Ziraldo: "una buena idea salva cualquier dibujo"

Es, como su personaje más universal, ‘menino maluquinho’, un niño loco y feliz que acaba de aterrizar en España para recibir lo que él considera “el premio más importante” de su vida, el Premio Iberoamericano de Humor Gráfico Quevedos, que otorgan los Ministerios de Educación y Cultura y de Asuntos Exteriores, a iniciativa de la Fundación General de la Universidad de Alcalá. El dibujante brasileño Ziraldo Alves habla, emocionado, del significado de este galardón.

Lleva 60 años trabajando. Dibuja, escribe, presenta un programa de televisión... y ahora, a punto de cumplir 77 años, ha recibido el mejor regalo de cumpleaños posible, el Premio Iberoamericano de Humor Gráfico Quevedos, un galardón que premia la trayectoria profesional de los humoristas gráficos iberoamericanos cuya obra haya tenido una especial significación social y artística. Apasionado por España, se confiesa como “el único brasileño que se ha leído El Quijote entero” y se muestra orgulloso de engrosar una lista en la que aparecen nombres como Mingote, Quino, Chumy Chumez, El Roto o Eduardo Ferro.
-Creo que ha tenido usted un viaje muy accidentado desde Río de Janeiro.
-Sí, ha sido muy accidentado. Tuve que coger el avión dos veces, porque el primer vuelo se suspendió; luego hubo una tormenta enorme al salir de Brasil y mi mujer se asustó mucho y antes de llegar a Madrid nos bajaron en Canarias para repostar combustible. La pena es que no pude ver nada de Canarias...Pero lo importante es que ya estamos aquí y tenemos una historia que contar.
-¿Qué ha supuesto este galardón para usted?
-Es muy difícil de explicar... Es la sexta edición de un premio que reconoce el trabajo de artistas desde Méjico hasta la Patagonia y toda la Península Ibérica, y me lo han dado a mí, a punto de cumplir los 77 años. Me ha ocurrido este premio y es un gran regalo de cumpleaños. Cualquier premio tiene un significado muy importante para un artista porque es como una confirmación, te están diciendo, eh, hiciste bien tu trabajo. Y éste además es tan importante...La pena es que mis padres no lo puedan ver, porque los hijos, mis tres hijos, se han alegrado mucho, pero de este tipo de cosas se alegran siempre más los padres (dice entre risas). Al margen de la broma, este galardón es la cosa más importante que me ha ocurrido en mi vida profesional. Y, además, gano a uno de mis hijos, que tiene más de cincuenta en casa, pero ninguno de la importancia de éste.
-Se confiesa un apasionado de España...
-Lo soy, sí. Yo siempre lo digo. Empecé a estudiar Derecho en Brasil para poder hacer el viaje de fin de curso y poder venir a España. Estuve aquí en el año 1957 y el primer pié fuera de Brasil lo puse frente a la estatua de Colon en Barcelona. Fue una emoción absurda, lo reconozco, pero en esta época salir de Brasil para España era un privilegio muy raro.
-Este galardón se otorga a una trayectoria profesional pero también a una obra que haya tenido una especial significación social y artística, ¿es usted un artista comprometido?
-Comprometido con mi trabajo. Me gusta mucho trabajar. Hay una frase de El Quijote que acabo de rescatar que dice: “mi reposo es el campo de batalla”. Yo me identifico con esa frase. Trabajo todo el tiempo. Ahora estoy trabajando en una colección de pinturas acrílicas para una exposición que haremos en Río a principios del año. Sí, me apasiona mi trabajo, tengo una obra, pero uno no puede hacer proselitismo. En mi obra no hay mensaje, no hay ejemplo; uno tiene que hacer la obra y el mensaje está en la calidad del trabajo. Pongo mucho celo, tengo mucho cuidado con eso. Otra cosa es mi compromiso con la educación, pero eso forma parte de mi actividad personal, no de mi trabajo.
-De hecho, usted tiene un programa de televisión de carácter eductivo
-Sí, hago un programa de televisión para niños, porque creo que la televisión es fundamental para la educación. Si la televisión quisiera, todo el mundo leería, por eso me ha encantado el trabajo de Tute en la Muestra Internacional de Humor Gráfico, porque es un símbolo del poder de la televisión (el dibujo de Tute muestra a un niño subido encima de una televisión apagada para alcanzar un libro de una estantería). En Brasil la educación de los niños es un grave problema, porque el libro no forma parte de su historia; no ocurre como en Europa. Cervantes escribió El Quijote y al año siguiente, con sólo 500 ejemplares, toda Europa hablaba de El Quijote y hasta lo plagiaron. Brasil sólo tiene 200 años de historia como nación, el resto del tiempo había sido una empresa comercial portuguesa. Así que ahora tenemos que correr y es el momento, porque por un milagro que no se explica el país tiene unidad y nos hemos convertido en la décima potencia económica del mundo. Es el momento de ganar el terreno para la educación de los niños.
-Es muy curioso. Usted es un gran comprometido con la educación y le ha llegado el Quevedos el mismo año en que la muestra se dedica, precisamente, a ese segundo Objetivo del Milenio: la educación universal en el año 2015.
-Fue una feliz coincidencia aunque, como diría Jung, no hay coincidencia, hay sincronía.
-Las Olimpiadas de 2016 serán una gran oportunidad para su país
-Bueno, yo siempre digo que a Brasil, al presidente Lula, le ha tocado la lotería con la copa y con las olimpiadas. Y los españoles no deben ofenderse. Nos ha tocado porque nosotros necesitábamos las Olimpiadas mucho más que España. Para Madrid era una cuestión de orgullo, para nosotros es casi una necesidad biológica. Creo que pasará algo similar a lo que ocurrió en Barcelona. Barcelona era una ciudad triste antes de las Olimpiadas de 1992. La Sagrada Familia era un edificio negro antes de ese evento y ahora Barcelona es una ciudad brillante. Eso va a pasar en Río. Es verdad que hay mucha inseguridad, mucha violencia urbana. Yo digo que vamos a inaugurar una nueva actividad olímpica: el tiro al helicóptero, pero eso va a mejorar mucho de aquí al 2016 y no va a ser difícil. Tenemos dinero, Brasil ha pagado su deuda externa y ahora presta dinero y los españoles están metiendo mucha plata allá. Los hoteles, los bancos, las editoriales son todas españolas en Brasil. Así que todos vamos a salir ganando.
-¿Qué le resulta más complicado, escribir o dibujar?
-Siempre escribir es más difícil. Todos los escritores del mundo, si tuvieran un poco de tiempo, mejorarían su texto, por eso yo nunca releo lo que escribo. El dibujo es y está terminado. Lo mejor, en todos los casos, es tener una buena idea. El dibujante tiene una idea simple, la decodifica y se emociona en un instante. Hay quien dice que un buen dibujo salva cualquier idea, yo no, creo que es lo contrario, una buena idea es capaz de salvar cualquier dibujo.
-¿Cuál es el mejor dibujo?
-Un dibujo que no esté muy elaborado. Si está muy elaborado es como un texto lleno de adjetivos y un buen escritor no necesita adjetivos.
-Bueno, está a punto de cumplir los 77 años, pero veo que se siente muy joven
-Si uno trabaja no tiene tiempo de envejecer, pero es verdad que yo no trabajo más con el futuro. La envidia que tiene el viejo de la juventud es el futuro. Pero sigo activo, es cierto que se pierde cierta emoción, pero se gana mucha historia, y cada experiencia de vida es una gran adquisición para uno.

El personaje más famoso de Ziraldo, menino maluquinho Una de sus 7 confesables ilustraciones de mujeres desnudas
De la serie Pereré. Otra de sus ilustraciones.