Ciberplagio: la salida más fácil a un problema complejo



La jefa de las bibliotecas del área de Ciencias y Ciencias de la Salud de la UAH, María Isabel Domínguez Aroca, analiza en esta entrevista las formas de plagio y ciberplagio y cómo se lucha contra él en las bibliotecas universitarias.

Cada vez saltan más noticias a los medios de comunicación relacionadas con el plagio y el ciberplagio. Nadie se salva, ni siquiera los gobiernos. Es el caso del gobierno Merkel, en Alemania, que en pocos meses se ha visto envuelto en dos escándalos relacionados con el plagio de tesis doctorales por parte de dos de sus ministros más destacados.

M. Isabel Domínguez Aroca.

Internet es una ventana abierta de par en par a la información y todo el mundo se asoma y se queda con lo que más le gusta del paisaje que ve, sin preguntarse quién es el autor de aquello y sin preocuparse, desde luego, de citarlo. Documentos, imágenes, vídeos… se puede copiar cualquier cosa que nos resulte útil y atractiva. Pero nada se escapa a la autoría y ni siquiera se puede utilizar sin citar lo sujeto a licencias Creative Commons

En el ámbito universitario el ciberplagio está a la orden del día. Como señala la jefa de las bibliotecas del área de Ciencias y Ciencias de la Salud de la UAH, María Isabel Domínguez, es un terreno “abonado para el plagio y otras prácticas deshonestas” teniendo en cuenta que el EEES exige a los alumnos, cada vez más, un mayor número de trabajos.

Las bibliotecas universitarias, por tanto, tienen un importante papel que jugar a la hora de formar e informar a estudiantes y profesores en aspectos relacionados con los derechos de autor, la propiedad intelectual y en cómo citar fuentes.

En esta entrevista, Domínguez Aroca, que ha publicado recientemente en ‘El profesional de la información’ un artículo titulado ‘Lucha contra el plagio desde las bibliotecas universitarias’, aporta algunas claves sobre cómo afrontar el problema del ciberplagio, cada vez más extendido en la sociedad.

-La verdad es que el copia-pega que facilita la información en Internet es muy tentador y resulta, a veces, muy difícil resistirse a sus encantos….
-Nadie lo discute. Sobre todo cuando se trata de estudiantes que están sometidos a una importante carga de trabajo y tienen que llevar a cabo un gran número de trabajos. Pero que sea fácil no significa que sea lícito, ni ético, ni siquiera legal… y estamos asistiendo a un fenómeno indiscriminado, cada vez más generalizado, que erosiona principios como el esfuerzo personal, la seriedad, el rigor y la profundidad en el proceso de aprendizaje y el descubrimiento científico que se le exige a cualquier universitario. El plagio o el ciberplagio académico es ilegal y todo el que lo lleve a cabo debería saber que cuando utiliza documentos sin citar la autoría y su origen está cometiendo una infracción del derecho de autor.

-¿Cuáles son las formas más habituales de ciberplagio en el ámbito universitario?
-Desde luego el copia-pega al que nos hemos referido antes. Se cometen infracciones cuando se copian webs, de revistas o de libros, documentos o fragmentos de documentos que después se entregan al profesor como si fueran propios, sin citar fuentes; se copian partes de trabajos de otros años, tanto propios como de otros autores, se falsea bibliografía, datos, resultados de una investigación…

-¿Y cómo se puede luchar contra eso?
-Desde mi punto de vista el principal problema está relacionado con la educación, porque los estudiantes no tienen una noción clara de qué es y qué no es ciberplagio. En ese sentido, las bibliotecas estamos trabajando para darles la formación y la información necesarias. Los estudiantes desconocen a veces cómo tienen que citar, a pesar de los esfuerzos que se hacen desde muchas bibliotecas universitarias. Tal vez porque, a veces, el alumno no sabe que la información puede estar en las páginas web del servicio de biblioteca.
En nuestro caso, contamos con información sobre propiedad intelectual , un tutorial sobre plagio propio y otro realizado por Rebiun “El plagio y la honestidad académica” y también informa sobre algunos programas antiplagio, como el tutorial AlfaBuah.
Pero no sólo eso. La biblioteca gestiona los fondos bibliográficos de la UAH, tanto impresos como electrónicos; imparte formación en competencias informacionales, ya que oferta cursos de formación desde básicos a avanzados en su página web, ofrece formación a la carta y colabora en el contexto de una asignatura, etc.

Y, respecto a la metodología para realizar un trabajo académico, además del tutorial que orienta en la búsqueda, selección y evaluación de la información (AlfaBuah), también proporcionamos guías y tutoriales para conocer cómo utilizar de forma autónoma algunos de los recursos electrónicos, es posible realizar actividades de autoformación, informamos de la formación que ofrecen los proveedores de recursos a través de un blog, disponemos de guías temáticas, informamos sobre cómo citar y estilos de citas y sobre cómo gestionar la bibliografía y disponemos de un apartado en la página web dedicado a la autoformación.
Estos instrumentos son adecuados para luchar contra el plagio y el ciberplagio, y están en línea con la normativa interna de la propia UAH, que recoge en sus Estatutos, de forma literal, que nadie podrá usar sin el consentimiento de los estudiantes trabajos, estudios, ensayos y otras realizaciones, de acuerdo con lo que establece la legislación vigente” relativa a la propiedad intelectual y los derechos de autor.
Asimismo, en lanormativa reguladora de los procesos de evaluación de los aprendizajes se alude directamente al plagio, “entendido como la copia de textos sin citar su procedencia y dándolos como de elaboración propia” y se señala que “conllevará automáticamente la calificación de suspenso en la asignatura en la que se hubiera detectado, sin perjuicio de las responsabilidades disciplinarias en las que pudieran incurrir los estudiantes que plagien”.

-Digamos que no hay excusas para el plagio y el ciberplagio
-No, nunca la hay, y todos tenemos que trabajar para evitarlo, sobre todo porque la universidad tiene que ser sinónimo de aprendizaje y curiosidad científica, y el ciberplagio es el antónimo de ambos conceptos.



Vídeo realizado por alumnos del Grado de Comunicación Audiovisual y del Máster en Comunicación y Aprendizaje en la Sociedad Digital de la UAH