Así creó Telefónica la escenografía para la representación de Turandot en el Rectorado
Un equipo de profesionales de la compañía de telecomunicaciones entrenó durante semanas a una Inteligencia Artificial con documentación de representaciones históricas de la ópera de Puccini para crear el arte generativo que sirvió como puesta en escena.
Apenas habían pasado unos minutos desde que resonara la última nota de Turandot en el Colegio de San Ildefonso de la Universidad de Alcalá (UAH). Las luces se habían encendido ya, las autoridades se despedían satisfechas con el espectáculo que acababan de presenciar y los asistentes comentaban entre sí los pormenores de la representación. Pero la alegría era doble en un grupo de jóvenes que se felicitaban en el centro del Patio de Santo Tomás de Villanueva por el éxito cosechado.
Todos ellos formaban parte del equipo de Telefónica que había trabajado durante semanas en una pionera y espectacular escenografía para la puesta en escena de la conocida ópera de Puccini. La ocasión obligaba, ya que se trataba de uno de los eventos centrales en la celebración del 25 aniversario de su declaración de la UAH como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El éxito había sido rotundo y había que celebrarlo.
“Ha sido todo un reto, un aprendizaje y resultado de un gran trabajo de equipo con la propia universidad y la dirección de la ópera”, reconocía Verónica Cebrián, gerente Global B2B en la compañía de telecomunicaciones y cabeza visible de ese equipo de profesionales al que alude.
La propia Cebrián da respuesta a una de las dudas que se plantearon durante toda la velada los asistentes a la representación: ¿Cómo fue exactamente el proceso por el que se crearon las imágenes que sirvieron como telón de fondo durante las aventuras y desventuras de Calaf y Turandot?
“Realizamos una investigación sobre la escenografía y el vestuario de la representación del Turandot a lo largo de los años de la existencia de la ópera y entrenamos la IA tanto con imágenes de la China imperial como con imágenes del resultado de dicha investigación”, explica Cebrián, que desarrolla un poco más esa segunda fase del proceso “Utilizamos la IA para la generación del nuevo contenido y un software con herramientas de diseño para escalar las imágenes y obtener la resolución necesaria para la proyección, permitiendo incluso interactuar con las imágenes en tiempo real”.
Ahora imagínense el Patio de Santo Tomás de Villanueva con los tres arcos del claustro bajo los que se esconde el acceso al Patio de San Ildefonso cubiertos íntegramente por grandes pantallas de led. Sobre ese enorme lienzo electrónico fue por donde desfilaron soles nacientes, arcos torii japoneses, kimonos, dragones, paisajes de bambú y otros ejemplos de la iconografía clásica japonesa.
La tecnología, el futuro del arte
Todos ellos, acompasados con el ritmo de la música que interpertaba la Orquesta de la Ciudad de Guadalajara y las voces del Coro Evuah Enssemble Vocal. “Se han creado las piezas generativas que representan de manera artística lo intangible y entrelazan la tradición operística con la innovación”, subraya Cebrián.
Porque lo cierto es que, según esta experta, el futuro del arte y las humanidades va a pasar cada vez más por la hibridación con nuevas tecnologías como la IA, el big data, o el Internet de las cosas (IoT).
En ese sentido, Cebrián enumera una serie de tendencias que van a marcar el futuro del arte, entre las que incluye fenómenos como “el videojuego como una forma de expresión cultural y artística”, “el minimalismo y el modo oscuro [opción que reduce el brillo de las pantallas] como tendencias estéticas” y “el uso de pantallas y dispositivos digitales para crear y difundir arte”, entre otras.
“En este contexto, el arte generativo, que lleva explorándose desde hace muchos años, cobra relevancia en la actualidad por el momento de revolución tecnológica que estamos viviendo y la cantidad de datos que generamos”, apunta la gerente Global B2B de Telefónica. “Crea experiencias nuevas que permiten interaccionar con el público en tiempo real, introduciendo la tecnología IoT”, concluye.
Y lo cierto es que la IA va a ser crucial en el futuro de las universidades mucho más allá de representaciones como la de Turandot, de ahí que Telefónica lleve tiempo ya trabajando en el cambio de paradigma que va a suponer tanto en docencia como investigación. “La IA permite ofrecer una educación más personalizada, adaptando los contenidos a las capacidades y al nivel de desarrollo de cada alumno”, ejemplifica Cebrián.
En cambio, en el mundo de la investigación “posibilita la creación de modelos de simulación avanzados que permiten experimentar con infinidad de hipótesis y escenarios, acelerando la consecución de resultados”, añade.
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