Carlos Alvar, de la UAH: ‘En el mundo de Cervantes se asumen los defectos y se perdonan los errores'



El catedrático de Filología Románica de la UAH Carlos Alvar continúa sumando éxitos en su carrera investigadora. Recientemente ha ingresado como miembro correspondiente en la Accademia delle Scienze di Torino y en la Österreichische Akademie der Wissenschaften, en Austria.

Se trata de dos de las más prestigiosas academias europeas, nacidas en el siglo XVIII: la de Turín fue fundada por Víctor Amadeo III de Saboya en 1783 y durante casi un siglo fue la academia nacional del reino de Italia. La academia austríaca

Carlos Alvar.
fue inspirada por Gottfried Wilhelm Leibniz en 1713, aunque no fue fundada hasta 1847, como Academia Imperial de Ciencias. En la actualidad se encuentra entre los cien centros de investigación más destacados del mundo.

Carlos Alvar es experto en literatura románica medieval y un investigador con una trayectoria muy heterogénea y completa, con una formación labrada en distintas universidades españolas e internacionales: Barcelona, Roma, Harvard, Tréveris (Alemania) …Desde 1987 es catedrático de la UAH, director en funciones del Instituto de Investigación ‘Miguel de Cervantes’ de la UAH, cuya creación ha sido aprobada tanto por el Consejo de Gobierno de la Universidad de Alcalá como por el Pleno del Consejo Social y está pendiente de aprobación por el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid. Este Instituto sustituirá al Centro de Estudios Cervantinos (CEC), que Alvar ha dirigido durante más de dos décadas. En la actualidad imparte docencia en la Universidad de Ginebra (Suiza).

-Profesor, dos ingresos casi simultáneos en dos academias de gran prestigio: ¿Cómo se asimila?

- El hecho de que alguien que se dedica a la investigación tenga un reconocimiento siempre es importante y, además, fundamental, porque pone de manifiesto que nuestra actividad es homologable al trabajo que se está haciendo en otros lugares. Yo no conozco a los dirigentes de ninguna de las dos academias y por eso resulta más sorprendente el nombramiento, pero es igualmente halagador. Sin duda, la participación en congresos y conferencias internacionales da también proyección. Y sobretodo, lo que más proyección da es tener muchos años (dice sonriendo).

-¿En qué está trabajando en este momento?

-Ahora mismo, además de la Gran Enciclopedia Cervantina, hay un tema que me interesa mucho: la relación de la literatura española con la literatura europea en la Edad Media. Yo defiendo que hay una unidad cultural en el occidente europeo, incluida España, y un capítulo importante de esas relaciones lo constituyen las traducciones. Hay muchas otras cosas que hago y me divierten mucho. Estoy trabajando en un libro sobre nombres y apellidos de origen literario: Arturo, Lanzarote, Amadis, Floristán, Roldán…que se han ido asentando en la tradición española desde el siglo XI y XII, en un espacio geográfico concreto, y todavía perduran en nuestros días.

-Usted ha dirigido el Centro de Estudios Cervantinos y está poniendo en marcha el Instituto de Investigación ‘Miguel de Cervantes’ de la UAH. El principal proyecto de esta entidad es la Gran Enciclopedia Cervantina, ¿cómo va el reto?
-Ya hemos publicado 8 volúmenes de más de 1.000 páginas cada uno y este año saldrá el número 9. Es un proyecto de gran importancia, que llega con un siglo de retraso, pero estamos empeñados en culminarlo en el tiempo establecido y nos sentimos muy orgullosos. Y cuando digo que llega con un siglo de retraso no quiero decir que nazca anticuado, sino que es un tipo de esfuerzo que ya no se hace, porque exige unos planteamientos de continuidad que en nuestros días son muy difíciles de mantener: son muy escasos los proyectos que duran más de cuatro años y el nuestro tiene más de una década de vida. Mueve a más de 200 investigadores y ya hemos incluido más de 20.000 voces de expertos. Es obvio que exige una financiación continua y una constancia que no siempre se pueden asumir. Ya hemos empezado a trabajar en el formato electrónico para conseguir una mayor difusión, pero el formato papel sigue siendo una prioridad. Quedan pendientes 3 volúmenes, pero el objetivo es que finalice el año próximo, coincidiendo con la conmemoración del IV centenario de la muerte de Cervantes.

-¿Qué significa para la cultura la existencia de un instituto de investigación dedicado a Cervantes, la Edad media y el Siglo de Oro en general?
- El Centro de Estudios Cervantinos se convirtió en un centro de referencia y lugar de encuentro de investigadores interesados por un mundo, una época y una cultura. Cuando se creó el Centro, hace 20 años, había publicados 2 libros de caballerías y ahora tenemos 40. Eso significa que ha cambiado por completo el estudio de los libros de caballerías y eso no es un pequeño detalle…hemos transformado la perspectiva en todo un campo de investigación. También hemos trabajado en la historia de la traducción, en ficción sentimental (siglos XV y XVI), en poesía de finales de la Edad Media, tenemos 2 revistas sobre Literatura Medieval y Poética Medieval calificadas en la máxima categoría…En definitiva, ha habido una continuidad y eso hace que la investigación sea fructífera y posible. Ahora, con el nuevo instituto de investigación queremos continuar el trabajo emprendido y ampliar el estudio a la Edad Media y a todo el Siglo de Oro, pero siempre manteniendo el nivel de calidad que habíamos logrado en el CEC.

-¿Qué le ha enseñado Cervantes?

-La constancia. Y de Cervantes me interesa también el punto de vista humano. No es el narrador que lo sabe todo: se aceptan los defectos, los errores se perdonan… El mundo de Cervantes es un mundo permisivo, tolerante. Para mí eso es lo fundamental.