Clara Menéndez, una vida dedicada a luchar contra la malaria



En el Día Internacional de la Mujer, una entrevista con Clara Menéndez
, Premio Príncipe de Asturias a la Cooperación por su aportación en la investigación contra la malaria, que ha participado en las III Jornadas sobre Enfermedades Tropicales y Salud Internacional.

Dirige el Centro de investigación de Salud de Manhiça, Mozambique, creado en 1996, y es investigadora en en el Hospital Clinic de Barcelona. Clara Menéndez ha participado en las III Jornadas sobre Enfermedades Tropicales y Salud Internacional celebradas recientemente en la UAH y nos ha dejado esta entrevista en la que habla de lo que más sabe, la malaria, y de la necesidad de que se apliquen cuotas en la dirección de la investigación médica y científica que permitan orientar la investigación hacia ámbitos de interés para la mujer.

-En qué punto nos encontramos en el proceso de comercialización de la vacuna contra la malaria, ¿la crisis está haciendo mella en este objetivo?
-Yo creo que estamos en uno de los mejores momentos de los últimos 50 años, cuando se puso en marcha la campaña de la erradicación de la malaria. Desde entonces yo creo que no ha habido un momento tan optimista como éste, con el desarrollo de medicamentos cada vez más eficaces y con la perspectiva de tener una vacuna que puede estar comercializada de aquí a un par de años, como mucho. Es decir, el cambio es muy importante y debemos ser optimistas.

-La malaria sigue siendo uno de los grandes obstáculos para que los países más pobres avancen, el impacto social y económico que tiene esta enfermedad es también un elemento a tener en cuenta a la hora de evaluar el impacto general de una enfermedad que arrasa millones de vidas al año...
-Sí, efectivamente, en los países endémicos, que son un número importante de los países del planeta, la malaria constituye una de las enfermedades que lastran de forma más importante el desarrollo económico. Esto ha sido estudiado por los economistas en los últimos años y todos coinciden en ese obstáculo al desarrollo económico, que se puede evidenciar, porque en los países en los que la malaria se está controlando en los últimos años se ha mejorado la economía. En el África Subsahariana esto es cada vez más evidente

-Háblenos de su labor como investigadora en el Centro de investigación de Salud de Manhiça, que usted misma promovió y codirige
-Yo me dedico desde hace más de 20 años al control de la malaria, pero fundamentalmente en mujeres embarazadas y niños, que son dos de los grupos más afectados en el África Subsahariana, en Asia y en muchas zonas de América Latina, y son los dos grupos de población más vulnerables porque las mujeres embarazadas tienen una situación de riesgo y porque los niños más pequeños tienen que desarrollar la inmunidad a la enfermedad. Y también coordino en la Universidad de Barcelona proyectos de investigación en el Centro de Investigación de Salud Internacional. Mi investigación va encaminada, entre otros, al control y erradicación de la malaria en estos dos grupos.

-A media distancia, ¿el premio Príncipe de Asturias a la Cooperación ha servido como aliento?
-Yo creo que sí, creo que ha servido sobre todo para estimular a todos los que trabajamos en esta enfermedad a un lado y otro, aquí y en el origen.

-La incorporación de la vacuna va a suponer una revolución…
-Será un cambio importante,trascendente, no sólo para el control de la malaria sino también para el control de enfermedades parasitarias. Será la primera vacuna que actúa contra un parásito y eso supone un avance muy importante en la medicina en general. Pero no debemos olvidar que la vacuna no va a erradicar la enfermedad. Hay que seguir tratando a los pacientes con nuevos fármacos y para ello tenemos que seguir investigando, y también tenemos que utilizar otras medidas de control, porque la vacuna no va a terminar con la malaria.

-Hace poco comentaba usted en un artículo la necesidad de aplicar cuotas en la dirección de la investigación médica y científica. Teniendo en cuenta que la investigación no pasa por su mejor momento, como tantas otras cosas, ¿cree que ese objetivo queda cerca o tendrá que seguir esperando?
-Sí, creo que es muy importante en la investigación científica en general que haya cuotas para las mujeres y los hombres en la dirección de la investigación científica. La situación económica no ayuda, porque siempre es una excusa para todo, pero las cuotas hay que establecerlas, no debe haber más de un 40% de género representado, ya sean hombres o mujeres, básicamente porque es cierto que las mujeres tienen otras prioridades a la hora de investigar. Y un ejemplo de ello es la malaria, pero la salud materna en general es otro, y hay muchos otros... Creo que hay asuntos que no se priorizan lo suficiente porque todavía son pocas las mujeres que dirigen la investigación biomédica y científica.