Dos catedráticos de la Universidad de Alcalá, nuevos académicos de la Real Academia Española



Dos catedráticos de la UAH, Francisco Moreno y Pedro Sánchez-Prieto Borja
, forman parte de los 24 lingüistas nombrados recientemente académicos correspondientes de la Real Academia Española.

La categoría de académico correspondiente distingue a personas reconocidas por sus investigaciones, estudios y

Pedro Sánchez-Prieto Borja.
publicaciones sobre distintas materias relacionadas con la lengua o la literatura españolas. Los candidatos, propuestos al menos por 3 académicos, ‘deberán ser personas renombradas y de mérito por sus investigaciones, estudios y publicaciones sobre las materias a que atiende la Academia’.

En el caso de los profesores de la UAH, los dos han sido elegidos por la Comunidad de Castilla-La Mancha.

En esta entrevista, Pedro Sánchez-Prieto Borja habla de su ingreso como académico correspondiente y de los proyectos que está llevando a cabo el Grupo de Investigación de Textos para la Historia del Español (GITHE) que él coordina.

-Profesor, siempre es una alegría recibir un reconocimiento …

-Este tipo de reconocimientos ni se esperan, ni se buscan, ni se necesitan, pero satisface encontrarlos en el camino. Yo siempre digo que la principal satisfacción hay que encontrarla en el trabajo de todos los días, pero mentiría si dijera que no es un motivo de grandísima alegría. No solo por mí, también por mi familia, por los compañeros del grupo de investigación y por muchos colegas que se han alegrado de verdad. Confieso, además, que la mayor satisfacción me la he llevado con los mensajes que he recibido de antiguos alumnos, que se han enterado de mi nombramiento y me han felicitado y se han acordado de los días que pasamos juntos en las clases. Ese ha sido, sin duda, mi mayor premio. También me ha hecho ilusión que me nombren académico correspondiente por Castilla-La Mancha, ya que me siento comprometido con mi región de origen en lo profesional, porque una de mis actividades de investigación centrales está ligada a los archivos de la ciudad de Toledo, fundamentalmente el Archivo Municipal y el Archivo de la Catedral de Toledo.

-¿A qué compromete ser académico correspondiente de la RAE?
-Es un nombramiento que obliga a colaborar con la Academia en el caso que ésta lo solicite: en proyectos de investigación, informes… Aquí me tendrán para lo que me requieran, como ha sucedido hasta ahora.

-¿En qué momento le ha sorprendido este nombramiento?
-Como no podía ser de otra manera, me ha cogido trabajando en varios proyectos: la elaboración de un corpus lingüístico del español peninsular desde el origen hasta el siglo XVIII; la coordinación de la red internacional CHARTA, que es una iniciativa destinada a la publicación en internet de un corpus de textos y documentos antiguos de los siglos XII al XIX de España e Hispanoamérica con el fin de satisfacer distintas necesidades de investigadores y usuarios en general, y un proyecto que acabamos de comenzar: la elaboración de un atlas lingüístico, que nosotros llamamos ‘diacrónico y dinámico’, de la Comunidad de Madrid, desde el siglo XIII hasta el siglo XIX, que nos proporcionará información sobre la historia del habla y los usos escritos de Madrid a lo largo del tiempo. El objetivo es proyectar en un mapa la ‘geografía lingüística’ de la Comunidad, en el que se puedan consultar los distintos usos lingüísticos que coexisten a lo largo del tiempo y a nivel geográfico y social.

-Es curioso que en una Comunidad tan pequeña como la de Madrid se puedan realizar este tipo de estudios
-Hay que pensar que la ciudad de Madrid es el motor de cambio lingüístico en España a partir de la capitalidad, en el siglo XVI, y la comunicación se establece a través de los documentos oficiales. Pensamos que Madrid tuvo un importante peso en la evolución del lenguaje y en la difusión de las innovaciones. Por ejemplo, el término ‘ahora’, frente a la forma antigua ‘agora’, se difunde a través de documentos oficiales que tienen su origen en Madrid. Con la terminación superlativa ‘ísimo’ ocurre algo similar: en el castellano medieval no existía, pero su uso se extiende probablemente a partir de cartas escritas para o desde el ámbito de la Corte. Por otra parte, Madrid ha sido un enclave de diversificación lingüística enorme, debido a los movimientos migratorios hacia la capital, que han dado lugar a procesos de confluencia de usos, y de ese ‘magma’ nace el español que hoy conocemos.

-Profesor, lo que enseña el estudio de la lengua…

-Es apasionante. Se trata de la historia de nuestra lengua y es imprescindible para comprender cómo hablamos ahora. Pero el estudio de la evolución de la lengua nos permite conocer también la historia de la vida cotidiana, que se refleja muchas veces en el lenguaje.

-La lengua es un ‘animal’ en evolución continua, ¿en qué momento estamos?
-A mí me interesa el conocimiento del uso real de la lengua y, en este sentido, creo que tenemos que tomar conciencia de las diferencias de registro, de contexto. Hay palabras, como ‘cabreo’, por ejemplo, que se pueden utilizar en la barra de un bar, pero no es lo mismo que se empleen en los medios de comunicación, porque se trata de una palabra que queda fuera del contexto formal. Y así ocurre con otras tantas cosas, como el laísmo (‘la’ dije), el uso del infinitivo como verbo principal (‘para terminar decir que...’). Sobre todo, deberían evitarse en la lengua escrita. Y como profesores debemos fomentar en las aulas el conocimiento de la lengua y hacer ver que el buen uso del castellano es muy importante.