25 años del Programa de Cooperación con Centroamérica (1987-2012)




El Programa de Cooperación con Centroamérica ha celebrado su 25 aniversario. En este período se han desarrollado muchos proyectos, se han fraguado muchos sueños y se han cumplido muchos objetivos. El trayecto continúa y la meta sigue siendo la cooperación.

El Programa de Cooperación con Centroamérica comenzó hace 25 años. Los resultados de este proyecto de solidaridad son evidentes y algunos se traducen en cifras: 363 estancias en la UAH de profesores y PAS y de autoridades centroamericanos; 572 estancias de profesores y PAS de la UAH en Centroamérica, y 311 estudiantes de la UAH que han trabajado sobre el terreno, en Nicaragua y El Salvador, en proyectos académicos de cooperación. Más de 250 profesores y técnicos centroamericanos se han desplazado a actividades en Centroamérica. Los rectores de la UAH Manuel Gala, Virgilio Zapatero y Fernando Galván recibieron el Honoris Causa en la UNAN-León y una docena de profesores de la UAH son profesores honorarios de la UNAN-León .

Fernando Cerezal.


Las actividades realizadas han sido muy variadas: postgrados y maestrías, investigaciones, asesorías, congresos, equipamientos, publicaciones, actividades culturales, doctorados en la UAH.... En definitva, se ha producido un fortalecimiento institucional de las Universidades centroamericanas con las que se coopera en un buen número de áreas dentro de la formación de docentes universitarios y de la enseñanza secundaria.

Fernando Cerezal, coordinador del Programa de Cooperación con Centroamérica en la UAH, habla en esta entrevista del camino recorrido y de los retos del futuro.

-¿Qué han significado para la UAH estos 25 años de cooperación?
-Creo que ha sido muy positivo. A la institución le ha permitido tener una responsabilidad social universitaria muy desarrollada, nos ha permitido la promoción internacional de la UAH en Centroamérica y ha generado un buen número de actividades académicas (másters, publicaciones...). Esta cooperación ha facilitado que profesores y PAS tengan la oportunidad de aplicar sus conocimientos en otros contextos y enriquecerse con nuevas experiencias e intercambios.
Además, creo que este programa, tan arraigado ya en la UAH, ha fomentado mucho la sensibilización, la concienciación de ciudadanía global, nos ha hecho ser más conscientes de que los problemas son globales, que nos afectan a todos.

-La cooperación inicial entre Nicaragua y la UAH ha desembocado en la creación de la Red Gira, ¿qué es y cuál es su cometido?
- La Red quiere ser una plataforma de cooperación estable entre universidades públicas -de Centroamérica y de cualquier otro país- que genere capacidades para enfrentar juntas problemas comunes del desarrollo humano de la Región Centroamericana, especial y prioritariamente los de sus sectores sociales más vulnerables y excluidos. Con ello, la Red trata también de ayudar a construir Centroamérica desde la Universidad.

-¿Qué programas se están llevando a cabo en estos momentos?
-Hay multitud de programas en todos los ámbitos y todas las áreas y la única obligación es que estén desarrollados por más de dos universidades de dos países distintos, con un equipo coordinador en cada universidad y a nivel regional.

-También es muy importante el Campus Social en Centroamérica que se ha desarrollado en los últimos años…
-Sí, es muy importante. Este año se han convocado 49 plazas en el XIII Campus Social en Centroamérica en diversos proyectos en la UNAN-León de Nicaragua y en El Salvador. Ya han pasado 311 estudiantes de la UAH por el Campus y sigue con el mismo impulso del primer año. Los estudiantes realizan prácticas tutorizadas en distintos ámbitos: ciencias de la salud, educación, medio ambiente, desarrollo local… Es un medio muy interesante para la concienciación y también para que nuestros alumnos desarrollen proyectos y los pongan en práctica.

-¿Cuáles son los retos para el futuro?
-Nuestro reto es que la Red Gira sea un motor de dinamismo regional en Centroamérica. Es verdad que no son buenos tiempos para la financiación, pero sí podemos seguir aportando recursos humanos y experiencia para que las universidades de estos países sigan fortaleciéndose y respondan mejor como agentes de desarrollo a los problemas de Centroamérica, la región más empobrecida y desigual de Latinoamérica.