Enseñar a programar en la escuela: ¿empezar la casa por el tejado?



Los estudiantes de Primaria de Francia y Reino Unido han empezado este curso a recibir clases de programación en las escuelas, y en España comienza a haber proyectos cada vez más sólidos para que los estudiantes, sobre todo de Secundaria, también aprendan esta disciplina en las aulas de forma reglada.

En Primaria muchos colegios la ofertan dentro del catálogo de actividades extraescolares. La pregunta es ¿qué aporta esta enseñanza a los escolares más pequeños? La respuesta, según algunos expertos, es: creatividad, emprendimiento, motivación, mejora de la autonomía, estrategias para la resolución de problemas, nuevas formas para comunicar las ideas…Otros educadores opinan, sin embargo, que enseñar a programar a niños que no saben utilizar otros lenguajes, como el audiovisual, es empezar la casa por el tejado.

La coordinadora del grupo de investigación GIPI, Pilar Lacasa, catedrática de Comunicación Audiovisual y Publicidad de la UAH, analiza en esta entrevista los ‘por qué’, los ‘para qué’ y los ‘peros’ asociados al aprendizaje de la programación en el colegio.

-Profesora, las herramientas tecnológicas están revolucionando la forma de aprender
-Aprender es adquirir unas habilidades que les permitan a las personas desenvolverse en el mundo. Cuando en el siglo XV se extendió la imprenta, se hizo necesario que las personas aprendieran a leer y a escribir y las escuelas se han distinguido desde entonces como el espacio donde se enseñan estas habilidades. ¿Qué ocurre ahora? Hay dos grandes novedades relacionadas con el uso de los instrumentos tecnológicos: por un lado, las imágenes y los sonidos comparten importancia con la palabra escrita y, por otra, existen otros instrumentos, más allá del libro, con los que se puede aprender: las pantallas (de ordenador, de tabletas, de móvil…). En este momento es necesario que aprendamos ese nuevo lenguaje que se apoya en las imágenes, los vídeos, en los sonidos y en las palabras. Se dice que una persona está alfabetizada cuando tiene control sobre un lenguaje y ¿a qué enseña la programación? Esto no significa proporcionar a un niño o a una niña un ordenador y ponerle a programar de forma descontextualizada, porque seguramente no será muy eficaz, aunque es eso lo que se está haciendo en muchos talleres.

-Entonces, ¿cómo debería enseñarse en la escuela a programar?
-Programar es la forma más avanzada de dominar el lenguaje que se usa en el mundo digital, pero antes es importante haber dominado otros. Por ejemplo, será útil saber cómo ‘hablan’ las imágenes, saber cómo se construyen historias con imágenes y sonidos…Es decir, no se puede enseñar a programar sin enseñar los signos y los símbolos que ven directamente en la pantalla las personas que utilizan Internet. Por decirlo de forma más gráfica: si tú le pones a escribir chino a un niño y él lo escribe, eso no significa que sepa lo que está escribiendo. Con la programación ocurre lo mismo. De nada sirve utilizar un lenguaje complicadísimo, como es el HTML, si no sabes por qué, para qué y con qué. El primer nivel que hay que tener en cuenta es saber leer una página web, el segundo, escribir en la página web con lenguajes audiovisuales y el tercer nivel debe ser aprender a programarla.

-¿Cómo está la situación del aprendizaje digital en España a nivel educativo?

-Es muy importante disponer de los instrumentos adecuados (tabletas, móviles y sobre todo, ordenadores). Pero si a los niños no les enseñamos qué es lo que se puede hacer con esas herramientas, y para qué lo hacemos, el esfuerzo es estéril. Que haya tecnología no significa que la gente sepa usarla; quiere decir que tenemos una oportunidad para desarrollar nuestra creatividad y aprender de otro modo. Por eso la figura del profesor sigue siendo fundamental.
Por otra parte, en los colegios hay pizarras electrónicas y tabletas, pero en muchos funcionan como ‘libros’ con documentos en PDF que no permiten el acceso a Internet. La escuela tiene que abrir a los niños y niñas la ventana de Internet y enseñarles a usar la red.
Manejar la tecnología exige muchas veces cambiar los métodos educativos y, en este ámbito, todavía queda mucho camino por recorrer en nuestro país. Tenemos muchas tareas pendientes, por ejemplo: usar bien la tecnología, cambiar la relación entre el profesorado y el alumnado -seguramente será más eficaz si es más simétrica- y también enseñar a la gente joven a ser ‘productores’ de los mensajes, enseñarles a contar lo que ellos quieren transmitir.

3 libros interactivos, 3 retos de GIPI
El grupo GIPI acaba de publicar 3 libros interactivos, fruto de los trabajos de investigación llevados a cabo en el último año en colaboración con Telefónica y Matadero.

'Jóvenes digitales. Lenguajes multimodales', muestra los resultados de una investigación realizada por GIPI en colaboración con Telefónica. En sus páginas habla de los lenguajes que se han de dominar para participar en la sociedad digital.
'Redes sociales en la adolescencia', es fruto de los talleres sobre Imstagran y Vidi llevados a cabo en Matadero - Intermediae de Madrid. El libro es un punto de partida para crear desde la fotografía y el video digitales en situaciones de colaboración.
'Jóvenes digitales. Talleres interactivos', en el que GIPI trata de mostrar que la tecnología es un instrumento indispensable para pensar, para comunicarse y actuar en el siglo XXI.

Asimismo, este mes de diciembre GIPI ha desarrollado un taller titulado 'Remix Marie-Antoinette', en colaboración con el Instituto Francés, en el que a partir de la exposición 'María Antonieta, diario secreto de una reina'' del ilustrador Benjamin Lacombe, se ha invitado a los participantes a la realización de obras digitales en el ipad mediante el concepto del remix.