Un profesor de la UAH, el primer europeo que coordina la guía de terapia antitrombótica del ACCP
El profesor del Departamento de Medicina de la UAH, David Jiménez, es el primer europeo que coordina la Guía de Terapia Antitrombótica del Colegio Americano de Médicos del Tórax (ACCP).
La Guía de Terapia Antitrombótica del Colegio Americano de Médicos del Tórax está considerada como un texto de referencia a nivel mundial tanto para la elaboración de las guías nacionales de terapia antitrombótica, como para todos los profesionales que tratan a pacientes con enfermedad trombótica arterial y venosa. Esta guía incluye, por primera vez, los nuevos
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David Jiménez. |
En esta entrevista David Jiménez, profesor de la UAH y neumólogo del Hospital Universitario Ramón y Cajal, donde coordina el Grupo de Investigación en TEP del Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria, habla del proyecto.
-Es todo un honor ser el primer neumólogo europeo en coordinar la Guía de Terapia Antitrombótica americana, ¿no, profesor?
-Ya llevamos bastantes años trabajando en embolia de pulmón y tenemos muchas colaboraciones internacionales. Una de las colaboraciones más habituales es con un grupo de investigación norteamericano que coordina la misma investigadora que ejerce un cargo de responsabilidad en el Colegio Americano de Médicos del Tórax, y eso es lo que ha motivado este nombramiento: nos conocemos, llevamos mucho tiempo investigando juntos en embolia de pulmón y por eso nos han elegido.
-¿Qué es una guía de terapia antitrombótica?
-Lo que pretende cualquier guía de terapia, en este caso antitrombótica, es aportar la máxima evidencia científica para el tratamiento de enfermedades trombóticas venosas y arteriales. La guía americana, en este caso, está considerada como un referente en el tratamiento antitrombótico en todo el mundo. De hecho, ésta que yo coordino es la 10ª edición y se va a adelantar su publicación –normalmente se renuevan cada 4 años- debido a los avances que ha habido en el tratamiento de la enfermedad en los últimos tiempos, gracias a la aparición de los nuevos anticoagulantes orales.
Llevábamos más de 20 años con heparinas de bajo peso molecular, llevábamos muchos años más con los antivitamina K, el famoso SINTROM, y ahora en 4 años se han publicado ensayos clínicos con 4 anticoagulantes orales nuevos. Eso obliga a una puesta al día, a una actualización rápida de la guía.
En esta guía participan médicos americanos, canadienses, europeos… un panel de expertos ha decidido qué se incluirá como nuevas evidencias científicas, qué bibliografía se publicará y cómo se analizará la información y se redactarán las recomendaciones que van a aparecer en la guía.
-Por tanto, profesor, esta guía va a ser innovadora con respecto a las ediciones anteriores. ¿Cómo va a repercutir la aparición de los nuevos anticoagulantes orales en los pacientes?
-Con respecto a la guía, sí, va a aportar bastante evidencia científica nueva, sobre todo en el tratamiento con anticoagulantes orales. ¿Cómo van a repercutir los anticoagulantes orales en los pacientes?. La posibilidad de disponer de medicaciones con un efecto predecible, que no requieren control de laboratorio, que son orales y, por tanto, que evitan tener que inyectar todos los días a los pacientes, supone muchas ventajas a priori.
Es verdad que también existen algunos inconvenientes… Yo creo que el principal es la falta de experiencia clínica con anticoagulantes orales, pero hay que decir que los ensayos clínicos proporcionan datos muy positivos.
¿Cómo va a impactar en los pacientes y a nivel de tratamiento?, creo que lo más importante es que va a modificar nuestra actitud a la hora de decidir cuánto tiempo van a estar anticoagulados los pacientes. Tener anticoagulados durante mucho tiempo a los pacientes aumenta el riesgo de sangrado, y la calidad de vida del paciente que requiere monitorización permanente, como es el caso del SINTROM, no es buena. Yo creo que con los nuevos anticoagulantes orales ese problema se puede solucionar y creo que los médicos tenderán a prescribir el anticoagulante durante períodos de tiempo más largos.
-¿Cuál es la situación de esta enfermedad en España?
-Nosotros, en el hospital universitario Ramón y Cajal, investigamos fundamentalmente la enfermedad trombótica venosa y, más concretamente, una de sus manifestaciones más habituales: la embolia pulmonar, que es la tercera causa de enfermedad cardiovascular y muerte por enfermedad cardiovascular en España. Recientemente se ha terminado un estudio en el que hemos comprobado que los pacientes que ingresan con embolia de pulmón ya fallecen más que los que ingresan con infarto de miocardio.
Es decir, que se trata de una enfermedad importante, con una carga social y de gasto sanitario significativa y con un nivel de prevalencia creciente, porque los factores desencadenantes de la enfermedad están aumentando: cada vez se diagnostica más cáncer, cada vez más pacientes se someten a cirugía, la esperanza de vida es cada vez mayor y la población padece, por tanto, patologías crónicas asociadas a la edad que pueden producir trombosis pulmonares…
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