Beatriz Parejo, exalumna de la UAH: ‘algunas enfermedades neurológicas son grandes epidemias’



Beatriz Parejo Carbonell estudió Medicina en la UAH. Ahora, coordina el grupo de estudio de neuroepidemiología de la Sociedad Española de Neurología.

Solo tiene 32 años, pero ya acumula una trayectoria profesional e investigadora importante. Beatriz Parejo es médico clínico del Servicio de Neurología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y miembro de la Unidad de Epilepsia en este mismo centro.

Beatriz Parejo Carbonell.


-¿Cómo recuerdas tu paso por la UAH?

-Lo recuerdo con mucho cariño. Fueron grandes años para mí, de formación y de encuentro con amigos. Recuerdo especialmente las clases de Anatomía del profesor Gómez Pellico. Todos íbamos asustados y luego salíamos encantados de esas clases magistrales que impartía…

-¿Cómo crees que ha influido su paso por la UAH en tu trayectoria?
-De forma muy positiva, porque a lo largo de mis años de formación aprendí mucho en las clases y en las prácticas y prueba de que la docencia que se imparte en los estudios de Medicina de la UAH es de gran calidad son los resultados de MIR, porque buena parte de mis compañeros de clase logramos buenos puestos en estas pruebas.

-Acabas de ser nombrada coordinadora del grupo de estudio de neuroepidemiología de la Sociedad Española de Neurología, ¿en qué va a consistir tu trabajo?
-El objetivo de este grupo es potenciar la investigación y favorecer la creación de grupos de trabajo para realizar estudios epidemiológicos de enfermedades neurológicas a nivel nacional. Se trata de hacer estudios sobre la frecuencia y el curso de la enfermedad, de buscar factores de riesgo y estrategias para intentar solucionar problemas de salud.

-¿Cuáles son los grandes retos de este grupo?
-El reto es conseguir agrupar a investigadores de toda España y coordinar esfuerzos en trabajos de incidencia y prevalencia de las enfermedades neurológicas a nivel nacional. En este momento hay ya estudios publicados de epilepsia, de ictus, de migraña... Eso nos permitiría conocer la frecuencia de las enfermedades, algo muy importante a la hora de que el sistema habilite los recursos suficientes para afrontar la atención clínica y la investigación de las enfermedades. Pensemos en el ictus, por ejemplo, una enfermedad con una importante incidencia entre la población adulta y los mayores; no solo por el tratamiento en sí de la enfermedad, sino por la atención que exige las secuelas que produce.

-Hay enfermedades neurológicas que se están transformando en verdaderas epidemias en nuestro tiempo y en el mundo occidental…
-En neurología tenemos ‘grandes epidemias’, ciertamente. La migraña, el Alzheimer y el ictus son las tres con más prevalencia en las sociedades modernas. Y las 3 son preocupantes. La migraña, en concreto, afecta en torno a un 12% de la población española y, además, a gente joven, en edad laboral, con lo que eso implica… Pero la gran epidemia en neurología es el Alzheimer. La población cada vez está más envejecida y esta enfermedad también aumenta.

-¿Estas enfermedades se pueden prevenir?

-Hay diferencias entre ellas. Si ponemos como ejemplo la migraña, podemos decir que si el dolor de cabeza se puede relacionar con dormir mal, el consumo de alcohol o el abuso de analgesia, pues se puede prevenir; pero hay otras patologías relacionadas con el dolor de cabeza que son difícilmente predecibles.

-Eres especialista en epilepsia, una enfermedad rodeada de mitos…
-La epilepsia tiene una prevalencia entre la población de un 5,8 por 1000 según el estudio EPIBERIA y, efectivamente, es una enfermedad rodeada de mitos. De hecho, se consideraba una enfermedad demoníaca y quienes la padecían eran personas malditas. El objetivo es que la sociedad asuma que se trata de una enfermedad crónica y los que la sufren pueden desarrollar una vida plena y sin discriminación.

-Por último, una recomendación para los estudiantes de la UAH
-Yo solo puedo recomendarles que disfruten y aprovechen al máximo este tiempo y que no se desesperen, que uno encuentra su camino poco a poco, con formación continua.