Aunque no lo es para 2/3 de la población mundial que tiene dificultades para conciliar ese bien preciado que, como un enchufe de nuestro teléfono móvil en la red eléctrica, recarga nuestras ‘baterías’. El profesor de la UAH, Esteban

Esteban Gª Albea.

García Albea, jefe del servicio de Neurología del Hospital Príncipe de Asturias, responde a estas y otras preguntas en la entrevista.

-Profesor, ¿por qué los seres humanos dormimos, para qué lo necesitamos?
-El proceso del sueño es muy complejo y solo podemos dar respuestas parciales a esta doble pregunta. Sabemos que el sueño es un momento de relajación, de recuperación de energía. En el cerebro se recuperan los neurotransmisores, sobre todo la acetilcolina, en la fase REM. Sabemos que también baja el nivel de metabolismo y también parece ser que durante el sueño la mente se aclara, filtra lo acontecido y permite que uno se despierte al día siguiente con las prioridades bien definidas.

-Es muy importante dormir bien…
-Sí lo es. Si no se duerme bien o el sueño es insuficiente, si durante nuestro sueño no se desarrollan todas las fases, no dormimos profundamente, gran parte de estas funciones de las que estamos hablando no se logran y eso resta eficacia y, por tanto, despertar puede ser una pesadilla…

-Desgraciadamente, cada vez dormimos peor en las sociedades occidentales
-El insomnio es una de las grandes epidemias del momento actual. El insomnio se define como ese proceso en el que puedes despertar muchas veces por la noche, o puedes tardar horas en inducir el sueño, o puedes despertarte con la sensación de no haber tenido un sueño reparador. Es un problema generado por muchas causas. Hay patologías del sueño, como la apnea (es un problema crónico, la persona pasa de un sueño profundo a un sueño ligero cuando hay una pausa en la respiración –las pausas pueden ser pocas o de hasta 30 veces por hora- o cuando la respiración se vuelve superficial. El sueño es de mala calidad y se siente cansado todo el día) o la narcolepsia (es una enfermedad autoinmune que se caracteriza por la presencia de accesos de somnolencia irresistible durante el día). También hay causas siquiátricas o sicológicas: a veces tardas en conciliar el sueño y eso obedece, generalmente, a la ansiedad; otras veces, uno se duerme rápido, pero después se despierta varias veces a lo largo de la noche y le cuesta reiniciar el sueño…esa dificultad está cerca de problemas sicológicos, como la depresión.

-Entonces, doctor, ¿cómo hacemos para poder dormir mejor, para mejorar la calidad del sueño?
-Para tener una buena ‘higiene de sueño’ hay que cumplir algunas indicaciones:
·Evitar drogas estimulantes, sobre todo si somos hipersensibles a este tipo de sustancias, como el café o el alcohol
·Evitar cenas copiosas, porque una mala digestión no favorece el sueño
·Hacer ejercicio, lo que se dice comúnmente ‘cansar al cuerpo’, que te apetezca dormir.
·Dormir un número de horas razonable, teniendo en cuenta que el número de horas de sueño que cada persona necesita es algo muy personal. Edison dormía 3 o 4 horas al día y Einstein dormía 10 horas…
·La siesta es un ejemplo a exportar, aunque tradicionalmente haya tenido muy mala imagen.
·Acostarse 1 o 2 horas después de cenar
·Evitar tomar a toda costa fármacos para dormir

-En esta sociedad de la comodidad, sin embargo, nos angustia mucho no dormir y la solución son los fármacos
-Hay que tratar de evitar tomar drogas para dormir a toda costa, porque el problema es que una vez que empiezas, es muy difícil dejar de tomarlas el resto de la vida. Dicho lo cual, hay que acudir al médico cuando entras en un ciclo vicioso, cuando vives con angustia el hecho de dormir poco. Hay que partir del hecho de que dormir es necesario y no dormir puede matar, porque es una función biológica que hay que cumplir.

-Y para acabar, profesor, ¿necesitamos dormir menos a medida que nos hacemos mayores?
-Efectivamente. Cuando somos bebés dormimos hasta un 80-90% de nuestro tiempo y los mayores necesitan dormir menos, con 5 o 6 horas es suficiente. Está motivado por el envejecimiento del sistema. Igual que nuestra piel se llena de arrugas, nosotros necesitamos dormir menos… Se trata de un grupo de población que acude mucho a los fármacos para dormir, pero yo no lo recomiendo en absoluto.

Publicado en: Archivo entrevistas-reportajes