La UAH gestiona el único Biobanco de enfermedades renales crónicas de la Red de Investigación Renal




La UAH es la sede del único Biobanco de la Red de Investigación Renal REDinREN, un fondo con 35.000 muestras de más de 4.000 pacientes disponibles para los investigadores.

En esta entrevista, el profesor del Departamento de Biología de Sistemas y director del Biobanco, Manuel Rodríguez Puyol, y la responsable de calidad, María Alicia Cortés, hablan sobre la trascendencia de este Biobanco renal, cuya representante legal es la vicerrectora de Investigación, M. Luisa Marina Alegre.

-¿Qué es el Biobanco renal?
-El Biobanco nace como una plataforma de la Red de Investigación Renal REDinREN, una red cooperativa financiada por el

El biobanco renal dispone de 35.000 muestras.
Instituto de Investigación Sanitaria Carlos III y por los fondos europeos FEDER. Funciona desde el año 2007 y aglutina a 23 hospitales de toda España, que son los encargados de enviar las muestras que se depositan en él.
En este centro se almacenan muestras de pacientes con enfermedad renal crónica en diferentes estadios patológicos. Son muestras de pacientes que, generalmente, están en diálisis aunque el origen de su patología es diverso. El objetivo es que estas muestras estén disponibles para que los investigadores puedan analizar el origen o su evolución.

-¿Por qué se eligió la UAH como sede de este Biobanco?
-Fundamentalmente porque esta universidad es la sede del grupo de investigación Fisiología y Fisiopatología Renal y Vascular, que trabaja en colaboración estrecha con la sección de Nefrología del Hospital Príncipe de Asturias que dirige Diego Rodríguez Puyol, profesor también de la UAH. Este grupo de investigación lleva casi 3 décadas trabajando en estos ámbitos y consideraron que la UAH era el lugar más apropiado para establecer la sede del Biobanco.

Alicia Cortés en el depósito de nitrógeno.
-¿Qué se almacena en este Biobanco?
-Inicialmente almacenamos dos tipos de muestras: plasma y células, a diferencia de otros biobancos en los que se almacenan muestras de tejidos. Y, en algunos casos, también almacenamos muestras de orina. En estos momentos tenemos unas 35.000 muestras de unos 4.000 pacientes y nuestra tarea es el proceso de recepción, depósito y conservación de las muestras y cesión a los centros de investigación, aplicando la normativa vigente.

-¿Y cómo es el procedimiento?
-Nos regimos por la normativa de un Real Decreto aprobado hace 2 años, pero este Biobanco también ha obtenido un certificado de calidad de la Agencia AENOR. Inicialmente, los hospitales que forman parte de la red se ponen en contacto con nosotros para ofrecernos la muestra. Si, una vez analizada la propuesta, consideramos que ésta es idónea para el Biobanco, se formaliza el depósito. Las muestras tienen que llegar al Biobanco en condiciones óptimas, siguiendo la regulación de traslado de muestras biológicas. En el biobanco la sangre se procesa, separando el plasma y las células. De estas últimas obtenemos ADN, ARN y proteínas. Si llega orina, también se almacena. Las muestras se almacenan en congeladores a -80º y las células viables en nitrógeno líquido a -180º.
El Biobanco está preparado para mantener vivas las muestras durante 10 años.

-¿Quién puede utilizar las muestras y cómo se realiza el trámite?
-El Biobanco renal custodia los viales y, por tanto, el investigador tiene que solicitar su uso mediante un documento en el que explique de forma específica todo su proyecto y la cantidad de muestras que necesita. Esta propuesta se somete al criterio de un comité científico externo y un comité ético de la propia UAH. Cuando se aprueba, el Biobanco está en condiciones de ceder las muestras solicitadas.
Hasta el momento se han cedido unos 3.000 viales para proyectos como 'Marcadores de progresión de la insuficiencia renal en pacientes con hipertensión arterial y nefroangiosclerosis: una estrategia basada en el Biobanco de la red de investigación renal' o 'Estudio observacional, prospectivo y multicéntrico para establecer un modelo de valoración de la enfermedad aterosclerótica y su valor predictivo de eventos cardiovasculares en pacientes con enfermedad renal crónica en España'.

-La utilidad social es evidente…
-La utilidad social está más que contrastada desde el momento en que se abordan patologías crónicas. Se trata de facilitar la investigación para conocer el origen de las enfermedades renales y por qué progresan hacia un fracaso renal, entre otras cuestiones. Se trata pues de un problema muy importante de salud pública, teniendo en cuenta que en España hay registrados más de 45.000 enfermos renales crónicos.