Gonzalo Redín descubre en El Escorial un nuevo cuadro de Guido Reni: la ‘Conversión de San Pablo’



Gonzalo Redín Michaus
, investigador Ramón y Cajal en la UAH, ha hecho un gran descubrimiento para el mundo del arte al constatar que la obra ‘Conversión de San Pablo’, hasta ahora anónima, es obra de Guido Reni.

Guido Reni está considerado, junto con Caravaggio, el pintor más influyente del siglo XVII en Europa. El investigador Ramón y Cajal de la UAH, Gonzalo Redín Michaus, ha publicado en la prestigiosa revista científica ‘The Burlington Magazine’, que la anónima ‘Conversión de San Pablo’, conservada en la Casa de la Botica de El Escorial, es una pintura del autor italiano que se creía perdida.

Gonzalo Redín.



En esta entrevista, Redín explica los pormenores de esta investigación y habla de la obra, un lienzo con un gran valor artístico y también histórico.

-¿Qué motivó esta investigación?
-Había visto una fotografía pequeña de la pintura y despertó mi curiosidad. Quise ver una imagen más grande en la base de datos de Patrimonio Nacional y después de ver la obra in situ me pareció pintada por Guido Reni.

-¿Cómo un experto en arte puede constatar este tipo de cosas?

- Si no hay documentación al respecto, es necesario mirar bien la obra, que al fin y al cabo es el documento más importante, para saber, por su estilo y ejecución, a qué autor pertenece. Al igual que la firma distingue a unas personas de otras, o podemos distinguir a un gemelo del otro por algún pequeño detalle físico, en las pinturas hay detalles que, por su calidad, solo pueden ser obra de un maestro y no de sus imitadores. Por otra parte, hay documentación histórica que señala claramente la procedencia de la obra, que se creía perdida.

-Cuéntenos por qué se creía perdida esta obra de Reni

-Este cuadro se menciona como obra de este autor en Roma por primera vez en 1633 y allí seguía, en la importante Colección Ludovisi, en 1665. Que se sepa, Reni no pintó ningún otro lienzo del mismo tema, y un cuadro del mismo tema y dimensiones aparece en 1681 en El Escorial, aunque con atribución a un pintor diferente, también boloñés. Se da la circunstancia que en 1633 el noble Niccolo Ludovisi había regalado a Felipe IV dos pinturas de Tiziano importantísimas, que están en el Museo del Prado, con fines diplomáticos, pues quería ser investido por el rey como Príncipe de Piombino. Y resulta que a finales de 1664, cuando Ludovisi va a morir, hace testamento y dona al monarca español otras 6 pinturas; en este caso, para que su hijo entrara con buen pie en la Corte española. Cinco meses después, el embajador español en Roma va a Villa Ludovisi a escoger 6 pinturas para que fueran enviadas a España. Entre ellas debió de estar el cuadro de Reni y, con seguridad, estuvieron dos pinturas de Guercino, hoy en el Prado y el Escorial.
Lo más probable es que este lote de pinturas llegara a España cuando Felipe IV acababa de morir, de ahí que la pintura de Reni pasara desapercibida, hasta que aparece en 1681, y con atribución a Guercino, en la sala capitular de El Escorial.

-Imaginamos que debe ser emocionante...
-Sí, al principio me pareció que era una copia hecha por algún pintor académico, pero cuando pude verlo por segunda vez me pareció claro que era un original.

-Y ahora, ¿en qué está trabajando?
- Compagino mis clases en el Grado de Humanidades y en el Grado de Turismo con la investigación que desarrollo como contratado Ramón y Cajal, en la que me ocupo de la colección de pintura italiana y la figura como coleccionista, fundamentalmente de pintura italiana, de Carlos Miguel Fitz-James Stuart, decimocuarto duque de Alba, antepasado de la actual duquesa.