Los límites del cuerpo humano...¿existen?



El récord olímpico de Usain Bolt en los 100 metros –inferior en 5 centésimas a su récord mundial-, el récord de medallas de Michael Phelps en esta competición… ¿Tiene límites el cuerpo humano, hasta dónde podemos llegar…?

A la pregunta ¿tiene límites el cuerpo humano? y a otras relacionadas responde la profesora de Educación Física y Deportiva de la UAH , Carmen Ferragut. Y es que ¿por qué se superan récords del mundo o récords olímpicos cada poco?, ¿por qué cada vez con más frecuencia surgen deportistas capaces de despertar el asombro de todos?.

Carmen Ferragut.

-Profesora, ¿el cuerpo tiene límites o el ser humano será capaz de batir récords de forma indefinida?
-A ver, yo pienso, y de hecho hay estudios que lo avalan, que el cuerpo tiene límites y que llegará un momento en que las marcas deportivas tendrán límites, pero es evidente que a medida que van mejorando nuestras condiciones de vida, nuestra alimentación, conforme la medicina o el material deportivo vayan evolucionando, los grandes deportistas continuarán batiendo récords. Pero nunca podríamos correr como una gacela; es decir, hay cosas imposibles.

-¿Y un deportista de élite nace o se hace, cómo uno logra llegar a ser deportista de alto nivel?
-Para ser un deportista de alto nivel lo primero que hay que hacer es nacer con una genética especial. Es decir, un deportista nace, aunque con eso no basta, claro. Luego necesita ejercitarse, entrenar con un entrenador adecuado y con unos medios idóneos y de forma constante. De ese modo se desarrolla el potencial de un deportista. Y tanto es así que en una marca como la de los 100 metros lisos la diferencia entre el mejor y el resto es de centésimas, es de menos del 5%. Por eso decimos a veces que los mejores están tocados por una varita mágica, porque es complicado ser el mejor entre los mejores.

-¿Qué tiene Usain Bolt, cualquier atleta de élite, que no tenga cualquier otra persona?
-Los atletas de velocidad tienen que disponer de un tipo de masa muscular y un tipo de fibra de contracción muy rápida. Bolt ha nacido con unas fibras especiales, a lo que se añade el entrenamiento y una nutrición adecuada y un material correcto. Esta combinación perfecta genera un campeón.

-¿Y podríamos crear campeones?
-Sí, de hecho existen programas de detección de talentos, lo que en las películas americanas llaman ‘ojeadores’. Claro que existen, y se trabaja mucho y se investiga mucho en este momento en el ámbito del deporte en la detección de talentos, lo que ocurre es que esto no es la panacea, porque las personas nos equivocamos, así que yo recomendaría que si a un chico le gusta el fútbol, aunque no tenga cualidades para este deporte, debe seguir ejercitándose, porque es el fútbol lo que le divierte. Y, además, en deportes de equipo es más fácil complementarse y la selección de talentos tiene parte de intuición. En deportes individuales, sin embargo, es mucho más difícil evolucionar a bien, digamos, porque el éxito depende mucho de la condición física.

-De todos modos, la evolución es muy rápida en algunos deportes, constantemente se están superando récords
-Se evoluciona mucho porque hemos mejorado mucho en poco tiempo. Han mejorado mucho las instalaciones, el material deportivo... Ahora tenemos buen material a un precio bastante asequible. También ha cambiado mucho la investigación: se han mejorado mucho las técnicas de entrenamiento, la formación de los entrenadores es mucho mejor que hace 10 ó 15 años… La alimentación, la medicina, incluso el dopaje, han evolucionado mucho y todo eso, unido al hecho de que cada vez son más las personas que se ejercitan en algún tipo de deporte y, por tanto, el abanico de posibilidades de que surja una estrella es cada vez mayor, hacen que las marcas sigan subiendo y seguirán subiendo.
Pero hay deportes en los que se están avanzando más. Se me ocurre, por ejemplo, el récord de Bob Beamon, en salto de longitud. Batió el récord en las olimpiadas de México, en 1968, y hasta 22 años más tarde no lo superó Mike Powell. Evidentemente, es algo excepcional, pero ocurre.