Joseph Pérez, Doctor Honoris Causa: 'Se necesitan hombres de Estado con la visión de Cisneros'



Joseph Pérez, historiador, hispanista, experto en el Siglo de Oro y en la figura de Cisneros y Premio Príncipe de Asturias en Ciencias Sociales, ha sido investido hoy Doctor Honoris Causa por la UAH durante la celebración de la Annua Commemoratio Cisneriana.

En la entrevista, Pérez ensalza la figura del Cardenal Cisneros como hombre de Estado, como hombre de fe y como humanista y reconoce que la historia de España habría transcurrido por otros derroteros si Francisco Jiménez de Cisneros, fundador de la Universidad de Alcalá, promotor de la Biblia Políglota Complutense, arzobispo de Toledo, confesor de Isabel la Católica,

Joseph Pérez.
cardenal e incluso, regente en algunos momentos, hubiera vivido 10 años más.

-¿Cómo se siente al recibir este reconocimiento por parte de la Universidad de Alcalá, la universidad fundada por Cisneros?
-Para mí es un motivo de gran satisfacción y un gran honor este reconocimiento que me hace la Universidad de Alcalá. Da la casualidad que uno de los primeros trabajos que yo publiqué está relacionado con los problemas que pudo haber en la Universidad de Alcalá después de las ‘Comunidades’ (revuelta de las Comunidades en el comienzo del reinado de Carlos I). Mi último trabajo publicado, ‘Cisneros, el cardenal de España’, está dedicado al Cardenal Cisneros y el entorno político y cultural de aquella época. Todo lo cual hace que este reconocimiento, esta recompensa por parte de la UAH, me haga particular ilusión.

-Usted es un gran especialista en la figura de Cisneros y se suma a esas opiniones que lo consideran no solo un gran estadista, sino el hombre más progresista de su tiempo
-En Francia, a partir del siglo XVII, se le consideró el hombre de Estado por antonomasia. Y, efectivamente, al repasar su biografía, me he dado cuenta de que este personaje es una de las figuras más representativas de la España de su tiempo. De hecho, mi conclusión en el libro es clara: si Cisneros hubiese vivido 10 años más, el destino de España habría sido completamente distinto tanto a nivel político como a otros niveles.

-¿Cómo podríamos describir a Cisneros?

-Cisneros es un contemplativo y un hombre de Estado, y ninguna de estas facetas es excluyente. Es un gran admirador y discípulo de Ramón Llull y Savonarola, de ahí la voluntad de Cisneros de restablecer los estudios bíblicos, empezando por el conocimiento fundamental de las lenguas antiguas: el hebreo, el árabe, el griego, el latín, el arameo… lo que supuso la creación de la Biblia Políglota Complutense. Cisneros promueve esta publicación no tanto como una manifestación de su ‘humanismo’, aunque también, sino por restablecer el estudio y conocimiento de las lenguas orientales para entender bien la Biblia.
Pero, además, lo que procura Cisneros es desarrollar una religiosidad conforme a las necesidades de la época, una religiosidad popular. Entiende que la gente necesita una religión vivida, no solo basada en la oración y en los dogmas de fe, y en este aspecto el Cardenal se apoya en una serie de libros espirituales en lengua vulgar, para que la gente del pueblo pueda perfeccionarse en la vida religiosa. Esto acaba con el Índice de Libros Prohibidos. Toda una literatura mística, en lengua romance, accesible a la gente más humilde, estaba prohibida, pero él la alentó en su tiempo.
Por otra parte, fue un hombre de acción, un estadista que procuró situarse por encima de los intereses particulares en favor del bien común, el patrimonio de todos. Los comuneros decían ‘El reino no es del rey, sino de la comunidad’. Algo similar pensaba Cisneros, que el bien de la nación no es exactamente la suma de los intereses particulares. Desde este punto de vista trató de corregir lo que, a su modo de ver, había de ‘defectuoso’ en la obra dejada por los Reyes Católicos y por eso, por ejemplo, promovió el progreso de la agricultura frente a la mesta, a la ganadería transhumante.

-¿Qué opina un especialista en el Siglo de Oro de esta época que nos ha tocado vivir?
-Bueno, es una época totalmente distinta de la que yo he trabajado. Y, efectivamente, los problemas son de otra escala; los hombres del siglo XVII se sentirían completamente perdidos.
Pero hay algo que sí puedo decir: nos hacen falta en la actualidad hombres de Estado de la categoría de Cisneros, porque él, con su visión de conjunto, muy superior, tal vez habría dado las respuestas que se merecen los ciudadanos.

-El legado del Cardenal Cisneros para la historia es ingente…
-La huella de Cisneros es indudable: dejó el legado de la fundación de la Universidad de Alcalá, el legado de la Biblia Políglota, el auge del humanismo... Donde no ha dejado tanta huella es en el aspecto político, porque la política que aplicó Carlos V fue muy distinta de la que él hubiera desarrollado.