Luis Cereijo: "es tiempo de compromisos"
Luis Cereijo acaba de tomar posesión de forma oficial como presidente del Consejo de Estudiantes. En esta entrevista habla de sus expectativas y de los retos de este colectivo.
Luis Cereijo, el nuevo presidente del Consejo de Estudiantes, llegó a la UAH el año 2008 y desde su entrada en CCAFYDE está implicado en el movimiento estudiantil universitario. De hecho, es fundador de la Asamblea Nacional de Estudiantes de la Actividad Física y el Deporte, que todavía preside, y presidente nacional de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte.
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Luis Cereijo. |
-¿Qué te llevó a implicarte en el movimiento estudiantil de la UAH?
-Mi mayor implicación es fruto de la falta de regulación que tienen los estudios que realizo a nivel nacional. Mi objetivo, sobre todo, ha sido la defensa de los estudios y de la profesión. Y, a nivel de facultad, siempre he pretendido participar para conseguir mejorar, y eso es lo que me animó también a implicarme a nivel general. Creo que son tiempos de compromiso y es necesario que todos pongamos lo mejor de nosotros para tratar de mejorar las cosas.
-¿Cómo valora la labor de los anteriores Consejos de Estudiantes?
-Yo creo que todos los presidentes que han estado han hecho una gran labor, porque la representación estudiantil en sí misma es un ejercicio de responsabilidad y dedicación y ser presidente del consejo exige muchísimo tiempo y muchísimas energías, sobre todo en Alcalá, que somos referentes de muchas cosas. Nuestro Consejo es un consejo muy fuerte, y eso exige mucha actividad y mucha entrega. Estos últimos años ha habido problemas, como subida de tasas y demás, y hemos pecado de cierto inmovilismo y eso a los estudiantes no nos gusta… Mi elección creo que coincide con el deseo de que exista un consejo más fuerte, más cercano a los estudiantes y con más representación en distintos ámbitos: criterios de calidad, órganos de representación de la universidad… Yo creo que ha habido un punto de inflexión y confío en que va a haber cierta estabilidad porque ha habido una unidad enorme a raíz de las nuevas decisiones gubernamentales y estamos más cohesionados con los distintos colectivos de estudiantes. Por tanto, esperemos que juntos podamos recuperar la fuerza que ha tenido históricamente este Consejo de Estudiantes.
-Estamos en un momento crítico a raíz de los cambios establecidos por el Gobierno. ¿Cuál va a ser vuestra hoja de ruta?
-Creo que tenemos la obligación de hablar con argumentos. Tenemos que publicar nuestra opinión y explicar por qué estamos a favor o en contra de determinadas medidas. Ya no vale decir esto no nos gusta. Tenemos que ser coherentes y demostrar que estamos formados para poder hablar y defender los derechos de los estudiantes y de la universidad como institución. Y, desde luego, no debemos tener miedo en momentos como éste a expresar nuestras opiniones en contra de medidas que no compartimos.
Y somos conscientes también que tenemos que trabajar con el resto de los sectores de la UAH, incluido el equipo rectoral, porque los ataques no vienen de dentro, vienen de fuera, y hay que tratar de trabajar juntos en la defensa de intereses que son comunes a los distintos sectores. Tenemos que pedir la unidad y dejar de trabajar cada uno por nuestra cuenta.
-¿Qué crees que implica el Real Decreto aprobado por el Gobierno central?
-Creo que este Real Decreto cambia la universidad pública para siempre. Lógicamente lo que primero nos afecta es el incremento de los precios públicos, que es una subida que va a provocar que el estudiante universitario tenga muy complicado seguir en la universidad. Han tratado de vendernos que la primera matrícula no sube mucho, que los ‘castigados’ serán los repetidores de segunda, tercera o cuarta matrícula, pero lo cierto es que sí se produce una subida muy importante desde la primera matrícula, porque pasamos de 950 euros de media a 1.600, y eso hay familias que no podrán soportarlo. Y hay un error de fondo: se asume que una segunda matrícula la hace un repetidor, y eso es falso. Una segunda matrícula no es un suspenso siempre, una segunda matrícula puede ser la consecuencia de no haberte presentado a un examen y, desde luego, no tiene por qué ser por pereza o vaguería, como nos quieren hacer ver, puede haber diversas razones. Hay mucha gente en la universidad que se ve obligada a trabajar y, a veces, eso implica que no puedes rendir de forma óptima, y eso no puede tildarse de vaguería.
Y, después, este Real Decreto tiene otros muchos elementos. Consideramos que es muy peligroso que los presupuestos de la universidad estén condicionados a decisiones políticas, porque entonces la universidad pierde autonomía y se corre el riesgo de que la universidad se base en criterios más económicos que académicos.
Se suben los precios públicos sin valorarse la calidad de la docencia y se acuerdan retribuciones para los profesores que no se ajustan a su rendimiento real… Y, en definitiva, creemos que el proceso del Real Decreto es casi más peligroso que su contenido, porque no puede ser que los órganos representativos de la universidad en España se enteren de su contenido en el mismo momento que el resto de la sociedad. No se han tenido en cuenta las opiniones de los órganos colegiados, y eso es un precedente muy grave, sobre todo cuando ya han anunciado que habrá nueva ley de Universidades para finales de año.
-¿Qué crees que pueden implicar estos cambios para la universidad?
-Se tacha de ineficaz a la universidad cuando es el propio Estado el que no favorece que los universitarios puedan acceder a un puesto de trabajo… Se forma muy bien a los profesionales, pero luego no se les da una oportunidad laboral… A los estudiantes de ingeniería y arquitectura, sobre todo, estos cambios van a suponer un palo enorme, se van a vaciar las universidades y van a tener el argumento perfecto para cerrarlas. Y yo no creo que sobren universidades. Tal vez hace falta una reorganización de titulaciones, pero la forma en la que han planificado los cambios es la peor que podían haber elegido, porque ha prevalecido el criterio de selección económico por encima de todo lo demás.
-¿Los estudiantes se ven con capacidad para producir cambios en la política
relacionada con las universidades?
-Pues si he de ser sincero tengo muchas dudas… pero también es cierto que muchos de los grandes cambios sociales han estado motivado por la movilización estudiantil. Yo abogo por el diálogo y la seriedad, desde luego, pero si no lo hay, la respuesta son manifestaciones y huelgas, aunque se nos tache de revolucionarios y de ‘perro flautas’, porque tenemos que expresar nuestra opinión y luchar en contra de la destrucción de un tejido que tanto ha costado construir. Tal vez el Gobierno no nos escuche, pero tendremos que tratar de que nos oiga la sociedad.
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