pueblos con sus distintas culturas.

-Sudáfrica sí ha sido la gran beneficiada de este evento. Parece que todos conocemos mejor este país ahora que hace unas semanas
-Sudáfrica es la locomotora económica, técnica y tecnológica de Africa, pero es un país con una historia muy dramática, marcada por el Apartheid y por leyes muy rígidas tendentes a impedir el mestizaje. En realidad, este país sigue teniendo los problemas que tenía antes, en menor medida, claro, pero sí se mantiene cierta polarización de la sociedad. Y en el deporte esto también se percibe. Antes el deporte de los blancos era el rugby y el deporte de los negros era el fútbol. Todo el mundo lo sabe gracias a una película de éxito (Invictus). Ahora esto se ha suavizado y creo que el mundial también va a servir para que el fútbol se popularice mucho más como deporte para todos.

-Una última pregunta, profesor. Hay un runrún sobre la oportunidad que Africa ha perdido para dar a conocer sus realidades más feas y el escaso papel que las ONGs han tenido en este caso como difusoras de los graves problemas que afectan al continente, ¿usted qué opina?
-Yo no sé si las ONGes han perdido esa oportunidad, lo que sí sé es que a veces las ONGes tratan de colaborar en el desarrollo de Africa, pero a veces esa colaboración no es fructífera, porque Africa es muy diversa y no se pueden imponer modos y formas externas a su propia idiosincrasia. Creo que las iniciativas en Africa tienen que surgir desde dentro, tienen que ser endógenas, tenemos que contar con ellos, si realmente queremos que estos proyectos de cooperación tengan éxito.

Publicado en: Archivo entrevistas-reportajes