La UAH incorpora un nuevo contrato Ramón y Cajal, experto en el Próximo Oriente Antiguo



Josué Javier Justel Vicente
es uno de los investigadores que se han incorporado recientemente a la UAH mediante un contrato Ramón y Cajal.

Justel realizará su labor en el departamento de Historia y Filosofía de la UAH y procede del CSIC, donde desarrolló su tesis

Josué J. Vicente.
doctoral.

El nuevo contrato Ramón y Cajal de la UAH estudió Historia en la Universidad de Zaragoza y se interesó desde el comienzo por el Próximo Oriente Antiguo, etapa en la que es experto dentro del ámbito jurídico. Su tesis doctoral versa sobre el papel jurídico de la mujer en el Próximo Oriente Antiguo y, más concretamente, en Siria. Después de varias estancias de investigación en Alemania (Berlín y Leipzig) y Francia (París y Nanterre), y varias estancias para realizar misiones en museos de Estados Unidos y Europa, Justel llega a la UAH lleno de entusiasmo y de proyectos para complementar la actividad que se realiza en el Área de Historia Antigua.

-Obtener un contrato Ramón y Cajal en este momento es casi una proeza…

-La verdad es que cada vez es más difícil, porque se ofertan menos plazas, pero es evidente que es uno de los objetivos de cualquier investigador que quiera aspirar a tener una estabilidad a corto plazo en España.

-¿Qué le ha llevado a elegir la UAH para desarrollar este contrato?

-Desde el primer momento me sentí atraído por la UAH por varios motivos: en principio, me parece óptima la política de esta Universidad de atraer talento y estabilizar a sus investigadores. Por otra parte, el Área de Historia Antigua aquí es potente y tiene prestigio en Europa, pero no hay nadie que trabaje en los periodos en los que yo soy experto, por lo que creo que mi trabajo sumará en todo caso. Además, creo que Alcalá es un lugar estupendo para vivir y para investigar, además está muy cerca de Madrid y de las bibliotecas especializadas.

-Gran parte de sus trabajos de investigación están centrados en el papel jurídico de la mujer, ¿cómo estaba contemplada legalmente la mujer en esa época?

-Según la documentación con la que yo trabajo, es sorprendentemente benigna con la mujer, aunque tampoco podemos obviar que es una ilusión. Me explico: partimos del hecho de que todos los casos que yo investigo son excepcionales, porque era muy raro que en esa época las mujeres se dedicaran a vender, comprar, endeudarse o prestar dinero. Los casos que yo he estudiado no superan el 5% del total. Y, desde luego, las mujeres están bajo la autoridad de los hombres (a no ser que fueran viudas o tuvieran un estatus especial, como el de sacerdotisas). Pero en cualquier caso es cierto que, comparado con el mundo greco-romano o con el Islam actual, la mujer tenía más capacidad jurídica.

-¿Qué pasa por su cabeza cuando observa la destrucción de obras de arte milenario en Mosul?

-Me parece terrible. Nos hemos quejado siempre y hemos denunciado el expolio sufrido por parte de los alemanes, los ingleses, los franceses… pero cuando ves la destrucción de las obras de arte en la cuna de la civilización casi respiras con alivio porque muchas piezas se encuentran en museos occidentales. Es muy triste decirlo… pero se está destruyendo un patrimonio histórico-artístico propio de incalculable valor. Es como si los cristianos hubieran demolido la Alhambra o la Mezquita de Córdoba…

-Si investigar en España en estos momentos, hacerlo en Humanidades es casi una hazaña…
-Es cierto, tenemos muchos menos fondos, pero yo no me puedo quejar. Yo animaría a todos aquellos que estén enamorados de la investigación a que continúen con esfuerzo, con paciencia y con poco cinturón, porque hay que apretárselo mucho para seguir hacia adelante.

-¿En qué está trabajando ahora?

- Continuaré trabajando sobre todo acerca del derecho de familia, y sobre temas jurídicos relacionados con las deudas, que están muy en boga. Asuntos como los del escándalo en Bankia son más viejos de lo que parecen. Existían familias e instituciones que controlaban en cierto modo al resto de la población, que lo pasaba francamente mal. Pero ya entonces, por ejemplo en el 1800 a. C. había mecanismos estatales que favorecían a la gente. De tanto en tanto, por ejemplo, se adoptaban medidas oficiales para ‘indultar’ a la población y se les perdonaban sus deudas. Eso es algo impensable en este momento, claro, pero entonces se producía.

-¿Y cómo y dónde se ve en el futuro?
-Espero continuar en esta Universidad. La administración de la UAH es buenísima, disponemos de una biblioteca, el CRAI, excepcional y me gustaría ‘enriquecer’ el departamento y el área con mis aportaciones en docencia e investigación.