Este buscador ‘ha salvado’ todos los obstáculos establecidos por la organización criminal para que sus archivos no pudieran detectarse: encriptación, protección con contraseña, almacenamiento en nubes virtuales, activación de archivos ocultos… y ha

J. Javier Martínez y Manuel Sánchez.

logrado localizar e identificar a los presuntos delincuentes, que estaban intercambiando archivos de vídeos e imágenes de contenido pedófilo a través de redes P2P (‘Peer to Peer’).

No es el primer éxito del buscador ‘Quijote’ ni será el último. Tampoco es el único trabajo relacionado con la seguridad que desarrollan los miembros de la Cátedra Amaranto, convertida ya en un referente nacional para la formación de ingenieros en seguridad informática. En esta entrevista, sus dos máximos responsables, José Javier Martínez y Manuel Sánchez, hablan sobre la seguridad en Internet y la labor de formación y profesionalización que está desarrollando la UAH a través de esta Cátedra.

-El buscador ‘Quijote’ les ha deparado muchas alegrías en los últimos años…
-J. Javier Martínez: Sí. Llevamos unos 5 años colaborando con la Guardia Civil y utilizando esta herramienta, que ha ido mejorando con el paso del tiempo, incorporando funcionalidades y adaptándose a las nuevas necesidades. De hecho, entre enero y febrero de este año se capturaron unas 250.000 direcciones IP y en el último año, 1.400.000 en todo el mundo. Son operaciones muy complicadas, que se prolongan en el tiempo, sobre todo si precisan de la colaboración de otros países a través de Europol, pero el buscador está resultando muy efectivo.

-¿Qué es el buscador ‘Quijote’?
-J. Javier Martínez: cada fichero en Internet tiene un identificador único: el buscador extrae ese identificador e investiga en las redes ‘Peer to Peer’ quién lo posee. Da igual que los usuarios de ese fichero cambien su nombre o traten de ‘esconderlo’ con otras artimañas: el buscador localiza a todos los que lo poseen y posteriormente identifica la dirección IP. Y es aquí donde empieza la labor del Equipo Mujer-Menor (EMUME) y la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, porque con la dirección IP se puede localizar al propietario de un ordenador y, por tanto, se le puede detener e imputar por un delito.
En el caso de la operación Canterbury, la punta de lanza de esta operación fue un usuario en la Comunidad Foral de Navarra, que detectó un archivo con contenido pedófilo y lo denunció a la Guardia Civil.

-El buscador ‘Quijote’, en este momento, es una herramienta más de las que tiene la Cátedra a disposición de las fuerzas de seguridad del Estado.
-Manuel Sánchez: Sí, en este momento estamos trabajando con la Guardia Civil y ya hemos empezado a colaborar también con el Cuerpo Nacional de Policía desarrollando aplicaciones relacionadas con las redes sociales. Éstas se están convirtiendo en un verdadero ‘coladero’ de mensajes y amenazas relacionadas con multitud de delitos, entre ellos, la apología del terrorismo, el robo, el chantaje o la pedofilia. Nuestras aplicaciones funcionan de forma similar al buscador ‘Quijote’ pero en las redes.

-Profesores, podemos decir que la UAH es una cantera de expertos en seguridad informática, una especialidad muy demandada en la sociedad
-Manuel Sánchez: En este momento, la seguridad informática es una de las especialidades con más carencia de profesionales. Hay una demanda increíble y, de hecho, los estudiantes de la UAH que participan en la cátedra Amaranto están con nosotros una media de 7 u 8 meses y luego son reclamados por las grandes empresas privadas del sector. Así que podemos decir con toda la humildad que somos un referente en la formación de ingenieros especializados en seguridad informática. El aumento de los delitos en Internet es exponencial: estafas, usurpaciones de identidad, delitos económicos, apología del terrorismo, posesión de pornografía infantil… En las llamadas ‘redes ocultas’ lo que se esconde es tu identidad, tu dirección IP, y eso se aprovecha para adquirir cualquier tipo de cosa, desde armas o explosivos hasta pornografía infantil o cuentas de ‘spam’. El peligro es impresionante y tenemos que estar preparados para dar respuestas. Y, desde luego, la Cátedra Amaranto de la UAH está formando ingenieros con muy altas especializaciones en seguridad informática. En ese sentido, tenemos que agradecer el apoyo de Amaranto y también el trabajo que realizan nuestros estudiantes.

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