En esta se abordaron distintos temas sobre la organización y el desarrollo de los títulos de formación permanente: cómo afectaban los marcos normativos externos a las universidades (nacionales y autonómicos) y los internos a la misma, junto con sus políticas. También se trabajó en las distintas posibilidades para crear las figuras de promotores de las actividades, así como las posibles interpretaciones y gestiones de colaboración de entidades y empresas a la hora de definir la formación y los instrumentos de relación con los terceros. Además, se trató el tema de la modalidad de enseñanza, las opciones de participación del profesorado interno y externo con sus distintas remuneraciones, los límites impuestos por las distintas universidades y los modos de certificar estas actividades.

Por último, se analizó el avance de las distintas comunidades autónomas en materia de evaluación y el Sistema Interno de Garantía de Calidad (SIGC) de cada universidad, así como los cierres, renovaciones de distintas ediciones y extinciones de los estudios. Un tema que ya se había debatido el pasado 10 de noviembre en la reunión en la que participó la Universidad de Alcalá, junto con las demás universidades públicas madrileñas, donde pidieron a la Fundación madri+d agilizar el proceso de certificación del Sistema Interno de Garantía de Calidad de los centros de Estudios de Formación Permanente, sobre todo lo que concierne a los títulos propios.

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