-Profesora, ¿cómo afronta esta nueva responsabilidad?
-En el organigrama del Vicerrectorado de Relaciones Internacionales, del que dependo, faltaba este pilar, fundamental en una universidad que, como la de Alcalá, ha llevado a cabo numerosos proyectos de cooperación para el desarrollo desde hace muchos años, algunos de los cuales se han realizado de forma individual. El Rectorado de la UAH, sensible a esta

Consuelo Giménez.

materia, ha visto la necesidad de que todas estas acciones y programas se realicen de manera coordinada y han decidido confiar en mí. Yo agradezco mucho esta confianza y espero estar a la altura de las circunstancias.
Somos conscientes de que hay muchos profesores, estudiantes y miembros del PAS que están trabajando en este ámbito y tienen que saber que detrás de ellos, apoyándolos, hay un equipo profesional que puede acompañarlos en el camino y facilitarles los posibles escollos con los que se puedan encontrar.

-¿Y cuáles van a ser las primeras acciones a desarrollar?
-Estamos a finales de año y hay muchas acciones que ya están en marcha, pero en este momento tenemos entre manos un proyecto muy importante: la atención a los refugiados. Pendiente y dependiente de las acciones de las instituciones europeas, de la Comunidad de Madrid y de los Ayuntamientos, la UAH pondrá en marcha distintas medidas: organizará cursos gratuitos de lengua y cultura española para los refugiados de la Comunidad de Madrid y Guadalajara, coordinados por Alcalingua con la colaboración de la Facultad de Filosofía y Letras, y ofrecerá servicios gratuitos de traducción e interpretación por parte del profesorado del Máster Universitario en Comunicación Intercultural, Interpretación y Traducción en los Servicios Públicos. De las directoras de Alcalingua y del Máster y de la decana solo tengo buenas palabras por su implicación. También se promoverán iniciativas de sensibilización para facilitar la integración de los refugiados, junto con el resto de universidades, autoridades locales y regionales y ONGs.

-Las crisis sirven para parar y mirar el horizonte, para saber hacia dónde vamos
-Sí, ya he hablado de que hay multitud de proyectos en marcha en la UAH, algunos tan consolidados que se han convertido en verdaderos programas de relaciones internacionales. Es momento también de reestructurar y de establecer nuevos objetivos y de mantener aquellos que funcionan pero siempre atendiendo a las necesidades de las contrapartes en origen.

-El papel de la universidad como institución es muy importante en materia de cooperación para el desarrollo…
-Sin duda. La universidad tiene un papel fundamental en la cooperación y en la integración, porque no puede vivir de espaldas a las exigencias de una sociedad cambiante y, como ya he indicado, dispone de los recursos materiales y humanos necesarios para ayudar a mejorar, a actuar como mediadora y a apoyar diferentes acciones. Nuestro papel es el de fortalecer, ayudar, acompañar a otras instituciones y ONGs en este camino. Hay que planificar y trabajar en red, siempre con objetivos claros. En materia de cooperación para el desarrollo, la UAH ya firmó en 2007 un ‘código de conducta’ que recoge, entre otras acciones, la erradicación de la pobreza, el desarrollo sostenible, el empoderamiento de las mujeres, la paz y la democracia o la educación, elementos claves para esa ciudadanía global que las universidades defienden. Y hacia estos objetivos debemos encaminarnos. Por otra parte, desde septiembre ya están en marcha los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible que plantea la ONU y que estarán vigentes en los próximos 15 años y aquí, de manera inequívoca, las universidades tienen un papel fundamental que han de asumir sin ambages.

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