La Universidad de Alcalá ha otorgado el Premio de Investigación y Transferencia 2022, en la categoría de excelencia investigadora, al Catedrático del departamento de Química Analítica,Química Física e Ingeniería Química, Eloy García Calvo.

 - ¿Qué significa para usted recibir este premio?

- Es un honor y un orgullo recibir este premio por parte de la Universidad de Alcalá, institución a la que pertenezco desde los años 80 del pasado siglo.

- ¿Cómo ha sido su trayectoria investigadora?

- En mi opinión, mi trayectoria investigadora es la misma que la de miles de investigadores, en esa trayectoria he sido capaz de disfrutar y sobre todo aprender.

Recién terminada la tesis comencé a trabajar en una Universidad, la UAH, que estaba naciendo y asumimos el compromiso de contribuir a hacerla crecer. Había que conseguir financiación para investigar y teníamos mucha carga docente. Recuerdo la angustia de no tener tiempo para poder prepararme las asignaturas y, además había que buscar la posibilidad de investigar para poder seguir creciendo. Empezamos a investigar con un proyecto pequeño y con esa financiación se consiguió comprar algo de equipamiento y comenzar con publicaciones científicas. A partir de ahí, con el esfuerzo mucha gente, la Universidad de Alcalá creció de forma espectacular y se ha convertido en la Universidad de referencia internacional que es ahora.

- ¿El culmen de su trayectoria ha sido ser director del Instituto de Investigación IMDEA Agua?

- La verdad es que ha sido fascinante que pudiera crearse IMDEA Agua que parte de un proyecto previo, con acrónimo Consolider TRAGUA, en el que participaron cerca de 200 investigadores de toda España en 24 grupos de investigación coordinados desde la Universidad de Alcalá, lo que facilitó que el Instituto se creara en esta Universidad que, en temas de aguas, es una referencia, lo que me llena de satisfacción.

- Desde el comienzo, ¿sus investigaciones estaban relacionadas con el agua?

- He trabajado en tecnología de agua porque mi área de conocimiento era ingeniería química. Mi tesis estaba enfocada en eliminar el cloro en las corrientes gaseosas residuales, pero poco a poco nos fuimos dirigiendo hacia el tema del agua, porque, por distintas circunstancias, recibíamos propuestas de trabajar en ello.

- ¿Cuáles han sido las dificultades con las que se ha encontrado por el camino?

- Los investigadores siempre nos quejamos, y en la mayoría de las veces con razón, de la escasa financiación y de la demasiada burocracia, son, en resumen, las dos mayores dificultades. La burocracia ha ido mejorando con los años y ahora, por ejemplo, se reconoce la figura del gestor de proyectos como una figura fundamental, algo impensable hace 15 años. También, gracias a las nuevas tecnologías que permiten compartir archivos, se han facilitado las investigaciones en colaboración con distintas universidades y centros de investigación.

- Aparte de dificultades, ¿cuáles han sido sus grandes logros?

- En investigación, los logros suelen ser dos tipos. Los que se consiguen cuando eres joven, hasta los 35 o 40 años, donde tienes ideas y descubres cosas inimaginables, lo que te produce una satisfacción incomparable. En mi caso podría ser describir con modelos matemáticos fenómenos físicos complejos. Y después, ya con más edad, conseguir consolidar proyectos coordinando a un gran número de investigadores, lo que te genera mucha satisfacción, pero también mucha responsabilidad.

También, conseguir premios como este y otros que he tenido la fortuna de recibir a nivel internacional, son logros en mi carrera.

- ¿Qué consejo daría a un joven que está estudiando y quiere dedicarse a la investigación?

- Me gustaría decirle que la investigación es fascinante, que es cierto que necesita sacrificios, como cualquier profesión. Si como joven te gustaría conocer cosas nuevas, no solamente para ti, sino para para el resto de la sociedad, trata de hacerlo, que encontrarás caminos para desarrollarlo y que te generará muchas satisfacciones. 

Publicado en: Entrevista