La fachada brilla con un nuevo esplendor después de unas obras de restauración destinadas a la limpieza y consolidación de su estructura, que se han convertido durante el proceso y después en un foco de atracción para turistas, investigadores y los propios alcalaínos. Cientos de ellos tuvieron la oportunidad de conocer de cerca los trabajos de restauración a través de una estructura de andamios y el programa de visitas guiadas de la UAH. La restauración ha permitido comprender la importancia y extensión de los tratamientos superficiales de protección de la piedra y las entonaciones de color aplicadas en la fachada desde el siglo XVI.

La intervención que se ha llevado a cabo en este momento no es la primera. La fachada original, en tiempos de Cisneros, fue sustituida por la actual, diseñada por el arquitecto Gil de Hontañón,  una vez fallecido el Cardenal, entre 1537 –cuando se inició el procedimiento para su construcción- y 1553. En el año 1914 fue declarada Monumento Nacional. En el último siglo esta fachada ha tenido varias restauraciones; la más importante la llevó a cabo el arquitecto Aníbal Álvarez entre 1914 y 1929. Después, en 1992, se realizó una actuación puntual de seguridad en las cresterías del frontón, a cargo del Instituto de Patrimonio Histórico. La última restauración ha servido para mantener el esplendor de un entorno arquitectónico de incalculable valor patrimonial que cada vez resulta más atractivo para los turistas. En el año 2016 el servicio de Visitas Guiadas registró casi 65.000 visitantes del Colegio de San Ildefonso. Este año se superarán esas cifras.

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