J. Javier Justel, Premio Joven Investigador: ‘La historia se repite, por eso hay que investigarla'



Josué Javier Justel Vicente, investigador Ramón y Cajal en el Departamento de Historia y Filosofía, ha recibido el Premio Joven Investigador en el área de Ciencias Humanas y Sociales.

Experto en el Próximo Oriente Antiguo, Justel ha trabajado fundamentalmente en asuntos relacionados con el papel jurídico de las mujeres en Irak y Siria. En esta entrevista habla de su trayectoria investigadora y de sus perspectivas

J.Javier Justel.
de futuro.

-Imaginamos que es una nueva satisfacción para usted haber recibido el Premio Joven Investigador de la UAH
-Estoy muy contento. Para empezar porque aún se me considera joven (dice riendo) y para continuar, porque no deja de ser un respaldo para los jóvenes que apostamos por dedicar nuestro trabajo y nuestra vida a la investigación.

-Háblenos de su trayectoria investigadora

-Llegué a la UAH hace un año mediante un contrato Ramón y Cajal después de varias estancias de investigación en Alemania (Berlín y Leipzig) y Francia (París y Nanterre), y varias estancias para realizar misiones en museos de Estados Unidos y Europa. Mi formación universitaria, por otra parte, se desarrolló en la Universidad de Zaragoza, donde realicé los estudios de Historia. Después, hice el doctorado en el CSIC. Mi tesis doctoral trataba sobre la posición jurídica de las mujeres sirias en los siglos XIII-XII a. d. C., porque siempre me ha interesado este ámbito. Lo cierto es que yo abordo asuntos excepcionales, porque lo habitual es que las mujeres estén bajo la autoridad de los hombres (a no ser que fueran viudas o tuvieran un estatus especial, como el de sacerdotisas). Pero en cualquier caso es cierto que, comparado con el mundo greco-romano o con el Islam actual, la mujer tenía entonces más capacidad jurídica.
Mis líneas de investigación continúan centrándose en mujeres y en el derecho de la Antigüedad. En este momento estoy trabajando sobre el derecho matrimonial en el siglo XV a. d. C en el norte de Irak, en un pequeño reino ubicado donde hoy se encuentra la ciudad de Kirkuk. Se trata de estudiar el formulario, las características de los documentos, las implicaciones sociales del matrimonio... Para ello, también investigo en escritura cuneiforme, que es un ámbito en el que no se trabajaba en el área de Historia Antigua de la UAH.
Asimismo, estoy interesado en el tema de las deudas, que no es un asunto reciente en la historia de la humanidad. En Oriente este tema es una mina, porque disponemos de documentos en los que las cláusulas de los préstamos son tiránicas, y me quedo corto: yo me endeudo, pero dejo a mi hija como prenda hasta que yo mismo pueda devolver el préstamo. La gente endeudada vivía en un estado de semiesclavitud…

-¿Cómo ha aprendido a descifrar la escritura cuniforme?

-Pues estudiando muchísimo. Hay cursos específicos en España, en Alemania y en Francia, pero cuesta muchísimo esfuerzo y dedicación. La verdad que el contrato Ramón y Cajal me está permitiendo continuar mi formación en este sentido y creo que eso será enriquecedor también para la UAH.

-¿Por qué investigar en la historia?
-Como decía Barry J. Kemp, un famoso egiptólogo, ‘la Historia es una materia subversiva’ porque casi cualquier cosa que suceda en nuestros días tiene su réplica en el pasado, casi todo está inventado, por así decirlo… Las deudas, los atentados, la presión fiscal, la independencia de regiones… Todo lo vemos en un momento como el que yo estudio, muy lejano en el tiempo.

-En este momento investigar en el Próximo Oriente entraña muchas dificultades…
-Ya hace tiempo que se hizo complicado estudiar a pie de campo en países como Irak o Siria, pero en Siria ahora es imposible prácticamente acceder a las fuentes originales. De hecho, hay varios yacimientos que se paralizaron hace ya varios años y no sabemos qué nos encontraremos cuando todo esto acabe. Además, vamos contrarreloj, dada la estrategia de Isis de destrucción del patrimonio histórico y cultural.