El Premio Derechos Humanos reconoce el trabajo de las Adoratrices con las mujeres víctimas de trata



El Premio Derechos Humanos Rey de España reconoce el trabajo de las Adoratrices con las mujeres víctimas de trata y de violencia de género.

Las Adoratrices reciben hoy de manos de Don Felipe VI el Premio Derechos Humanos Rey de España, otorgado por la Universidad de Alcalá y el Defensor del Pueblo, por su labor de asistencia a las mujeres víctimas de trata y violencia de género

El jurado ha premiado ‘el alto valor social y humanitario desarrollado por las Adoratrices, gracias al cual muchas mujeres encuentran apoyo y ayuda en circunstancias extremadamente difíciles’.

Las Adoratrices trabajan desde el año 1856 en la protección de mujeres en situación de vulnerabilidad o exclusión, como prostitutas, víctimas de trata o víctimas de violencia de género. Para ello, ponen en marcha programas de carácter social, casas de acogida y asistencia integral a las víctimas, con el objetivo último de conseguir su inserción social y laboral y que puedan llevar una vida digna. Integrada por 1.070 religiosas, la congregación está presente en 23 países de Europa, Iberoamérica, Asia y África y cuenta con la colaboración de profesionales y voluntarias especializadas en salud, formación, atención jurídica y psicológica. Su labor es ingente: a lo largo de 2013, según los datos aportados por Margarita Navío, Superiora Provincial Para España de las Adoratrices, llevaron a cabo en España 30 proyectos y atendieron a 2.173 mujeres de 65 nacionalidades. En el mismo período, desarrollaron en Iberoamérica otros 150 proyectos.

Las mujeres que piden ayuda a la congregación lo hacen ‘con un gran miedo, fruto de las situaciones de abuso y denigración experimentadas durante largo tiempo’. Frente a este drama, ellas aplican lo que Antonia López, del Equipo Provincial de las Adoratrices denomina ‘la pedagogía del amor’, que consiste en ‘educar y acoger la persona de forma incondicional, respetando su libertad y sus procesos internos en todo momento, desde la ternura, la comprensión e, incluso, el silencio. Nuestra labor es una labor de acompañamiento en todos los aspectos: social, jurídico, psicológico, anímico, laboral…, mediante un programa de intervención integral’, señala.

En los últimos tiempos, apunta la religiosa, prestan mucha atención al fenómeno de la trata de personas. ‘Es importante que se tome conciencia de esta problemática, del sufrimiento que ocasiona a las mujeres y de que la sociedad en general es responsable de alimentar esta situación’. En este sentido, reivindica un cambio en la legislación, ‘entendiendo que la trata supone una violación de los Derechos Humanos, ya que eso permitiría un marco normativo más global para dar respuestas homogéneas a las distintas realidades’. También pide una lucha más activa contra la corrupción que facilita que este fenómeno continúe existiendo en el siglo XXI y una mejora de la Ley de Testigos Protegidos, para facilitar a las mujeres víctimas de esta lacra el acceso a todos los mecanismos de protección que El premio, según Antonia López, ‘es un reconocimiento a la mujer, a tantas mujeres que han sido víctimas de tantas formas de esclavitud, y también es un modo de darles visibilidad en este siglo XXI. Sin duda, es un reconocimiento a esta congregación por los 170 años de lucha y defensa de la mujer y a todos los que trabajan y se comprometen con las mujeres’, concluye.