Los cambios de estructura en la universidad española han generado algunas anomalías de carácter burocrático y administrativo. En el caso de la antigua diplomatura de Arquitectura Técnica los problemas han estado relacionados con la propia denominación del grado. Los tribunales han resuelto y, a partir de ahora, ese grado se llamará en la UAH Ciencia y Tecnología de la Edificación. Los primeros egresados que obtendrán este título serán los de la promoción 2012-2013.

Andrés García Bodega.

En esta entrevista, el profesor de la UAH, responsable del Grado de Ciencia y Tecnología de la Edificación, Andrés García Bodega, habla de los contenidos de esta oferta formativa, adaptada a las nuevas realidades que exige el ámbito de la arquitectura y la edificación.

-La puesta en marcha de este Grado no ha estado exenta de complicaciones ajenas a la propia universidad
-Sí, pero afortunadamente todo está resuelto. Los alumnos que se gradúen este año en la Escuela de Arquitectura serán ya graduados en Ciencia y Tecnología de la Edificación, que es la denominación por la que ha optado la UAH, por considerar que se adapta perfectamente a la filosofía y los contenidos de nuestro plan de estudios. Lo importante es que las competencias profesionales se mantienen y la preparación de los alumnos se mejora.

-La elección de esta nomenclatura no es gratuita ¿verdad?
-No, en absoluto. La antigua diplomatura daba acceso a la profesión de arquitecto técnico. Ahora el grado mantiene ese carácter, pero la denominación adoptada se ajusta mejor a la ampliación de capacidades y destrezas que contiene su plan de estudios. Los nuevos titulados estarán en disposición de asumir mejor sus competencias profesionales, incluso de incrementarlas. En ese plus de competencias se integran aspectos como la sostenibilidad, la eficiencia energética y, sobre todo, la intervención en el patrimonio construido, porque hacen falta especialistas que sepan intervenir para conservar nuestro patrimonio arquitectónico y, en su caso, adaptarlo a las nuevas exigencias que la sociedad demanda. Nuestros alumnos estarán entre esos especialistas.
Lo que hemos hecho ha sido transformar una situación desfavorable en una oportunidad para hacer más visible lo que en realidad nos hemos propuesto al implantar el grado: completar la formación de nuestros estudiantes, para adaptar sus conocimientos a los cambios que está experimentando el sector de la construcción y a las nuevas demandas sociales, incrementando su preparación dentro del proceso arquitectónico global.
Además, el hecho de que este Grado se haya integrado en la Escuela de Arquitectura también abre vías de acceso nuevas a la ampliación de estudios.

-La crisis ha barrido prácticamente con un sector como la construcción, del que se alimentaba fundamentalmente este tipo de profesionales. ¿Eso ha afectado a la demanda de este tipo de grados?
-La crisis es muy larga y es cierto que ha afectado a los profesionales de la arquitectura técnica, entre otros. Sin embargo, creo que las perspectivas son buenas para los estudiantes que se decanten por la intervención en el patrimonio, porque hay trabajo y habrá más en el futuro en áreas como la inspección técnica de edificios o las auditorías energéticas. Es creciente el interés por todo aquello que hace referencia a la sostenibilidad y eficiencia energética. La crisis obliga a que el consumo energético de los edificios se optimice al máximo y se reduzcan los niveles de contaminación. Todo lo cual requiere profesionales expertos que asesoren y realicen las intervenciones necesarias para conseguir esos objetivos.

-La apuesta de la UAH también afecta a la rehabilitación del patrimonio…
-Sí, nuestro Grado pone ahí el acento porque la UAH es un modelo en la rehabilitación del patrimonio, tanto en Alcalá de Henares como en Guadalajara, y no puede pasar desapercibido para nadie.

-¿Qué le diría usted a un estudiante que esté dudando en matricularse en el Grado de Ciencia y Tecnología de la Edificación?
-Les diría que no lo duden porque, a pesar de la crisis, es una carrera que tiene futuro. La crisis no va a durar eternamente y, como he dicho anteriormente, las propias circunstancias desfavorables, en principio, están abriendo nuevos campos de actividad profesional. Además, es una carrera vocacional, a la que se accede no porque haya más o menos trabajo, sino porque atrae, es apasionante para estudiarla y para ejercerla. Estudiarla en la UAH, además, tiene una gran ventaja: el número de estudiantes es reducido y eso facilita una formación directa, participativa, con un gran elevado número de prácticas y, por tanto, con la mejor capacitación profesional asegurada.


En estos últimos aspectos abunda la estudiante de 4º curso, Amaya Bienzobas, que aconseja estudiar el Grado por lo siguiente:
‘En primer lugar, por la cercanía con la mayoría de los profesores, ya que eso ayuda a asimilar y entender mejor el contenido de las asignaturas; además, ellos mismos te aconsejan cómo mejorar.

Amaya Bienzobas.

En segundo lugar, porque las asignaturas que imparte el grado posibilita que nos especialicemos en multitud de campos, lo que es muy importante en esta época de crisis’.
Amaya también explica por qué eligió la UAH:
‘Elegí la UAH por cercanía y por las buenas críticas que tenía de mi entorno. Personalmente, mi experiencia universitaria ha sido muy buena. Un tema que destacaría sería el compañerismo que existe: todos los alumnos nos ayudamos mutuamente cuando tenemos problemas. Por poner un ejemplo concreto: nadie guarda un secreto sobre un programa nuevo o sobre cómo utilizar los comandos de los programas para trabajar mejor. Y eso también hay que extenderlo al profesorado, ya que muchos docentes te informan de novedades en nuestro campo profesional’.

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