'Maestras de la República', un documental realizado por FETE -UGT, con la participación de la UAH
FETE - UGT ha realizado un documental titulado ‘Las Maestras de la República’ que está cosechando un gran éxito. La catedrática de Historia de la Educación de la UAH, Mar del Pozo, es una de las investigadoras que ha participado en el proyecto.
Mar del Pozo ha publicado recientemente el libro: ‘Justa Freire o la pasión por educar’, en el que relata las vicisitudes de una maestra republicana que, en pocos años, tuvo que adaptarse a profundos cambios normativos y pedagógicos. Un reto que afrontó con éxito, guiada por su amor a la enseñanza. La catedrática de Historia de la Educación de la UAH también ha participado en el documental ‘Las Maestras de la República’ que ha realizado FETE - UGT.
El documental se exhibirá en el salón de actos de la UAH el día 17, a las 18.00 horas. Tras la proyección, se celebrará un coloquio en el que intervendrán la secretaria de Políticas Sociales de FETE-UGT, Luz Martínez Ten, la directora del documental, Pilar Pérez Solano, y Mar del Pozo.
![]() |
Mar del Pozo. |
En esta entrevista, Mar del Pozo nos adentra en ese universo de las maestras y maestros de la República, profesionales depurados después, en muchos casos, que lucharon por sobrevivir y defender su vocación.
-Háblenos de su colaboración en el documental ‘Las Maestras de la República’
-Este proyecto de la FETE de UGT surge, en realidad, como fruto de un seminario sobre maestras republicanas que organizaron en la Biblioteca Nacional en enero de 2012, en el que participé. El seminario tuvo muchísimo éxito y decidieron realizar un libro, en la editorial ‘La catarata’, que también ha tenido una gran repercusión. A partir de ahí, se pusieron a trabajar en el documental y contaron nuevamente conmigo, igual que con otras investigadoras, para que aportáramos nuestro testimonio.
-¿Cómo surge en usted el interés por esta etapa de la educación en España?
-La verdad es que cuando yo hice la carrera, al comienzo de la Democracia, había un enorme interés por todos los asuntos relacionados con la República. Pero yo no elaboré mi tesis sobre este período, sino sobre el período anterior, desde 1900 a 1931. Yo consideré que el maestro republicano no se formó en la República, se formó con anterioridad. Comprobé que muchos estaban influidos por el Regeneracionismo y ya estaban consolidados cuando llegó la nueva etapa. La II República les ofrece la posibilidad de alcanzar puestos directivos y desarrollar sus ideas; ideas que ya se habían gestado en épocas anteriores.
Eran maestros que habían viajado a Europa, habían participado en congresos nacionales e internacionales, habían hecho muchos cursos, habían leído a Ortega y Gasset y habían trabajado en escuelas modélicas...
-¿Y por qué mucha gente idealiza esta etapa republicana en todo lo relacionado con la educación?
- Está muy claro. Porque la II República propició un gran avance de la educación. No dio una gran ley de Educación, ni tan solo una ley de Enseñanza Primaria. En España todos los gobernantes presentan en sus programas un cambio de ley educativa. En ese período hubo intentos, pero realmente se realizaron cambios aparentemente menores. Por ejemplo, cambiaron el reglamento de la Inspección y los inspectores tuvieron mucha flexibilidad para realizar experiencias modélicas; hicieron el plan de formación de maestros, de gran calidad; aprobaron el decreto de misiones pedagógicas para que la educación y la cultura llegaran a los pueblos pequeños. El decreto de escuela laica no es más que un proyecto para respetar la libertad de conciencia del niño...
Otra cosa muy importante: la República llega en 1931, con una crisis tremenda fruto del crack del 29, pero no realiza recortes en educación; al contrario, incrementa las partidas y lo primero que hace es subir el sueldo de los maestros, dignifica la profesión; no da una ley a los maestros, les da ilusión, les motiva con un mejor sueldo, una mejor formación continuada y una mayor libertad pedagógica.
Los profesionales podían hacer cosas, podían poner en marcha sus proyectos de renovación pedagógica y eso da alas y propicia un cambio espectacular.
-¿Y las maestras, en particular?
-Pues lo cierto es que las maestras habían podido ser directoras, pero solo de escuelas de niñas o de secciones de niñas. Con la II República se inicia la coeducación y se crean direcciones únicas a las que las maestras pueden acceder. María Sánchez Arbós, Justa Freire... dirigen un grupo escolar de niños y niñas, dirigen por primera vez a mujeres y hombres. Igual ocurre con el servicio de inspección.
Es la primera vez que las educadoras dirigen a hombres. Y eso fue fundamental, sobre todo después, porque las mujeres lo pagaron muy caro. Se les persiguió con mucha saña y todas pasaron un expediente de depuración y muchas no volvieron a ejercer su profesión.
-Una experta en Historia de la Educación ¿cómo ve los cambios normativos que se están produciendo en el ámbito educativo en España?
-Lo único que me ha enseñado la historia es que no se puede hacer una reforma sin los profesionales que la tienen que llevar a cabo. Ni en Primaria, ni en Secundaria, ni en la Universidad. Hay que contar con los docentes, ilusionar a los docentes, como sucedió en la II República. Para hacer una reforma hay que crear esa conciencia de cambio primero. Nunca una reforma ha funcionado por implantar una ley; con el castigo, con la autoridad, no se hacen las reformas, eso no funciona nunca. Ni siquiera funcionó en la II República con los maestros conservadores, que se volvieron mucho más tradicionalistas en esta etapa... Y otra cosa: las ideas, los principios pedagógicos, casi siempre son los mismos, aunque oscilemos entre la autonomía y el compañerismo y la disciplina y la competitividad, según las etapas. Lo importante es que el docente tenga vocación por enseñar y esté motivado y bien formado.
Publicado en: Archivo entrevistas-reportajes