El profesor Pedro Roche, Cruz José de Calasanz por su impulso a la escuela rural en Teruel

El profesor de la Facultad de Filosofía y Letras, Pedro Roche Arnas, fue el pasado 28 de marzo, distinguido por la Cruz José de Calasanz que otorga el Gobierno de Aragón, por el impulso innovador a la escuela rural para que los niños de los pequeños pueblos de Teruel disfruten de las mismas oportunidades que los de los entornos urbanos. Nacía, hace veinticinco años en Teruel una experiencia pionera en España, el Centro Rural de Innovación Educativa de Teruel (C.R.I.E.T) que hoy está presente en diferentes Comunidades Autónomas. Roche fue el director Provincial de Educación de Teruel entre los años 1983 y 1987 y creador, con la ayuda de muchos, de la experiencia.

- ¿Cuál era la situación de la escuela rural turolense en la época en la que naciera el programa de los C.R.I.E.T?
El rasgo más específico del perfil educativo de Teruel en el curso 82-83 lo constituía el gran número de escuelas unitarias e incompletas: de las 211 escuelas, 190 no alcanzaban las ocho unidades, 155 no superaban las dos, 100 eran unitarias y 37 contaban con menos de diez alumnos. Este perfil educativo turolense, caracterizado por el 90% de centros incompletos, viene condicionado por factores socioeconómicos y geográficos como la enorme dispersión de sus municipios ya que en 1983, los 153.000 turolenses vivíamos dispersos en 236 municipios, de los que tan solo 29 superaban los mil habitantes y 12 los dos mil. Y el envejecimiento de la población con el consiguiente descenso de la natalidad, debidos, fundamentalmente, a la emigración de los años sesenta.
- ¿Por qué nacieron los C.R.I.E.T?
El origen de los C.R.I.E.T. radica en la convergencia de distintos factores. Todos y cada uno de ellos configuraron el nacimiento de esta experiencia turolense. La situación como ya he dicho de la escuela rural turolense en el horizonte del curso 82-83; un cambio radical de sensibilidad y actitud hacia la escuela rural por parte de la entonces nueva Administración Educativa, que cristaliza en el Real Decreto sobre Educación Compensatoria de abril de 1983 y que mejoró la calidad de los edificios de la escuela rural, las dotó de equipamiento y medios didácticos, aumentó los gastos de funcionamiento de los centros, etcétera; la decisión, en este nuevo marco, de mantener las pequeñas escuelas y la decisión de complementar determinadas carencias de estas escuelas, con objeto de superarlas. Estos son los factores que causaron los C.R.I.E.T


"Mantener las pequeñas escuelas rurales abiertas no era suficiente. Había que superar las carencias y limitaciones"
La decisión de apoyar la escuela rural supuso, en primer lugar, el compromiso de mantenerlas. Desde 1983 no se ha cerrado ninguna escuela que tuviera un mínimo de cuatro alumnos, incluido preescolar.
Se reabrieron escuelas tras la correspondiente solicitud de padres y ayuntamientos. Se suprimieron concentraciones y transportes escolares, que suponían un continuo riesgo. Pero con mantenerlas no era suficiente porque se hubieran dejado a los alumnos en unas condiciones reales de inferioridad en su proceso de formación. Por lo tanto, el proyecto de los C.R.I.E.T. se dirigió a superar, las carencias y limitaciones connaturales a la pequeña escuela rural, pretendió ser un camino, o al menos una vereda, que posibilitara al alumno de las pequeñas escuelas, permaneciendo en ellas, alcanzar unas cotas educativas en condiciones de igualdad a las de otros compañeros que cursan su estudios en un marco social, cultural y humano más favorecido. Nacen como apoyo, colaboración y complemento de la escuela rural.
- ¿En qué consiste este tipo de apoyo, colaboración y complemento de la escuela rural?
Por ejemplo, será posible que durante quince días al trimestre los alumnos dispongan de medios audiovisuales y de talleres de pretecnología, realicen actividades deportivas en instalaciones adecuadas, experimenten en los laboratorios, adquieran técnicas de trabajo en equipo o completen diferentes aspectos instructivos con profesores especializados. Del mismo modo, el C.R.I.E.T. ofrecerá a los alumnos una amplia variedad de talleres que desarrollan y potencian inquietudes, intereses y aficiones personales: fotografía, video, radio, periodismo, teatro, informática, música, cerámica y organizará actividades extraescolares de carácter formativo y cultural tales como audiciones, cine-forum, charlas, coloquios, etcétera. Realizará excursiones y viajes de estudios posibilitando al alumno el contacto con otras comarcas y regiones, etcétera. Editará una revista escolar con artículos de todo tipo y contenido, cuya realización estimula el trabajo en equipo, traduce intereses e intercambia inquietudes.
Junto a esta necesidad evidente de complementar aspectos instructivos, bajo mi punto de vista lo más importante que ofrece el C.R.I.E.T a los niños es la posibilidad de un dialogo vital con compañeros de su misma edad de los que carece en su reducido mundo local. En las escuelas de los pueblos desertizados, es fácil que un alumno no tenga al lado otro de su misma edad y esto es algo absolutamente necesario para un desarrollo psicológico y afectivo equilibrado del alumno que pueda compartir su mundo y su horizonte, abrir sus ramas sin perder sus raíces.
- ¿Éste es entonces el principal objetivo que persiguen los C.R.I.E.T?
Es yo creo el más importante. De este modo el C.R.I.E.T. ampliará sus relaciones personales y sociales promoviendo el contacto entre alumnos de diferentes pueblos y comarcas, promoverá la participación y el trabajo en equipo, la creación de hábitos democráticos y la cooperación grupal, la

"La carencia fundamental de la escuela rural es el aislamiento y soledad del niño por no tener otros niños de su edad al lado, a la hora de aprender y de relacionarse"
comprensión y transigencia hacia los demás, la ayuda hacia compañeros con problemas, la confianza en sí mismo, sensibilizará a los alumnos ante los problemas sociales del entorno y fomentará hábitos y actitudes de convivencia favoreciendo el autocontrol y la autonomía personal. En definitiva que el niño pueda convivir determinados períodos de tiempo con otros compañeros y que pueda establecer con ellos un tejido de relaciones amistosas con objeto de que la búsqueda y configuración de sí mismo sea fruto de un diálogo vital con otros.
- ¿Cuál es la situación actual de los C.R.I.E.T en el panorama de la escuela rural?
Hoy el horizonte de la escuela rural tiene muy poco que ver con el de 1982-83. La mejora de su infraestructura y medios, la cercanía de los Centros de Profesores y de Recursos y de los entonces Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógica, y su progresiva integración en los Colegios Rurales Agrupados -que son varias pequeñas escuelas de diferentes pueblos que configuran un único centro, con un solo director de modo que los alumnos pueden recibir formación de los maestros especialistas que itineran o van de escuela en escuela-, nos permiten hablar de una nueva escuela rural. Han transcurrido ya veinticinco años desde el inicio de esta experiencia y más de ciento cincuenta pueblos de la provincia de Teruel la tienen, desde el inicio y actualmente, como punto de referencia de su pequeña escuela.
Pero a pesar del gran paso adelante que suponen los Colegios Rurales Agrupados a la hora de superar carencias en el ámbito de la especialización del profesorado, medios didácticos, fortaleza organizativa de los centros, intercambio de experiencias educativas, o dinamización de la comunidad educativa, mientras existan escuelas en las que un alumno o una alumna no tengan apenas otros de su edad al lado serán necesarios los C.R.I.E.T. Esto es así porque la carencia fundamental de la escuela rural, como hemos dicho, es el aislamiento y soledad del niño.
- ¿Qué situación es para usted la ideal?
El ideal para mí es una pequeña escuela, integrada en un Colegio Rural Agrupado para así resolver los aspectos instructivos ya que el alumno recibe enseñanza de los diferentes especialistas, y participar, al menos una semana por trimestre, en un CRIET para resolver la socialización de los alumnos.
- Este cambio en la educación rural turolense a sido esfuerzo de muchos y en beneficio de muchos...
Por supuesto. El impulso a la escuela rural fruto de esa perspectiva de compensación fue mucho más amplio. No se creó solamente un programa, los CRIET, por muy importante que haya sido y siga siendo para la escuela rural: se trasformó toda la infraestructura física (muchos centros no merecían tal nombre), se ampliaron los equipos psicopedagógicos, creamos centros de secundaria en el medio rural con cincuenta alumnos cuando la exigencia habitual era de doscientos y un largo etcétera. Los C.R.I.E.T fueron fruto de muchos esfuerzos y esperanzas, pero sobre todo de los esfuerzos y esperanzas de muchos.