El jardín de las rosas perdidas

El Real Jardín Botánico “Juan Carlos I” celebra este sábado, día 31, su ya común paseo del mes, que en mayo está dedicado a la Rosaleda, en plena floración. Una colección extraordinaria que cuenta con más de 260 variedades de rosas únicas, las cuales, ya no se comercializan en viveros y que son sólo conocidas a través de referencias escritas e iconografías, para el deleite y disfrute de profesionales y apasionados.

“Una rosa es una rosa” entonaba Ana Torroja en Mecano allá por el año 1991. Este tipo de flor evoca romance, primavera (aunque este año esté un poco escondida), delicadeza aun con espinas, pero ante todo, evoca belleza. Eso lo consigue una sola rosa, imagínense lo que puede ser pasear entre rosales en su máximo esplendor. Si no tienen la imaginación para trotes no duden en comprobarlo in situ por ustedes mismos y acérquense este sábado, 31 de mayo, al Real Jardín Botánico Juan Carlos I.
Con motivo de su ya tradicional paseo del mes, el Botánico dedica mayo a la Rosaleda y por ello, los asistentes realizarán un recorrido guiado por expertos, entre más de 500 variedades diferentes de rosales, y podrán aprender, mientras, las técnicas de cuidado y poda.
La rosaleda del Jardín Botánico, floreció por primera vez hace tres años, gracias a la plantación de la colección desarrollada por el Jardín, constituida fundamentalmente por especies botánicas precursoras y sus híbridos, y a la magnífica colección cedida por Ángel Esteban, una de las más importantes de esta naturaleza en España por su cantidad y, sobre todo, por la calidad y rareza de sus componentes: cerca de 260 de ellas solamente están presentes en esta valiosísima colección.

Variedades perdidas, un museo insólito
Ángel Esteban ha dedicado su vida al estudio y cultivo de los rosales. Sus múltiples viajes por Europa y su incesante búsqueda en libros, catálogos y en los conocimientos de los más prestigiosos rosalistas, han dado un fruto cuanto menos sobresaliente, unos 350 rosales híbridos de té diferentes de una máxima calidad, de los que casi 260 variedades ya no se pueden encontrar en los viveros comerciales porque se perdieron o porque sus productores dejaron de comercializarlas hace años.
Es posible que algunos de ellos aún se encuentren, de forma anónima, en algún jardín antiguo donde los propietarios desconozcan sus nombres y esto convierte hoy, a la colección de D. Angel Esteban, ubicada en el Jardín Botánico de la UAH, en la única garantía de que esos rosales no se pierdan para siempre. Razón de peso por la que recibe visitas y solicitudes por parte de los más prestigiosos rosalistas ingleses, franceses, australianos, japoneses y de todas las partes del mundo, que buscan admirar las variedades perdidas y sólo conocidas a través de referencias escritas e iconografías, concentradas en este museo insólito que es el Botánico.
Una curiosidad: el rosal más antiguo de la colección es Charles de Mills, data de 1746, es un híbrido de Rosa gallica que mide hasta 1.30 m, son fragantes y florecen una sola vez. Otro rosal de los más vetustos es Souv de la Malmaison, incluido dentro del grupo de los Bourbon, que se desarrollaron a partir de los híbridos de China procedentes de la isla Borbón, situada en el Océano Índico. Actual Isla Reunión.

Con la ayuda de todos
Gracias al Ayuntamiento de Alcalá que posibilitó que estas variedades de rosas sobrevivan, subvencionando la realización de los 7.000 injertos iniciales que ahora garantizan que las peculiares y fragantes combinaciones genéticas, obtenidas a lo largo de tantos años por ilustres y esforzados cultivadores, puedan aclimatarse y sobrevivir en este Jardín Botánico para deleite y admiración de aficionados y profesionales.
Al rector de la UAH, Virgilio Zapatero, que en 2003 asumió la responsabilidad del traslado de los rosales recién injertados, desde los viveros de Cáceres a los viveros del Jardín Botánico, y asumió en nombre de la Universidad su aclimatación, conservación y catalogación. Gracias también a la Comunidad de Madrid, que a través de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, ha supervisado y posibilitado el diseño y la construcción de esta rosaleda emblemática y por supuesto, a Ángel Esteban que como muestra de su apasionamiento, cariño y dedicación, ha aportado su inestimable ayuda para formar a los especialistas necesarios para su conservación, y ha asesorado en la instalación y organización de los rosales, la Rosaleda del Real Jardín Botánico es hoy una de las más valiosas colecciones. Nuevo orgullo y bella referencia de la Universidad y es que, una rosa es una rosa y si se encontraban perdidas, ya saben donde buscarse.

INFORMACIÓN
QUÉ: Paseo del mes de mayo: la Rosaleda
CUÁNDO: Sábado 31 de mayo de 2008, a las 11.00 horas
DÓNDE: Jardín Botánico (Acceso en Puerta Norte. Campus externo. Alcalá)
CÓMO: Para participar en este paseo, es necesario reservar plaza llamando al teléfono 91881 98 03 (hasta las 15.00 horas de hoy, viernes) o a través de la página web www.rjbalcala@uah.es.