Marta Garín, estudiante malagueña de Medicina, ganadora del III Concurso de Cuentos Antonio L Alonso
Marta Garín Montañez es el nombre de la estudiante española de Medicina que ha resultado ganadora del III Concurso de Cuentos Antonio López Alonso. Este viernes será una de las protagonistas de los actos festivos organizados con motivo de la fiesta del Patrón de los estudios de Medicina en la UAH, quien convoca anualmente este concurso.
Garín cumplirá el próximo 14 de mayo 24 años, es de Málaga, donde vive y cursa sus estudios de Medicina. Está en sexto y pertenece a la primera promoción del plan nuevo. "Esto nos ha acarreado muchos problemas. He sido representante de mi clase durante estos seis años y hemos logrado algunos cambios importantes no sin trabajo y alguna que otra protesta", comenta cuando se le pregunta por su paso por la universidad.
Lo que más le gusta es leer, escribir y el teatro: "algo que hacía antes y que dejé desde que empecé la carrera".
- ¿Cómo se enteró de la convocatoria de la III Convocatoria de Cuentos Antonio López Alonso?
Pues fue completamente casual. Vi un folleto a la entrada de la facultad. Lo cierto es que creo que no se publicitan lo suficiente este tipo de actividades y difícilmente llegan a ser conocidas por los alumnos.
- El tragador de tristezas, es el título de su cuento. ¿Nos lo puede presentar?
El tragador de tristezas es un pozo donde enterrar los miedos, un lugar donde habita el olvido y las sombras. El tragador es un monstruo que se alimenta de la desdichas de los demás, un y héroe que nos libera de la tristeza y nos regala la posibilidad de reescribir nuestra vida sobre un papel nuevo, limpio de errores. Pero el tragador es a su vez una quimera imposible porque la tristeza, los anhelos, lo nunca dicho, también nos constituyen y sin ellos, sin ese gris, el hombre deja de ser hombre. Lo importante, es aprender a vivir con nuestras sombras, aceptarlas e incluso conservarlas como lo que son, parte de nosotros, de nuestra historia y de nuestra condición humana.
- ¿Va dirigido a un público en concreto?
Jamás he escrito pensando en un público, de hecho, esto nunca fue escrito con el objeto de ser mostrado. Cuando escribo lo hago para mí, para liberar parte de mis miedos o mis ilusiones, para continuar dibujando los círculos de pensamientos que a menudo me invaden y que solo de tarde en tarde tengo tiempo de atender. Nunca hubo un público, hasta hoy, así que para mí escribir es un vehículo de escape un modo de sublimación, de autoconocimiento.
- ¿Era su primera incursión en la literatura?
Siempre me ha apasionado leer y escribir. Desde que era pequeña he usado las palabras escritas para realizar así parte de mí que de otro modo no sería posible. Sin embargo, jamás me había presentado a ningún concurso literario y rara vez había dejado a alguien leer algo de lo escrito. Me gusta muchísimo la poesía, autores como Baudelaire, Cernuda , Miguel Hernández, Neruda, Ángel González, Vallejo, … También leo novelas, aunque tengo que reconocer que es más difícil que estas consigan sorprenderme como lo hace la poesía. De narrativa solo soy defensora de los cuentos de Julio Cortázar y algunas novelas de Gabriel garcía Márquez.
Recientemente me he matriculado en Filología Hispánica en la UNED aunque solo he hecho una asignatura porque la carrera(medicina) no deja tiempo para mucho más, pero espero continuarla porque la literatura es capaz de llenar esa parte de mí que queda huérfana de otro modo.
- Medicina y Literatura, ciencias y letras. Usted es un ejemplo más de cómo la vida no puede ser negro o blanco. ¿Qué piensa cuando alguien dice, no yo soy de ciencias y de letras no sé, o viceceversa?
Bueno, sobre esto podría hablar días y días. Lo cierto es que mi experiencia es que el estudiante de medicina a menudo está tan ocupado y tan centrado en el empirismo y la evidencia que olvida el origen humanista de esta ciencia. Gran parte de la culpa podemos atribuírsela a la tecnificación de la medicina, a la importancia que se le otorga al conocimiento de los últimos avances moleculares, al último sistema de imagen, y cómo durante nuestra formación se obvian cuestiones tan relevantes como el modo de asistir a un paciente en su dolor, el modo de ayudar en la vida y también en la muerte. Es una pena que esta ciencia, tan humanista parezca a veces tan poco humanitaria.
Ser de ciencias o letras se ha convertido en un imperativo al que te obliga el ritmo de carreras como la nuestra; yo aún me rebelo y continuo intentando no olvidar esta parte de lo que soy y que nada tiene que ver con mi día a día, y sin embargo, leo y escribo mucho menos.
Creo necesario que la facultad de medicina fomente actividades humanistas y se nos dé la oportunidad de conocer más acerca del arte, la literatura o el teatro. En mi facultad no existen actividades como estas, no existe una semana cultural y jamás se habla de nada diferente a la medicina. Algunos tratamos de impulsar un grupo de teatro pero lo cierto es que nos pusieron demasiadas trabas y el proyecto quedó en nada. Si al alumno le dejasen expresarse a través de estos medios la universidad se enriquecería y dejaríamos de ser de ciencias o letras y el médico recuperaría el título de humanista que un día fue suyo. Yo animo al estudiante de medicina con inquietudes diferentes a esta ciencia a cultivarlas y tratar de alimentarlas no dejándolas morir bajo el peso del día a día y celebro, y envidio, que vosotros, en vuestra facultad si tengáis actividades como ésta.
- ¿Qué cree que le espera el futuro?
Pues mucha más ciencia, un comienzo nuevo, una profesión bonita y espero llena de satisfacciones. Y ojala, como digo, la facultad de medicina de Málaga pueda comprender la importancia de las letras en la historia de esta disciplina y construya cauces de expresión para que en el futuro alumnos que tengan inquietudes como las mías puedan sentirse plenos, enriquecer.
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