En verano: 'La UAH ‘fabrica’ juguetes inteligentes para la detección precoz de problemas en el desarrollo'

Un sonajero, una torre de cubos, el juego de las espigas y una pelota. Estos son los primeros juguetes inteligentes diseñados por el proyecto Educere, en el que participa la UAH, con el objetivo de que sirvan de apoyo para la detección precoz de desfases del desarrollo en los niños pequeños.

El Diario Digital de la UAH muestra algunas de las noticias publicadas durante el curso 2016-2017 que han tenido mayor repercusión. El número de visitas al Diario ha aumentado desde las 205.852 del curso 2015/2016 a las 290.256 de este curso, procedentes de más de 150 países. Después de España, la mayoría de visitas llegan de Estados Unidos, México y Colombia.

Con el objetivo de trasladar a la comunidad universitaria y a la sociedad en general los aspectos más destacados de la Universidad de Alcalá, el Departamento de Comunicación Institucional, coordinado por el Vicerrectorado de Coordinación y Comunicación, ha llevado a cabo este curso más de 160 entrevistas y reportajes, y 600 noticias generales, y ha publicado más de 70 vídeos y 17 infografías, que se han difundido a través del Diario Digital y las redes sociales. La influencia y el número de seguidores de la UAH en las redes sociales han seguido aumentando, llegando a los casi 75.000 seguidores en Facebook y más de 45.000 en Twitter. Como principal novedad de este curso, en el mes de mayo inició su andadura el nuevo Portal de Comunicación de la Universidad de Alcalá, con mayor contenido multimedia y una mejor accesibilidad, gracias a su diseño responsivo.

La UAH ‘fabrica’ juguetes inteligentes para la detección precoz de problemas en el desarrollo

En este proyecto están implicadas varias universidades madrileñas: La UPM y la UAH se ocupan del desarrollo tecnológico, la UAH del análisis fisioterapéutico, la Cardenal Cisneros aporta expertos en educación especial y la UAM sicólogos y pedagogos. El juguete más ‘probado’, para el que ya se está tramitando una patente, es la torre de cubos. En los

Susana Núñez, Bernardo Alarcos y Cristina Serrano, miembros del equipo de investigación de la UAH.

cubos se han instalado sensores que miden el tiempo en movimiento, la velocidad y aceleración máxima alcanzadas y las agitaciones producidas al mover los cubos cuando se hace la torre. El análisis de estos datos, sumada a la observación –mediante la grabación de videos en el tiempo de juego- permite a los expertos la posibilidad de que exista algún tipo de problema o dificultad motora en los niños y contrastarlo con los datos medidos, explica el portavoz del proyecto en la UAH. Bernardo Alarcos.

La realización de la torre de cubos se ha utilizado para observar el movimiento de los niños de entre 2 y 3 años. El resto de juguetes también se está analizando para diferentes edades. El sonajero se utiliza para niños de 0 a 1 año, con sensores relacionados con la presión y la aceleración; el juego de las espigas está prescrito para niños de 4 y 5 años, que deben ser capaces de meter palitos en un agujero, y la pelota es más idónea para niños de entre 5 y 6 años.

‘En todos los casos se trata de juguetes que se utilizan en las escalas estandarizadas de cualquier consulta psicopedagógica para evaluar el desarrollo del niño, pero también son muy habituales en cualquier entorno de juego, como la escuela infantil, un parque o la propia casa’, añade Alarcos.

Las profesoras Susana Núñez (fisioterapia en la UAH) y Cristina Serrano (educación especial en la Cardenal Cisneros) señalan que la detección precoz es muy importante porque determinadas dificultades motoras pueden ser señales de alerta para otro tipo de patologías relacionadas con desfases en el desarrollo.

Alteraciones del desarrollo motor relacionadas con la coordinación, manipulación de psicomotricidad fina, coordinación viso-manual, precisión o tipo de pinza en el agarre pueden ser primeros síntomas de otros problemas de desarrollo de tipo sensorial o cognitivo.

‘Hacer una detección y diagnóstico precoz supone iniciar cuanto antes la atención temprana. Lo motórico no se puede desligar de lo cognitivo, de lo social, de lo emocional; un problema motor puede afectar a cualquier área y no podemos desligar lo uno de lo otro’, indica Susana Núñez. Las expertas agregan que ‘es muy importante que este tipo de valoración se realice en el entorno habitual del niño, porque así está más cómodo y su comportamiento habitual a través del juego nos puede ayudar a detectar alguna alteración del desarrollo más rápidamente’.

En este momento la investigación se está llevando a cabo en 3 escuelas infantiles (1 en Alcalá de Henares y 2 en Madrid) con 60 niños de edades comprendidas entre los 2 y los 6 años. El proyecto, está financiado por el ‘Programa Estatal de Investigación, Desarrollo e Innovación orientada a los Retos de la Sociedad’, del Ministerio de Economía y Competitividad, está muy avanzado y al final del mismo se pretende crear un sistema experto que, mediante estos juguetes inteligentes, analice los datos y ayude en casa o en la escuela infantil a detectar una señal de alerta y al especialista a avanzar en la búsqueda de un diagnóstico precoz. La idea es que los juguetes diseñados con sensores sean de tecnología de bajo coste, de ahí que la torre de los cubos se haya realizado utilizando una impresora 3D.

 

Publicado en: Reportaje