Envejecer, algo más que una cuestión de genes



El envejecimiento es un proceso natural y, como señala el profesor de Genética de la UAH Juan M. González Triguero, imparable a día de hoy. Pero unos envejecen antes y más que otros. ¿Es solo una cuestión de genes?.

-Tenemos una edad biológica y otra cronológica, ¿qué diferencia la una de la otra?
-La edad cronológica viene dada por el tiempo que ha pasado desde el nacimiento del individuo y transcurre igual para todos nosotros. La edad biológica se refiere al estado funcional en que nos encontramos en relación con un patrón o

Juan M. González Triguero.
referencia. Este patrón sería el estado que consideramos ‘normal’ para una edad cronológica, es subjetivo y puede variar en el tiempo y entre distintas partes de la Tierra. Por ejemplo, una persona de Sierra Leona (con esperanza de vida de 46 años) que tuviera un envejecimiento normal comparado con el de los otros habitantes de su país, estaría más envejecida si la comparásemos con los habitantes de España (con una esperanza de vida de 82 años).

-¿Qué es envejecer, profesor?
-El envejecimiento es un proceso natural y, como decía la profesora Mª Jesús Puertas en una conferencia promovida por la Asociación de Amigos de la Universidad de Alcalá, ‘no es una enfermedad, aunque sí aumenta la probabilidad de enfermar’. Es cierto que a lo largo de la vida de una persona se va produciendo un deterioro progresivo de sus órganos y capacidades, tanto físicas como mentales, aunque este proceso no se da de igual forma en todos nosotros y, como decía, hay personas que parecen más jóvenes o más mayores de lo que consideramos normal para su edad cronológica. El deterioro se manifiesta con cambios a muchos niveles: el aspecto físico, la mengua de los sentidos, problemas circulatorios, cambios hormonales o en el sistema inmunitario, entre otros. La base de todos o de la mayor parte de estos procesos se encuentra en nuestras células, que van perdiendo su homeostasis, es decir, su capacidad para mantener unas condiciones internas estables, acumulando sustancias tóxicas que incluso pueden dar lugar a su muerte, como es el caso de las neuronas en la enfermedad de Alzheimer, en la que se acumula una sustancia tóxica que es el péptido beta-amiloide.
Además, las células sufren daño en su ADN y van acumulando mutaciones. Algunas mutaciones son debidas a sustancias químicas que dañan las bases nitrogenadas del ADN, otras se producen por radiaciones (como la luz ultravioleta que forma parte de la luz solar), y otras son debidas a fallos en los sistemas de reparación que tienen las células para evitar, precisamente, la aparición de estas mutaciones.

-¿Y por qué algunos envejecemos antes que otros, cuáles son las claves?

El envejecimiento es un proceso natural y, a día de hoy, inevitable. Estamos programados para envejecer y esa programación se encuentra en nuestros genes. Aunque todos tengamos en nuestro genoma los mismos genes, no todos tenemos las mismas ‘versiones’ de genes, los denominados alelos (cada una de las formas que puede adoptar un gen): de igual manera que hay personas con el pelo rubio, moreno o pelirrojo, debido a que tienen distintos alelos para los genes que determinan el color del pelo, hay personas que tienen una esperanza de vida mayor en función de los alelos que poseen para determinados genes que influyen en el envejecimiento. Hay estudios que demuestran que hay una elevada correlación en el envejecimiento que van sufriendo los gemelos monocigóticos (los que son clónicos), mientras que esa correlación es mucho menor entre gemelos dicigóticos (los mellizos). Los primeros son idénticos genéticamente y tienen los mismos alelos de todos los genes, los segundos no. Este hecho es una prueba a favor de que hay factores hereditarios que influyen en el envejecimiento. Otra observación que apoya esta idea es la existencia de familias en las que muchos individuos son muy longevos, mientras que otras familias no lo son. Las familias en las que el envejecimiento es más lento se debería, en buena parte, a que tienen alelos ‘de longevidad’ que no tendrían familias en las que el envejecimiento es más rápido. También hay algunas enfermedades hereditarias raras, como la progeria o síndrome de Hutchinson-Gilford y el síndrome de Werner, que provocan el envejecimiento prematuro de los niños que los padecen. La identificación de los genes que tienen alterados estos enfermos sirve para avanzar en nuestro conocimiento de los genes que pueden participar en el proceso de envejecimiento, que es muy complejo.

-¿Se puede evitar ese envejecimiento ‘prematuro’ o parecer más joven o más viejo es una cuestión puramente genética?
-Como comentaba, los genes son importantes a la hora de que el envejecimiento vaya más o menos rápido, y ahí podemos hacer poco para cambiar…. En lo que sí podemos intervenir es en nuestro estilo de vida. Continuamente estamos oyendo en los medios de comunicación la importancia que tiene la dieta para prevenir ciertos tipos de enfermedades, como el cáncer o la diabetes. También con una alimentación sana, basada en la conocida dieta mediterránea, se puede ayudar a nuestras células para que se deterioren más lentamente, logrando que no acumulen sustancias tóxicas y que nuestro material hereditario se dañe menos. Junto a una alimentación adecuada es necesario seguir los consejos de los médicos y hacer ejercicio físico y una vida saludable. Todo ello podrá retrasar nuestro envejecimiento y, además, nos proporcionará una mejor calidad de vida.

-¿Llegará el día en que podamos retrasar el envejecimiento?
-Los avances en el campo de la genética y de la genómica humana están permitiendo aumentar nuestro conocimiento sobre procesos complejos, como pueden ser el cáncer o el envejecimiento. Además, estos avances están sirviendo para hacer una medicina de precisión, con tratamientos personalizados en función de la información genética de cada individuo, y también para recomendar el tipo de alimentación más saludable para una mejor calidad de vida e, incluso, para retrasar el envejecimiento.
En cualquier caso, e independientemente de que se lleguen a identificar todos los genes y factores que influyen en el envejecimiento y de que se consiguiera alargar la vida pienso, como leí recientemente, que a veces es más importante dar más vida a los años que más años a la vida.