Juan Soliveri, actual defensor de la UAH, actuó como maestro de ceremonias en un acto en el que se reconocerá la labor que los defensores universitarios y sus respectivos equipos han desarrollado a lo largo de los últimos 20 años.

En el acto también estuvieron presentes los defensores de distintas universidades públicas y privadas de la Comunidad de Madrid, así como la Defensora de la Universidad de Salamanca y de la UNED, incluyendo una representación de la Conferencia Estatal de Defensorías Universitarias (CEDU) y de la agrupación de Defensorías Universitarias de la Comunidad de Madrid (DUCAM). “Somos una gran familia con un objetivo común, alcanzar la excelencia en nuestras universidades” afirma el Defensor, quien ha sido uno de los impulsores de la creación de la DUCAM.

Como su propio nombre indica, el Defensor Universitario defiende los derechos y libertades de cualquier miembro de la comunidad universitaria, estudiantes, PDI o PTGAS, cuando se ven comprometidas por las actuaciones de los diferentes órganos y servicios universitarios. Una labor que, aunque a veces pasa desapercibida, es fundamental para el buen funcionamiento de la universidad.

Aunque el mayor número de solicitudes de intervenciones del Defensor proceden del colectivo de estudiantes, por porcentaje, es el PDI en que recurre con mayor asiduidad a exponer sus casos. Los problemas en los que interviene son de lo más heterogéneo, desde problemas con las calificaciones de asignaturas, hasta, desgraciadamente casos de acoso. En algunos asuntos la solución es rápida, ya que se produce por desconocimiento de algún procedimiento y, en otros, la solución es más complicada, sobre todo cuando se produce por conflictos personales.

La Defensoría Universitaria es un órgano independiente, dinámico, sin capacidad ejecutiva, pero sí con autoridad moral. Pueden emitir recomendaciones para que, “de alguna manera, se valore por los órganos competentes la posibilidad de modificar o crear normativas donde se ha detectado algún fallo o carencia” explica Yolanda Fernández, Adjunta segunda al defensor. Para ello, es indispensable trabajar en estrecha colaboración con otros órganos y servicios de la universidad, como el equipo de gobierno, los decanatos, directores de departamento, las secretarías de alumnos, servicios de acceso, etc., a los que solicita información para resolver el conflicto que tratan.

¿CÓMO FUNCIONA LA DENFENSORÍA UNIVERSITARIA?

De forma confidencial, cualquier miembro de la comunidad universitaria puede acudir al Defensor si cree que sus derechos no han sido respetados. Ya sea de forma presencial, por email y por teléfono. En un gran número de ocasiones el caso sin resuelve con una llamada de teléfono para contrastar la información del demandante, o basta con escuchar al interesado. “Mucha gente viene solo para que le escuches” afirma Jesús Alpuente, Adjunto primero al Defensor. Pero, en otras ocasiones es necesario llevar a cabo distintas actuaciones, que se recogen en un expediente, unos 200 de media anual.

Una vez se ha escuchado a todas las partes implicadas y recabada la información, la Defensoría aconseja o informa al interesado o a ambas partes como abordar el conflicto para intentar solucionarlo, también puede indicar como escalar el caso a órganos superiores o emitir una recomendación, y sólo se revela la identidad del denunciante con el consentimiento de este, puesto que, como afirman desde la Defensoría, todavía existe temor a denunciar por las posibles las represalias.

En la etapa final del procedimiento, el interesado evalúa el servicio prestado por la Defensoría que, aunque no haya resuelto el caso a su favor, en más de un 90% de los casos, recomienda el servicio.

¿QUIÉN COMPONE LA DEFENSORÍA UNIVERSITARIA DE LA UAH?

La Defensoría Universitaria de la Universidad de Alcalá se compone por el Defensor universitario, Juan Soliveri; apoyado por dos Defensores Adjuntos: Yolanda Fernández y Jesús Alpuente. Tres profesores de distintas ramas a los que, como cuenta Yolanda, trabajar en este servicio les ha hecho “ver la universidad desde otra perspectiva. Te hace quererla más y quererla mejor”.

A ellos se une la administrativa Sennaia López que, desde hace poco más de un año ha sustituido a María Jesús Pérez Lobón, la cual trabajó en el servicio desde su creación.

Ahora, una vez cumplidos, los 20 años, solo esperan que con la aplicación de la nueva ley universitaria no cambie las funciones de la Defensoría. Y es que, todos al final, queremos que esta Universidad sea cada día mejor.

El Defensor Universitario de la UAH y sus dos adjuntos

Publicado en: Actualidad